jueves, 25 de febrero de 2010

CURSO : "Introducción al Perfil Criminológico"


Hoy es nuestro amigo Jorge de la SEIP ( Sociedad Española de Investigación en Perfiles Criminológicos) quien me ha informado del inminente comienzo del curso titulado "Introducción al Perfil Criminológico". Sin duda un tema que puede ser de interés para muchos de los seguidores de EL INVESTIGADOR, interesados en ampliar su formación criminológica .

El 1 de marzo dará inicio el curso online de SEIPC titulado Introducción al Perfil Criminológico . Este es el primer curso del título de experto en Perfiles Criminológicos que otorga la Sociedad Española de Investigación en Perfiles Criminológicos



Introducción al Perfil Criminológico

Profesor: Jorge Jiménez Serrano


1.1 HISTORIA DEL PERFIL CRIMINOLÓGICO.

1.1.1 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LOS CRIMINALES.
1.1.2 PSIQUIATRAS Y CIENTÍFICOS DE LA CONDUCTA.
1.1.3 EL F.B.I Y LA UNIDAD DE CIENCIAS DE LA CONDUCTA.

1.2 EL PERFIL CRIMINOLÓGICO: USO DEL MÉTODO CIENTÍFICO Y LA LÓGICA.

1.2.1 EL MÉTODO CIENTÍFICO EN EL PERFIL CRIMINOLÓGICO.
1.2.2 INDUCCIÓN Y DEDUCCIÓN.

1.3 TIPOS DE CRIMINAL PROFILING.

1.3.1 CRIME INVESTIGATION ANALYSIS (F.B.I).
1.3.2 BEHAVIORAL EVIDENCE ANALYSIS (B. TURVEY).
1.3.3 CRIMEN ACTION PROFILING (R. KOCSIS).
1.3.4 PERFIL GEOGRÁFICO.

Duración: 1 Mes
Precio socio SEIPC: 120 euros I.V.A. incl
No socio: 150 euros I.V.A. incl.


Más información en la web http://www.profilers-seipc.com/ y en el mail formacion@profilers-seipc.com

viernes, 19 de febrero de 2010

II Jornadas de Documentoscopia. 10 y 11 de marzo de 2010 (Alicante)


Nuestro amigo Paco nos informa de la próxima celebración de las II Jornadas de Documentoscopia (días 10 y 11 de marzo de 2010, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante).


Organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante y la Asociación Nacional de Técnicos Universitarios en Documentoscopia y en las que colaboran el Cuerpo Nacional de Policía, el SEIPC y el SECRIM.

La magnífica acogida que tuvieron las I Jornadas de Documentoscopia, celebradas el pasado curso académico, ha determinado la convocatoria de esta segunda edición en la que se abordan aspectos de sumo interés relacionados con una disciplina -la Documentoscopia- cuyos múltiples ámbitos de actuación descansan sobre bases sólidas, científicas y técnicas, que es necesario divulgar con la mayor seriedad.

A la vista de la importancia que tienen las pruebas periciales documentoscópicas en el desenlace de un proceso judicial, resulta más que oportuno que encuentros de estas características tengan lugar en nuestra Facultad de Derecho, donde se imparten diferentes estudios con salidas profesionales en las que los conocimientos en la materia van a resultar de gran utilidad para los futuros egresados.

El interés de los temas a tratar, así como la acreditada solvencia de los distintos ponentes, constituyen, sin duda, garantía del máximo rigor con que se desarrollarán las diversas sesiones en las que se compaginarán aspectos tanto de orden teórico como práctico.


Esperanza Vaello Esquerdo.
Directora Académica.


PROGRAMA


Miércoles 10 de mazo de 2010

SESIÓN DE MAÑANA
09,00 – 09,30 horas.
Entrega de acreditaciones.

09,30 – 10,00 horas
Apertura de las jornadas.
Decana de la Facultad de Derecho: Dña. Amparo Navarro Faure
Directora Académica de las Jornadas: Dña. Esperanza Vaello Esquerdo.
Presidente de ANTUD: D. Francisco José Tortosa López.

10,00 – 11,30 horas
Lingüística Forense: Determinación / Atribución de autoría de un texto.
Ponente: Dña. Victoria Guillén Nieto. Doctora en Filología Inglesa y miembro del IULMA (Instituto Universitario de Lenguas Modernas Aplicadas).

11,30 – 13,00 horas.
Introducción a la Paleografía.
Ponente: D. Raimon Baldequí i Escandell. Profesor de la Universidad de Alicante, Secretario del Departamento de Historia Medieval y Moderna.

13,00 – 14,00 horas.
Debate.


SESIÓN DE TARDE

16,00 – 17,30 horas.
Sistemas de impresión: perspectiva criminológica.
Ponente: D. Juan Cormenzana López, Inspector del Cuerpo Nacional de Policía y Jefe del Área de Documentoscopia.

17,30 – 19,00 horas.
Asesinos en serie: los mensajes escritos.
Ponente: D. Juan Francisco Alcaraz Albertos, Licenciado en Criminología y Fundador del SEIPC (Sociedad Española de Investigación en Perfiles Criminales).

19,00 – 20,30 horas.
El sesgo pericial.
Profesor: D. Francisco José Tortosa López, Licenciado en Criminología y Presidente de ANTUD.

20,30 – 21,30
Debate.


Jueves 11 de marzo de 2010

SESIÓN DE MAÑANA

09,00 – 10,30 horas.
Medidas de seguridad en documentos de identidad.
Ponente: D. Lluis Duque Arnaiz, Cap de Policía Judicial de la Policía Local de Malgrat de Mar.

10,30 – 12,00 horas.
Análisis multiespectral de tintas.
Ponente: D. Jesús Barrón Martín, presidente de la Asoc, nacional de Expertos en Grafística y Documentoscopia. ANPEC.

12,00 – 13,30 horas.
Falsificación de tarjetas de crédito.
Ponente; D. Gonzalo Recio Pacheco, miembro del Cuerpo Nacional de Policía y Vicepresidente de la Asociación Internacional de Policía (IPA) en su delegación de Madrid.

13,30 – 1400 horas.
Debate

SESIÓN DE TARDE

16,00 – 17,30 horas.
Morfología y práctica de la escritura.
Ponente: Dña. Angeles Espinosa Bravo, Calígrafo Público Nacional por la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

17,30 – 19,00 horas.
Automodificación consciente de la escritura.
Ponente: D. Juan Carlos Beiroa Ruibal, Calígrafo Publico Nacional por la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

19,00 – 20,00 horas
Debate
20,00 – 20,30.
Clausura.


LUGAR DE CELEBRACIÓN:
Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante.


INSCRIPCIONES:
En la Secretaría de Títulos Propios de Seguridad Pública y Detective Privado.


FECHAS:
Del 22 de febrero al 3 de marzo.


IMPORTE:
Asociados a ANTUD: 20 euros.
Estudiantes UA y miembros del SECRIM, SEIPC y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: 40 euros.
Resto de asistentes: 50 euros.

Concedidos 2 Créditos de libre configuración.
Solicitada homologación por el IVASP.
Más información en 956 90 35 68
www.ua.es/criminología.

lunes, 15 de febrero de 2010

"LAS CRIMINOLOGÍAS ESPECÍFICAS"



Autor:
Wael Hikal
Presidente de la Sociedad Mexicana de Criminología Capítulo Nuevo León A.C.



LA NECESIDAD DE REORGANIZAR Y SISTEMATIZAR EL CONOCIMIENTO CRIMINOLÓGICO:"LAS CRIMINOLOGÍAS ESPECÍFICAS"

1. Criminología Social. -2. Criminología Demográfica. -3. CriminologíaAmbiental. -4. Criminología Transcultural. -5. Criminología Familiar. -6.Criminología Educativa. -7. Criminología de Consejería Social. -8. Criminología Laboral. -9. Criminología de la Salud. -10. Criminología del Desarrollo. -11. Criminología del Arte. -12. Criminología Informática. -13. Criminología Biológica. -14. Filosofía y Epistemología criminológica. -14.1.Autoridades.



1. CRIMINOLOGÍA SOCIAL

Existen libros de Sociología Criminal, y el padre de ésta es Ferri, tal vez éste por desconocer en su tiempo el término Criminología y además de que él era Sociólogo, es por lo cual la llamó Sociología Criminal, pero después de tantos años por qué no se han cambiado los términos y se crea una Criminología Social que estudie los factores exógenos o físicos que dan origen o influyen en la antisocialidad; de hecho, sí se ha hecho, pero no en obras completas sino en ciertos párrafos o capítulos de obras generales.

La Criminología Social es la rama de la Criminología General, dedicada al estudio de la sociedad en lo que se refiere a los fenómenos de la antisocialidad, estudia el surgir antisocial en conjunto, sus causas, como en sus formas, desarrollo, efectos y relaciones con otros hechos sociales.

La Criminología Social estudia el grado en el que los sentimientos, pensamientos y acciones de las personas se ven influidos por los demás (efecto de la interacción). Se interesa en las consecuencias de las acciones de los grupos y los productos de la cultura en la conducta individual.

Estudia la manera en la que se relacionan las personas, cómo se integran los grupos; busca comprender el motivo de la agresividad negativa, la violencia, la inadaptación al medio, el ir en contra de las normas sociales, los medios de comunicación, sus efectos sociales, etc. La Criminología Social es una ciencia que se apoya de la Demografía, de la Estadística, de la Sociología, de la Antropología y del Derecho, entre otras, para llegar a ser la ciencia de los factores exógenos de la antisocialidad y de la prevención.


2. CRIMINOLOGÍA DEMOGRÁFICA

Criminología Demográfica es la que estudia el tamaño, el crecimiento y la distribución de la población antisocial, de sus características y de su desarrollo a través del tiempo, también estudia las conductas que no son antisociales de manera que puede imaginar o conocer algún problema que se dé en el futuro.

Los datos a que la Criminología Demográfica se refiere son el análisis de la población, nivel de educación, condiciones familiares, condiciones sociales y sus efectos sociales y económicos en el grado de los problemas que se presentan o se pudieran presentar a causa de ciertas deficiencias en la población.


3. CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL

"Las teorías ecológicas aseguran que el ambiente puede tener influencia decisiva en el comportamiento humano, así como de la criminalidad"[218]. La Ecología en el área criminológica representa la influencia que el ambiente ejerce sobre la conducta del sujeto. Por lo tanto, existe la relación antisocial-ambiente. Es tendiente en cuanto a que la personalidad de un sujeto antisocial tiene su formación en múltiples factores y aspectos ambientales que lo circundan y que en su momento favorecen para que se desarrolle el fenómeno antisocial.

Esta Criminología Específica está bien estudiada y desde hace tiempo ya se habían hecho estudios de cómo el clima influye para la realización de cierto tipo de delitos, desde Platón a Montesquieu, Quetelet y Parmelee hasta Wolff con "Introducción a la Psicopatología", Leija Moreno con "Elementos de Criminología", Solís Quiroga con "Sociología criminal", Francisco Valencia con "El crimen, el hombre y el medio: principios de Geografía criminal para la República Mexicana", entre otros, y más recientemente en libros de psicología del desarrollo, en el "Manual de Criminología" de Maguire, Morgan y Reiner y todos aquellos que de momento faltarían enunciar.
La Criminología Ambiental es el estudio de los factores climáticos que influyen en la realización de cierto tipo de conductas antisociales o delitos. Su interés está en los efectos del ambiente en la conducta humana.

Se ocupa de las consecuencias de ciertos factores ambientales como el espacio, la estructura del escenario, el calor, el frío, el ruido, etc. sobre la conducta antisocial, y que el Criminólogo habrá de estudiar. Lo anterior tiene relación porque las personas responden a las variables del ambiente; por ejemplo, habrá personas a las que el calor les moleste o les agrade, lo mismo con el frío, y esas variables condicionarán su comportamiento. Las fuerzas externas estimulan a los individuos a actuar de cierta manera, ya sea realizando una conducta o evitándola.

Según, Eamonn Carrabien, et al:

Existen cuatro categorías principales de delitos ambientales en los cuales el ambiente se ha degradado a través de la acción humana (en todos los cuales se han hecho esfuerzos legislativos), estas categorías son la contaminación del aire, crímenes de deforestación, crímenes para la extinción de especies y contra los derechos de los animales y crímenes de contaminación del agua[219].

Otro tipo de delitos son los derivados hacía los grupos protectores del ambiente; por ejemplo, Greenpeace, Friends of the Earth, Earthscan, entre otros, puede ser tal la presión de estos grupos a Gobierno o a empresas, que logran atentar contra ellos, otro ejemplo, es el crimen organizado, pues la prohibición a la venta de materiales tóxicos, lleva al tráfico ilícito de éstos (combustibles, petróleo).

Por otro lado, existe el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el cual se encarga de:

Evaluar y determinar el estado del medio ambiente mundial, determinar qué cuestiones del medio ambiente requieren una cooperación internacional, proporcionar asistencia para formular una legislación ambiental internacional e integrar cuestiones ambientales en las políticas y programas sociales y económicos del sistema de las Naciones Unidas[220].

4. CRIMINOLOGÍA TRANSCULTURAL

La Criminología Transcultural estudia las diferentes formas de manifestación antisocial de un grupo a otro, así como su estructura y funcionamiento. Se refiere al estudio de la antisocialidad de una ciudad a otra, de un Estado a otro, así como de un país a otro. Estudia el modo de operar de la antisocialidad a manera individual o grupal. Estudia las culturas de los diferentes lugares y compara la violencia de una cultura antisocial o criminal con otra. También estudia el desarrollo de las subculturas antisociales o criminales, de los factores ambientales o físicos que influyeron en su desarrollo.

5. CRIMINOLOGÍA FAMILIAR

La Criminología Familiar estudia los problemas familiares y cómo éstos influyen en la conducta de los individuos. Estudia la situación económica de la familia y sus consecuencias por la falta de atención a los hijos y cómo éstos van desarrollando conductas antisociales por el abandono, así como un distanciamiento hacia los padres. También el ambiente familiar exhibe desajustes dinámicos que son reflejados en falta de autoridad y/o castigo excesivo para los hijos o para los demás miembros.

El estilo de vida de una familia define de manera decisiva los patrones que sigue una persona para su estilo de vivir, vestir, hablar, beber y otras variadas formas de actuar diario de una persona. Cabe señalar que la familia es la primera y más importante escuela que los seres humanos recibimos, y no hay algo más fuerte que pueda cambiar la educación que nos han dado en casa; a pesar de la educación escolar, es la familiar la que predomina de manera tal vez permanente. Lo anterior queda resumido en la frase de Garófalo: "la educación familiar no es más que la continuación de la herencia"[221].


6. CRIMINOLOGÍA EDUCATIVA

Darwin opinaba que:

Una creencia inculcada constantemente durante los primeros años de la vida, cuando el cerebro es más impresionante, parece que llega a adquirir la naturaleza de un instinto; y la verdadera esencia de un instinto es que se obedece, independientemente de la razón[222].

Beccaria señalaba que: "el más seguro pero más difícil medio de evitar los delitos es perfeccionar la educación, en vez de hacerlo por el incierto del mando y de la fuerza, por cuyo medio se obtienen sólo una disimulada y momentánea obediencia"[223].

La Criminología Educativa se refiere a los procesos relacionados con la educación que tendrán influencia en las conductas antisociales, ya sea para evitarlas y/o controlarlas. Esta Criminología tiene como objetivo la prevención de la criminalidad o antisocialidad, ya que es en la escuela en donde se pueden detectar las conductas antisociales y darles pronto una solución, para con esto evitar que el sujeto se convierta en un antisocial en vez de alguien productivo para la sociedad.

La ciencia criminológica se tendrá que abrir campo para evitar el fracaso escolar por medio de diversos modos que tendrá que reevaluar y aplicar con su propio enfoque, dentro de esas formas se encuentran las siguientes maneras de acuerdo con Gallegos Díaz:[224]

Estimular la curiosidad y las actitudes de investigación; Valorar y descubrir las expresiones y capacidades, dotes específicos y singularidad de cada niño; Apoyar y favorecer las actividades imaginativas y creativas, donde el niño participe activamente; Respetar todos en la familia los libros y signos culturales, el esfuerzo y aprendizaje nuevos; Estimular la opinión de hechos e informaciones, sólo después de haberlas analizado y comprendido, evitando la negación absurda; Enseñar a valorar sus propias ideas, que evitará el miedo o la envidia a las de los demás y el cerrarse a ellas de forma negativa e intolerante; y Mantener con los profesores contactos personales frecuentes sin esperar a que surjan problemas.

"Rosseau opinaba que la manera de evitar el peligro en sociedad era conduciendo a la persona a depender de ciertas cosas, esas cosas son los libros"[225]. Ya también decía Sigmund y Anna Freud, Alexander, Staub y Adler, Tieghi, entre otros, concluyen que a los niños hay que inculcarles preceptos educativos de control y socialización para prevenir conductas peligrosas.

Para concluir se pasa a recordar una frase concluida con el maestro Francisco Castro acerca de cómo prevenir la drogadicción en los niños: "es mejor tener a un niño tras las rejas de la escuela que tras las rejas de la cárcel".


7. CRIMINOLOGÍA DE CONSEJERÍA SOCIAL

La Criminología de Consejería Social es el estudio de los problemas que se dan en el desarrollo de las relaciones sociales, así como problemas de adaptación. El objetivo de esta Criminología es la prevención de conflictos en la persona, ayudándolo a entenderlos y resolverlos. La responsabilidad del Criminólogo será capacitar a las personas para responsabilizarse de sí mismos. Hacerlos ver sus habilidades y tener confianza en su propia capacidad y eliminar los sentimientos de ir en contra de la sociedad o de algún miembro de ésta.

Frecuentemente se presentan situaciones en las que ciertas personas son conflictivas, no realizan actos delictivos, pero sí causan problemas entre los familiares y/o los vecinos. Estas personas son propensas al rechazo social y esto los conduciría a conductas antisociales posteriores. También vemos a menores disociales que torturan a sus familias con sus actos. La Criminología debe actuar para evitar que dichas conductas continúen y se agraven.

Lo anterior a la fecha es llevado a cabo con el título de "Métodos Alternos de Solución de Controversias" (MASC)[226] los cuales proponen diversas formas de resolver un problema a fin de evitar que llegue a denuncia (y el pesado movimiento de la máquina penal) o que en el caso ya de la denuncia poder solucionar el asunto de formas más p acíficas, así como la justicia restaurativa[227]; por ejemplo, mediante la negociación, la mediación, la conciliación y el arbitraje, entre otras herramientas que se puedan utilizar para el fin ya expresado.


8. CRIMINOLOGÍA LABORAL

Luthans y Kreitner consideran que:

En la actualidad, abundan los problemas humanos en las organizaciones. Se observa que la productividad del trabajador es baja si se mide por ausentismo, los índices de cambios de empleo, las huelgas no aprobadas, los quebrantos, los productos de baja calidad y la renuencia de los trabajadores a entregarse a sus tareas de trabajo[228].

La Criminología Laboral es la rama de la Criminología General dedicada al estudio de las conductas antisociales que pueda presentar alguna persona en el desarrollo o desde antes de realizar cierto tipo de trabajo. Importante aspecto a observar es también el de la violencia, en el medio laboral tiene expresiones diversas: acoso, hostigamiento sexual, rechazo, discriminación salarial y contractual, así como relegación a tareas subordinadas y de servicio, entre otras.

Esta Criminología se apoyará de la entrevista laboral, en ella podemos apreciar la sociabilidad, la facilidad de palabra, correcta vestimenta e higiene, educación, adaptación, autoconcepto y claridad de ideas de los aspirantes a un determinado puesto. Tiene por objetivo estudiar a la persona e identificar ciertos problemas internos (por medio de observar su conducta se conocerá si tiene tendencias antisociales) y de su ambiente que puedan llevarlo a cometer alguna conducta antisocial (habrá que vigilar al trabajador). No sólo se estudiarán a los que tengan condiciones pobres en sus hogares, sino que también se estudiarán a los sujetos inteligentes y con buenas posibilidades, ya que existe una gran variedad de conductas que pueden realizar en contra de la institución, desde fraudes, robos, acosos, etc. aunque cualquiera de estos delitos se presentan en todo tipo de circunstancias económicas.

La Criminología Laboral deberá utilizar distintas técnicas para detectar problemas:

Detector de mentiras. Se ha determinado que los individuos tienen cambios fisiológicos al momento de estar ante una situación que los pone al descubierto sobre algo. Aquí el Criminólogo hará uso de sus conocimientos para aplicar la prueba de Polígrafo, la entrevista y el interrogatorio; Exámenes médicos. Permiten conocer con exactitud si un empleado puede ser susceptible o no a uno o más tipos de enfermedades o sustancias tóxicas; y Historia personal. Se refiere al ámbito familiar, económico, de salud, educación, sociocultural, condiciones de la colonia, de la vivienda, etc.

Además se estudian las condiciones de estrés laboral, ya que el individuo se enfrenta a problemas como: temperatura, humedad, ruido y vibraciones, iluminación y fuerzas de aceleración y desequilibrio, etc. El Criminólogo tendrá que estudiar cómo estos factores influyen en el comportamiento de los trabajadores, si los estresa, si los pone violentos y el efecto que éstos tienen para dar lugar a las conductas antisociales. Esto es fácil de observar en distintos trabajos; por ejemplo, basta con subirse a un camión a las 7 a.m. o a las 6 p.m. para poder ver cómo los conductores de diferentes vehículos están estresados y se genera violencia que da lugar a colisiones, riñas, etc.

9. CRIMINOLOGÍA DE LA SALUD

La Criminología de la Salud estudia cómo la salud psicológica y fisiológica de los seres humanos es influida por el ambiente.

La definición que hizo la Organización Mundial de la Salud de la palabra "salud" dice: "estado de completo bienestar mental, físico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia". La salud mental se refiere a:

La manera de cómo cada uno de los individuos se relaciona con los demás, tanto en el ámbito familiar, escolar, laboral y en el contacto diario con sus semejantes. Comprende la manera en que cada uno armoniza sus deseos, anhelos, habilidades y valores con los requerimientos para enfrentarse a las demandas de la vida[229].

Esta Criminología pretende mantener un adecuado estado de salud atendiendo o recomendando las necesidades que deben satisfacer los seres humanos: dormir, comer, divertirse, tener un ambiente sano. Aquí habrá que tener la colaboración del psicólogo para que detecte las posibles consecuencias de los problemas psíquicos y físicos, y cómo estos tornan al individuo a un estado de agresividad o depresión. Ambos casos son de interés para la Criminología, ya que si se vuelven violentos, ésta será manifestada en diversos contextos de la vida del sujeto; y si se tornan depresivas, podrá autoagredirse con el suicidio, dejando víctimas tras su deceso (padres, hijos, esposa).

Lo anterior encuentra estrecha relación con la pirámide de necesidades propuesta por Abraham Maslow, en la que de acuerdo a la teoría, se deben cumplir ciertas etapas e ir escalando la pirámide, si no se logra superar la etapa anterior, el sujeto queda con desechos que le dificultan el avance adecuado, lo que lleva a una vida frustrada en diversas áreas de la vida social, afectiva, laboral, entre otras.


10. CRIMINOLOGÍA DEL DESARROLLO

Las ciencias del desarrollo se han centrado en la descripción, las explicaciones y las modificaciones que los individuos tienen desde el nacimiento hasta la muerte. Entre las ciencias del desarrollo se encuentran principalmente la Psicología, la Antropología, la Biología, la Sociología, y ahora hay que abrir campo a la Criminología.

La Criminología del Desarrollo estudia la evolución de los seres humanos desde el nacimiento hasta la ancianidad. Por tratarse de Criminología, ésta estudiará además los problemas que se presentan en cada etapa del desarrollo para poder determinar qué dificultades fueron las que influyeron en el sujeto como factores criminógenos para que su conducta se tornara antisocial, y del conocimiento de éstos, realizar la prevención.

Está relacionada con los factores endógenos y exógenos; es decir, cuáles son las influencias sociales e individuales que llevan a la antisocialidad, la dificultad reside cuando se concibe a un organismo que se desarrolla en el contexto de un ambiente, y que dicho ambiente tendrá exigencias sociales que cambian al individuo. Los elementos que influyen en la antisocialidad son elementos biológicos, psicológicos y sociológicos. También se puede centrar al estudio de los problemas que se dan en cada etapa de la vida y las conductas antisociales que se dan en cada una de éstas[230].

Esta se acompaña de una Criminología de la Personalidad, de la Anormalidad, Conductual, Psicoanalítica, entre otras, temas que igualmente se recogen en la Psicología del Desarrollo, sobre la cual se ha sistematizado ésta Criminología.

11. CRIMINOLOGÍA DEL ARTE

Leonardo Da Vinci decía que: "no es difícil detenerse algunas veces y mirar las manchas de las paredes, o las cenizas después del fuego o las nubes o en muchos lugares... encontraras cosas realmente maravillosas"[231].

Para Luzadder y Duff:

El dibujo ha sido el medio más importante de transmisión de ideas mediante líneas. Es natural que el ser humano represente sus ideas en forma gráfica, ya que el dibujo es el lenguaje universal. Desde que ha existido la humanidad, ha habido arte[232].

Para Rudolf Arnheim:

Muchos estudiosos se han dado cuenta que el arte es una expresión y un instrumento de la personalidad. Las ideas son metabolizadas en ciertas formas que son material existente dentro de uno. Estas ideas son formas no nacientes que irán guiando a la forma final que buscamos[233].

Al igual que en los grafismos, las expresiones artísticas son proyecciones del alma; o mejor dicho, proyecciones del inconsciente. En una expresión artística se puede ver la agresión, la negatividad, la esperanza, la felicidad, la depresión, etc.

La Criminología del Arte estudia la manifestación de conductas antisociales por las expresiones artísticas (violencia, golpes, sangre, etc.) así como el poder que estas expresiones tienen sobre otros individuos.

El artista elabora imágenes que son las representaciones pictóricas de la realidad, ya que nosotros sólo descubrimos la realidad en el grado en que cristalizamos estas imágenes de lo desconocido; por ejemplo, cuántas veces no se ha deseado tener poderes o ser héroe o villano, ante la imposibilidad de eso se realiza una caricatura o un dibujo que representa lo que se quisiera ser, aquí interviene la proyección por parte de los dibujantes y la identificación de una parte de la sociedad (adultos o menores) con ese personaje. En otros casos se puede ver además de la proyección, la sublimación; basta ver cómo ciertas caricaturas contienen material violento, homicidios, lesiones, erotismo, bestialidad, etc. Según Freud, "el problema de la expresión artística es su origen, ya que se encuentra en la fantasía inconsciente del artista, y dicha expresión proporciona disfraz de las represiones"[234].


12. CRIMINOLOGÍA INFORMÁTICA

La Criminología Informática implica un estudio bastante extenso sobre la Informática (medios electrónicos) y las conductas antisociales que se dan por el uso de un sistema electrónico como medio de comunicac ión. La Criminología Informática es una rama de la Criminología General dedicada al estudio de las conductas antisociales y de los delitos informáticos, ya que en la actualidad la sociedad guarda más información en soportes informáticos que en papel.

Esta tendencia se ve reflejada en el constante crecimiento del número de litigios relacionados con delitos informáticos que requieren de peritajes informáticos como medio de prueba. La elaboración de dictámenes sobre pruebas almacenadas en equipos informáticos requiere de expertos en diversas ciencias de la Criminología, de la Criminalística y de la Informática o Computación. Este no es el único objeto de estudio de la Criminología Informática pero si uno de los temas que más abundarían.

Por otra parte, la Criminalística Cibernética se desarrolló como investigación de las técnicas por las cuales la información criminalística se transforma en la actuación deseada; es decir, ordenar a un mecanismo a hacer un trabajo teniendo como base de datos información criminalística ya dada. Este elemento del modelo cibernético se refiere a la comunicación de retroalimentación.

Esta Criminalística Cibernética no es nueva, ya que desde hace tiempo existen programas computacionales para identificar y reconstruir hechos; por ejemplo, programas para identificar huellas digitales, para reconstruir el campo donde se desarrolló un delito, entre otros.


13. CRIMINOLOGÍA BIOLÓGICA

Vázquez Rosado considera que:

Estamos en un momento histórico crucial donde la nueva tecnología investigativa habrá de ayudar a entender mejor con evidencia clara y contundente el verdadero espectro de posibilidades en variables de índole biológica, orgánica, congénitas o heredadas[235].

Para Werner Wolff "el organismo es una unidad en la que cualquier cosa que afecte el cuerpo también afecta la organización psicológica e, inversamente, cada cambio psíquico producirá el correspondiente cambio somático"[236].

La Criminología Biológica busca las bases fisiológicas del comportamiento anormal de los seres humanos que los predisponen a la antisocialidad.

Investiga la causalidad física; es decir, la relación entre el hecho somático y la criminalidad o el comportamiento violento. Esto es algo complicado que requiere de estudios profundos[237].

El antecedente de ésta son los estudios de Lombroso, Di Tullio, Sheldon y Quiroz Cuarón, entre otros, quienes estudiaban la anatomía y la fisiología de los delincuentes. Otro antecedente es la lobotomía o psicocirugía (que consiste en agredir las células conectoras de los lóbulos prefrontales) y la introducción de microelectrodos (que permitía el monitoreo y el control de la conducta).


14. FILOSOFÍA Y EPISTEMOLOGÍA CRIMINOLÓGICA

Indudable que el más reconocido investigador en Criminología de los 70's, 80's y 90's fue Luis Rodríguez Manzanera, siendo él, formador de muchos ahora ya criminólogos, y reformador de leyes, sistemas políticos y académicos, entre otros, mismo motivo de este capítulo de Criminologías especializadas. En su libro "Criminología", trata de la síntesis criminológica[238], haciendo referencia a las Criminologías especializadas; por ejemplo a la Criminología antropológica, Criminología psicológica, Criminología sociológica, entre otras, y destaca que en ciertos países la tendencia es variada, en algunos biológica como en Italia y en otros sociológica como en Estados Unidos de América, de ello, se hace notar que en México (como se señaló anteriormente), la tendencia es sintética-estática (no ha habido novedad editorial ni especialización).

La criminalidad que actualmente tiene México, exige nuevos conocimientos que den forma a las leyes y políticas públicas para tratar y prevenir el delito, además de reformar los sistemas académicos en las escuelas de Criminología.

A pesar que el autor en mención, recalcó tales Criminologías especializadas, su desarrollo no se hizo ver por otros investigadores, ni por éste, así como ni por la Sociedad Mexicana de Criminología, que suponía difundir los avances científicos, tal omisión, consecuencia de las dificultades con las que se desarrolló la Criminología en México, la presión política (como señalan Neuman y Beristain en su obra "Criminología y dignidad humana"), la monotonía bibliográfica (con obras tituladas de manera similar y sin mayor propuesta), además de la pereza por la investigación científica de profesores y criminólogos que recién nacían, provocó el paso lento de la
evolución de la ciencia criminológica.

De lo anterior, es la necesidad del análisis y desarrollo del presente capítulo y las Criminologías propuestas, para que se desarrollen, modifiquen y mejoren a través del ejercicio filosófico.

La Filosofía proporciona los cimientos lógicos de la ciencia, o las ideas referentes a las maneras en que podemos adquirir conocimiento, todo progreso requiere un proceso filosófico. La Filosofía de la ciencia se refiere al examen filosófico de la ciencia; es decir, de sus problemas, métodos, técnicas, estructura lógica, resultados generales, etc., y también si la ciencia es capaz de revelar la verdad, a esto también se le puede llamar como examen epistemológico; es decir, cuestionar hasta sus últimas consecuencias el conocimiento a fin de hallar su origen y realidad.

La Filosofía Criminológica es la parte de la Filosofía General que se refiere al proceso de pensar en todo lo relacionado con la Criminología, acumula todo el conocimiento útil para el entendimiento del fenómeno antisocial, es un acumulamiento que nunca termina.

Esta Filosofía se ha realizado desde hace siglos, está ligada con las ideas por entender a la conducta antisocial. Eso se hacia hace siglos, en la actualidad se hace con intención de encontrar nuevas formas de tratamiento a los fenómenos antisociales, así como el de aplicar los conocimientos de otras ciencias a la Criminología; y claro, el análisis de la propia Criminología para mejorarla y comprenderla más.

Filosofía significa amor por la sabiduría. Esta definición convierte a la Filosofía Criminológica en una tendencia que nunca finaliza, en una búsqueda sin fin del verdadero conocimiento de la realidad.


14.1. AUTORIDADES

Esta rama de la Filosofía junto con la Epistemología se ha realizado ya por otros autores cuyas obras son de arte y de análisis profundo; aunque cabe señalar, que leer y hablar de Filosofía no es algo fácil, se requiere una capacidad pensante muy paciente para entenderla y a la vez muy acelerada para hacer análisis y conclusiones.

Por mencionar algunas autoridades de la Filosofía Criminológica; a consideración, podemos citar a Gutiérrez Sáenz con "Historia de las doctrinas filosóficas"[239], Carlos Elbert "Criminología Latinoamericana" [240], Tieghi "Criminalidad, ciencia, Filosofía y prevención"[241], César Herrero "Criminología", Quiroz Cuarón "Medicina Forense"[242], Márquez Piñero "Criminología"[243], Orellana Wiarco "Manual de Criminología", Parmelee "Criminología"[24 4], Zaffaroni "Criminología", Baratta "Criminología Crítica y crítica al Derecho Penal" [245], Carrancá Y Rivas "Derecho Penal mexicano"[246], Beristain y Neuman "Criminología y dignidad
humana", García-Pablos De Molina, Criminología", López Vergara, Criminología"[247], Pérez Pinzón y Pérez Castro, Curso de Criminología[248], entre muchos otros latinos y extranjeros que se dedican a la "poesía criminológica".

El objetivo de este capítulo es motivar a los Criminólogos a que desarrollen nuevos paradigmas criminológicos (conjunto de conocimientos criminológicos universalmente reconocidos que proporcionan los modelos de problemas y soluciones a una comunidad de Criminólogos y demás científicos) que hagan que la Criminología crezca científicamente.

A partir de estas nuevas Criminologías, la Criminología General tendrá por objetivo esencial el coordinar, confrontar y comparar los resultados de las Criminologías Especializadas. Mauricio Parmelee opinaba que: "la Criminología es híbrida", y se está de acuerdo con él; pues, sin Criminologías Específicas, la Criminología seguirá siendo el producto mezclado de otras varias.




[218] San Juan, César, Bermejo, Fernando y Ocáriz, Estefanía, "Foreign juvenile offenders in Germany, Italy, France and Spain theories, profiles and notes for a social policy", International Annals of Criminology, Vol. 45, International Society of Criminology, París, 2007, p.81.
[219] Carrabine, Eamonn, et al., Criminology, Taylor & Francis, UK, 2004, p. 316.
[220] Naciones Unidas-Centro de Información, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, dirección en Internet: www.cinu.org.mx/onu/estructura/programas/pnuma.htm, México, Cuba y República Dominicana, 2009.
[221] Cit. pos Garófalo, Rafael, La Criminología, s.e., El Progreso, Madrid, p. 178.
[222] Ibid, p. 126.
[223] Beccaria, Op. cit., p. 129.
[224] Cfr. Gallegos Díaz, Juan J., Prevención de la drogadicción en la
familia (Tomo I), s.e., s.E., Madrid, 1998, p. 159.
[225] Cit. pos Skinner, Op. cit., pp. 83 y 84.
[226] Cfr. Gorjón Gómez, Francisco Javier y Sáenz López, Karla Annett Cynthia, Métodos alternos de solución de controversias, Compañía Editorial Continental, México, 2007.
[227] Cfr. Neuman, Elías, La mediación penal y la justicia restaurativa, Porrúa, México, 2005.
[228] Luthans, Fred y Kreitner, Robert, Modificación de la conducta organizacional, Trillas, México, 1980, p. 17.
[229] "Apuntes de la cátedra de Psicología Criminológica l, Universidad Autónoma de Nuevo León, México, 2005.
[230] V. Cassel, Elaine & Bernstein, Douglas A., Criminal Behavior, 2nd ed., Routledge Taylor & Francis , UK, 2008. Explores crime as a developmental process from birth through to early adulthood. It further examines the role that legal, political and criminal justice systems play in its development. Disponible en: www.routledge.com.
[231] Cit. pos Jung, Carl G., et al, Man and his symbols, 16th ed., Dell Publishing Co., Inc., U.S.A., 1977, p. 10.
[232] Luzadder, Warren J. y Duff, Jon M., Fundamentos de dibujo en Ingeniería, 11ª ed., Prentice-Hall, México, 1995, p. 3.
[233] Arnheim, Rudolf, Toward a Psychology of Art, University of California Press, U.S.A., 1966, pp. 337 y 362.
[234] Cit. pos Sánchez Vázquez, Adolfo, Antología, Universidad Autónoma de México, México, 1972, p. 39.
[235] Vázquez Rosado, Angie, "Psicología forense: sobre las causas de la conducta criminal", dirección en Internet: www.psicologíacientifica.com, Puerto Rico, 2004, p. 1.
[236] Wolff, Werner, Introducción a la Psicopatología, Breviarios del Fondo de Cultura Económica, México, 1976, pp. 44 y 45.
[237] Walsh, Anthony & Beaver, Kevin M., Biosocial Criminology, Routledge Taylor & Francis, UK, 2008. The authors cover behavior and molecular genetics, epigenetic, evolutionary biology, and neuroscience, and apply them to various correlates of crime such as age, race, and gender. Disponible en: www.routledge.com
[238] V. Rodríguez Manzanera, Luis, Criminología, 18ª ed. Porrúa, México, 2003, pp. 59 y 60.
[239] Cfr. Gutiérrez Sáenz, Raúl, Historia de las doctrinas filosóficas, 34ª ed., Esfinge, México, 2002.
[240] Cfr. Elbert, Carlos, Criminología Latinoamericana, Universidad, Buenos Aires, 1996.
[241] Cfr. Tieghi, Osvaldo N., Op. cit. (Criminalidad).
[242] Cfr. Quiroz Cuarón, Alfonso, Medicina Forense, 11ª ed., Porrúa, México.
[243] Cfr. Márquez Piñero, Rafael, Op. cit.
[244] Cfr. Parmelee, Mauricio, Op. cit.
[245] Cfr. Baratta, Alessandro, Op. cit.
[246] Cfr. Carrancá y Trujillo, Raúl y Carrancá y Rivas, Raúl, Derecho Penal mexicano, 21ª ed., Porrúa, México, 2001.
[247] Cfr. López Vergara, Jorge, Op. cit.
[248] Cfr. Pérez Pinzón, Álvaro Orlando y Pérez Castro, Brenda Johanna, Op. cit.

lunes, 8 de febrero de 2010

PROFILING, "esencial para resolver una investigación criminal"


Conocido por casi todos vosotros , Vicente Garrido, experto en Criminología, Delincuencia Juvenil, y Derecho Penal de menores de la Universidad de Valencia , impartió hace unos días en la UCAM (Universidad Católica San Antonio de Murcia) una conferencia titulada "El perfil de la investigación criminal. La autopsia psicológica y el análisis de vinculación "

Vicente Garrido describió durante su intervención las peculiaridades del trabajo del investigador criminalista, explicando que la definición del llamado perfil criminológico o 'Profiling' es fundamental a la hora de resolver con éxito una investigación criminal. “El Profiling persigue describir, explicar y predecir, las características de la persona que ha cometido un delito, y cuya identidad se desconoce. El criminólogo debe recoger información sobre la escena del crimen, la víctima y los testigos, a fin de elaborar este perfil de forma adecuada”.

Destacó asimismo como objetivos fundamentales del 'Profiling', la descripción de las características del sospechoso, definir posibles escenarios de un crimen, vincular distintos crímenes, apoyar los interrogatorios realizados a posibles sospechosos, orientar la investigación criminal por nuevos caminos y permitir la realización de las llamadas autopsias psicológicas.

Fuente: Cartagena de Ley


Aprovechando el hilo sobre el tema, os dejamos otro trabajo que el célebre criminólogo publicó hace unos años.



EL PERFIL CRIMINOLÓGICO COMO TÉCNICA FORENSE

Esta ponencia introduce los fundamentos del perfil criminológico como técnica para la comprensión de la actividad criminal. En la medida en que su empleo resulte eficaz, la policía dispondrá de una mayor orientación para buscar al responsable de los delitos. Otras aplicaciones de esta técnica son el análisis de la estrategia de interrogatorio más apropiada para casos complejos y el apoyo a la tarea del diagnóstico mental y de personalidad para los tribunales. Todo esto no puede tratarse aquí, en estas páginas, donde me centro en el nacimiento y características fundacionales del perfil. Sin embargo, en la exposición oral podré ocuparme de aspectos más específicos que ilustran la aplicación del perfil como técnica forense.

1. CONCEPTO DE PROFILING (PERFIL CRIMINOLÓGICO)

Los profesionales que se han encargado de practicar el perfil criminal han incluido históricamente un espectro numeroso de investigadores, científicos del comportamiento, de las ciencias sociales y expertos forenses. Su contribución se ha dirigido a reducir el número de los posibles sospechosos, ayudar a vincular diferentes casos criminales, y a desarrollar nuevas líneas de investigación en casos no resueltos que están "atascados".

El término offender profiling ("perfil del delincuente") fue creado por los agentes del en el centro de entrenamiento de FBIQuantico (Virginia Oeste) en los años 70, para designar la técnica de describir el comportamiento y características probables del autor desconocido de un asesinato. El primer caso que se conoce es el de Susan Jaeger, una niña que desapareció en 1973 en el estado de Montana (EE.UU), y a la que la policía llevaba más de medio año buscando infructuosamente. Había sido secuestrada mientras dormía en su tienda de campaña, haciendo camping con sus padres. Siete meses más tarde apareció muerta en un bosque cercano, gravemente mutilada.

El FBI sugirió que el asesino era un varón blanco, que vivía cerca del camping, y que posiblemente contara con algún arresto previo. Probablemente, se anotó también, habría guardado algún recuerdo físico del hecho. El perfil condujo ante un sospechoso, David Meirhofer, quien sin embargó negó los cargos. Cuando, más tarde, la madre grabó una llamada anónima que recibió, en la que se le informaba de que su hija había sido secuestrada, se comprobó que el sospechoso había hecho esa llamada. Antes de que se ahorcara en su celda, la policía comprobó que también había cometido otros tres asesinatos.

Tal y como escriben Holmes y Holmes en su libro clásico Profiling violent crimes ("La perfilación de los delitos violentos"), la técnica del perfil, o la evaluación aplicada a la investigación criminal, es un "intento elaborado de proporcionar a los equipos de investigación con la información específica en torno al tipo de individuo que ha cometido un cierto crimen". Usualmente los perfiles son más eficaces en aquellos casos en los que un delincuente desconocido ha mostrado indicios de psicopatología. En esta categoría incluiríamos delitos como el asesinato serial, la violación, la piromanía, robos de bancos y el secuestro y abuso sexual de niños.

El perfilador aparece así como un miembro más de un equipo que ha de basarse en el trabajo combinado de todos los que intervienen en la investigación. Por ello, los perfiles deberían basarse en el examen adecuado de todos los aspectos del caso, esto es, los informes de la policía, del laboratorio forense, de las autopsias, fotografías y vídeos, dibujos de la escena del crimen, mapas de las diversas zonas implicadas, e incluso de la impresión de los propios investigadores. Igualmente, los perfiles deben de ser capaces de ubicar al responsable en lo que Keppel ha denominado ‘un continuo de violencia’, es decir, "en qué lugar se halla el criminal en su secuencia de acciones violentas, con objeto de determinar cuál es la firma del asesino y adónde le puedan llevar sus fuerzas psicológicas (…and where his psychological forces might be driving him)".

La expresión preferente que vamos a emplear en este texto es la de "perfil criminológico", o en ocasiones el término en inglés profiling, pero lo cierto es que, como hemos visto ya en el caso del FBI, el término más extendido es el del "perfil del delincuente". No obstante, también se conoce con otras expresiones, tales como perfil comportamental, análisis de la escena del crimen, perfil de la personalidad criminal, perfil psicológico y, más recientemente, análisis de la investigación criminal. Estas expresiones, debido a que no existe un único método de realizar el perfil, se suelen utilizar de modo intercambiable. Nuestra preferencia por la expresión de perfil criminológico proviene de la idea de que un buen perfil exige el conocimiento aplicado e integrado de las ciencias del crimen, esto es, de la Criminología. Y, por otra parte, muchas de las actividades del perfilador van más allá de sugerir la descripción del sospechoso de un crimen o una serie de crímenes, aunque sea ésta la tarea más relevante que suele acometer. De este modo, un perfil criminológico no necesariamente versa sobre las características del delincuente desconocido, sino que en conjunto puede versar sobre estas tareas:

1. Una descripción de la personalidad y características descriptivas del autor desconocido de un crimen o una serie de crímenes.

2. Un estudio sobre dónde puede tener su residencia y/o su base de operaciones para cometer sus delitos.

3. Una valoración sobre la probabilidad de que cometa futuros delitos y su ubicación.

4. Una valoración del caso para proveer al equipo de investigación de nuevas vías de trabajo, por ejemplo, vinculando crímenes diversos en un mismo autor (o diferenciándolos).
5. Consejo especializado acerca de cómo gestionar la relación con los medios en un caso de asesinato o violación serial o de un delito particularmente perverso o violento (por ejemplo, un asesinato múltiple en un solo acto).

6. Apoyo en la dirección de las entrevistas (interrogatorios) con el (los) posible sospechoso.

¿Cuándo es más útil emplear esta técnica? Holmes y Holmes señalan que "cuando el investigador tiene ante sí un crimen en el que están ausentes los motivos habituales, un perfil puede ser el instrumento esencial para la resolución exitosa del caso".

2. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA MULTIDISCIPLINAR

El perfil criminológico hunde sus raíces en la Criminología, en la Psiquiatría y Psicología, y en las ciencias forenses. En todas sus diferentes formas, siempre ha tenido el objetivo de inferir características delictivas para la investigación criminal o para determinar ciertos hechos que van a ser considerados en la sala de justicia. Lo que ha variado ha sido el fundamento, los elementos considerados para realizar tales inferencias.

2.1. La criminología

Es un lugar común decir que Cesare Lombroso (1835-1909) fue uno de los primeros criminólogos en intentar clasificar a los delincuentes de un modo formal para realizar comparaciones estadísticas. En efecto, mediante la recogida de información en torno a aspectos como edad, raza, sexo, rasgos físicos, educación y región geográfica, entre otros, de delincuentes semejantes, Lombroso pretendía comprender los orígenes y motivaciones de la conducta criminal, así como predecirla. En su obra esencial, El hombre delincuente (1876), estudió a 383 reclusos italianos, y diferenció tres grandes tipos:

a) Criminales natos: delincuentes degenerados, primitivos, cuya psicología y rasgos físicos se correspondían con la de hombres de periodos anteriores de la evolución humana (atavismo). Entre esos rasgos físicos denotadores de la criminalidad atávica se hallaban, entre los 18 que cita, los siguientes: cara asimétrica; mandíbula y pómulos grandes; orejas de gran tamaño, o realmente pequeñas, o de forma de asa como las de los chimpancés; dentadura anormal; brazos excesivamente largos; dedos en las manos y pies de más; bolsas en las mejillas; y barbilla hundida, o excesivamente larga, o corta y plana, como la de algunos simios.

b) Criminales enfermos: delincuentes que sufrían de enfermedades o deficiencias mentales y físicas.

c) Criminaloides: un grupo muy numeroso de delincuentes sin características especiales. No tenían defectos mentales, pero su constitución mental y emocional les predisponía al delito.

Es obvio que Lombroso se sintió influido por la teoría de la evolución de Darwin, quien señaló cómo los simios y los hombres estaban emparentados en la línea evolutiva. De ahí a pensar que los delincuentes tenían más rasgos propios de "monos" que del hombre culto contemporáneo, no había un gran paso, eso sí, si se dejaba llevar uno por la imaginación más que por el rigor de los datos tomados.

Sin embargo, Lombroso no se interesó por la investigación criminal en sí. Si él puede ser llamado, con justicia, el "padre de la criminología", el profesor alemán Hans Gross, quien estableció un museo de criminología en la Universidad de Graz, puede ser llamado el "padre de la aplicación de la criminología a la investigación criminal". Su obra de 1893, La investigación criminal: Un manual práctico para magistrados, policías y abogados, fue todo un éxito en aquellos años, y todavía hoy, la revista forense que él fundó, titulada "Criminología" (Kriminologie), es un referente importante en lengua alemana para el campo de la investigación criminal.

En su manual, Gross ofrecía varios métodos para perfilar la conducta de asesinos, incendiarios, ladrones, mujeres que testificaban una violación falsa, y otros tipos. Una idea esencial de su filosofía de investigación sigue siendo hoy de enorme vigencia, a saber, que los criminales han de ser comprendidos fundamentalmente a través de sus delitos, y que hay que prestar una gran atención a la conducta del delincuente. Así, escribió que:

… En casi cada caso el ladrón ha dejado el rastro más importante de su paso, es decir, la manera en la que él ha cometido el robo. En efecto, cada ladrón tiene su estilo característico o modus operandi, del cual rara vez se aparta, y que es completamente incapaz de abandonar por completo; a veces este rasgo distintivo es tan visible y llamativo que incluso el policía novato puede detectarlo sin dificultad; pero, por una parte, el novato no sabe cómo agrupar, diferenciar o utilizar eso que ha observado, y, por otra parte, el carácter particular del procedimiento mostrado por el delincuente en ocasiones no es tan fácil de reconocer.

En su otra obra bien conocida, "Psicología criminal", de 1968, Gross muestra de nuevo la importancia del perfil criminológico, al señalar que el investigador ha de interpretar el delito de acuerdo con la psicología del autor que revela:

¿No es bien conocido que cada acto es el producto del carácter total del que actúa? ¿No se tiene por cierto que el acto y el carácter son conceptos correlativos, y que el carácter por medio del cual el acto va a ser establecido no puede ser inferido por el acto sólo?. . . Cada acto particular es concebible sólo cuando un carácter determinado del autor es tomado en relación con él, esto es, un cierto carácter predispone a determinados actos, mientras que otro carácter hace que éstos sean impensables en esa otra persona.

Otro hito sustancial en esta breve historia lo constituyó la aparición del libro de 1935 "La investigación criminal moderna" (Modern Criminal Investigation), a cargo del Inspector en jefe de la policía de Nueva York, John O’Connell, y del profesor sueco de criminología Harry Soderman. Además de ofrecer perfiles detallados de diferentes tipos de delincuentes, como los que roban con violencia, en inmuebles, o los que roban en tiendas, estudiaron de modo preciso el modo en que la evidencia física y las conductas de los delincuentes pueden llevar a identificar con provecho a sujetos sospechosos de asesinato. Fueron de los primeros que reconocieron la importancia de analizar con esmero aspectos tales como el motivo para el crimen, armas empleadas, vías utilizadas y objetos recogidos en la escena del crimen.

Pero mucho del trabajo criminológico aplicado a la investigación criminal pronto llegó a ser desarrollado por los científicos forenses, lo que fue un paso lógico en la evolución de la ciencia del perfil criminológico. Hoy podemos decir que la investigación criminal tiene que ver más con la tarea de recoger hechos (mediante entrevistas e interrogatorios), mientras la investigación forense se relaciona con la recogida de la evidencia física, y las ciencias del comportamiento con los aspectos psicosociales del escenario del crimen.

2.2. La ciencia forense

La patología forense es la rama de la medicina que aplica los principios y conocimientos de las ciencias médicas al campo de la ley. Es tarea del médico forense investigar el cuerpo de la víctima, y los aspectos que hayan impactado sobre dicho cuerpo: heridas, ambiente, enfermedades…

Quizás una de las aportaciones históricas más notables fue la del forense que participó en los crímenes de Jack "el destripador", en el Londres de 1888. En lugar de comparar las características de los asesinatos con otros crímenes ya investigados, el doctor George Phillips se basó en una investigación cuidadosa de las heridas que presentaban las víctimas del asesino desconocido. Es decir, él infirió la personalidad del criminal a través del examen de la conducta que ese sujeto mostraba en su interacción con las víctimas. Por ejemplo, analizando a una de las víctimas, Annie Chapman, Phillips señaló que el asesino tenía conocimientos profesionales, debido a la precisión y limpieza con las que éste extrajo los órganos de su víctima. De este modo, la mutilación fue considerada una conducta que debía relacionarse con el carácter del sujeto que se estaba buscando.

En el devenir subsiguiente de la práctica forense, otros autores han ido dando luz verde al papel de la evidencia física (y la reconstrucción del crimen) en aras de generar un perfil criminológico que facilite la captura del sospechoso. Por ejemplo, el Dr. Paul Kirk, en su obra de 1974 "Investigación criminal" (Crime investigation), dice lo siguiente: "La evidencia física suele ser muy útil para la investigación policial antes de que haya un sospechoso bajo custodia, o incluso antes de que se tenga siquiera a alguien como sospechoso. Si, por ejemplo, el laboratorio puede describir las ropas que llevaba el asesino, dar una idea de su estatura, edad, color del pelo, o una información similar, entonces la investigación de la policía puede estar mucho más dirigida. Todavía más, con frecuencia es posible indicar una ocupación probable, o describir un hábitat con notable precisión a partir de un objeto aparentemente insignificante, hallado en la escena del crimen...".

2.3. Los científicos de la conducta

El psiquiatra es el médico que trata con el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos mentales, mientras que el psiquiatra forense se ocupa de estas mismas cuestiones en el marco de la aplicación de la ley. Por lo que respecta al tema que nos ocupa, no ha sido algo común que el psiquiatra participe en las tareas de investigación criminal. No obstante, la aportación del Dr. James A. Brussel, un psiquiatra americano que vivía en el Greenwich Village de Nueva York, puede considerarse como un paso decisivo en el camino del reconocimiento del perfil criminológico como una herramienta útil a la investigación criminal.

Ya que Brussel era un clínico, no debemos extrañarnos de que su aproximación al perfil criminológico adoptara la forma de un diagnóstico del estado mental del sospechoso, a partir del estudio de las conductas que mostraba en las escenas del crimen. Su método incluía inferir las características personales del sospechoso atendiendo, en parte, a la comparación de las conductas criminales que observaba en el caso investigado con las que él había observado en los pacientes mentales de los que se ocupaba regularmente.

El delincuente que hizo célebre a Brussel fue el "loco de las bombas" (mad bomber), quien entre los años 40 y 50 del siglo XX puso al menos 37 bombas en estaciones de trenes y cines de la ciudad de Nueva York

(Imagen 1)

Brussel determinó que, entre otras características, el sospechoso era un varón eslavo, católico-romano, vivía en Connecticut, padecía de paranoia, tenía conocimientos de electricidad, metalurgia y fontanería, tenía una buena educación, era soltero (posiblemente virgen) y –lo que más conmocionó al público de la época- vestía un traje cruzado de tres piezas, con un chaleco abotonado. Cuando finalmente fue capturado

George Metesky, en 1957, se comprobó que el perfil había sido extraordinariamente preciso (sin embargo, algunos autores han precisado, con cierta malicia, que el mad bomber estaba en pijama cuando fue capturado a las doce de la noche, y no llevaba el famoso traje de tres piezas; pero –reflexionamos nosotros— si estaba en pijama por la hora intempestiva en la que se presentó la policía, ¿cómo iba a llevarlo? Lo cierto es que si hemos de hacer caso al Dr. Brussel, quien escribió sobre este caso y otros en un libro célebre de 1968, cuando regresó de su habitación vestido sí lo llevaba).

Otro caso donde fue requerido el apoyo de los perfiladores fue el del Estrangulador de Boston, quien mató entre 1962 y 1964 a 13 mujeres en esa ciudad. Para este suceso, sin embargo, se optó por crear un "equipo de perfiladores", compuesto por un psiquiatra, un ginecólogo, un antropólogo y otros profesionales. La conclusión de este peculiar comité fue que los asesinatos sexuales eran obra de dos delincuentes diferentes, debido a que había dos grupos de mujeres claramente diferenciadas: uno compuesto de mujeres jóvenes, y otro compuesto de mujeres más mayores, y al hecho de que ambos tipos de víctimas parecían relacionarse con diferentes necesidades psicológicas expresadas en los crímenes. Un autor importante, Brent Turvey, escribe:

El comité opinó que las mujeres mayores estaban siendo estranguladas y asesinadas por un hombre que fue criado por una madre seductora y dominante, que él era incapaz de expresar el odio que sentía hacia ella y que, como resultado, desplazaba esa ira hacia otras mujeres. El sospechoso vivía solo, y si fuera capaz de imponerse sobre su madre dominante, no tendría problemas para expresar amor como una persona normal.

También opinaba el comité que el asesino de las mujeres jóvenes era un hombre homosexual, probablemente alguien conocido de las víctimas.


Imagen 2

El Dr. Brussel (que también fue llamado a opniar) no estuvo de acuerdo con ese perfil, ya que pensaba que el asesino era el mismo en todos los casos. Sin embargo, en abril de 1964, cuando se requirió la colaboración del psiquiatra, los crímenes ya hacía tres meses que habían parado, con lo que el comité fue disuelto.

Lo cierto es que en noviembre de 1964 fue capturado Albert DeSalvo acusado de otros crímenes, quien confesó ser el estrangulador (imagen 2).

DeSalvo encajaba muy bien con el perfil plasmado por Brussel, pero dado que el sospechoso nunca fue juzgado por los crímenes cometidos por el estrangulador, resulta hoy imposible decidir si realmente el perfil tuvo éxito o no. DeSalvo fue asesinado en la cárcel en 1973.

2.4. La explosión del profiling: llega el FBI

El famoso modelo de perfil criminológico del FBI fue iniciado por un investigador de ese cuerpo, Howard Teten, en 1970, quien había sido discípulo de Paul Kirk, y había leído extensamente a Hans Gross mientras era alumno de la Escuela de Criminología de Berkeley, California, al final de los años 50. Teten llamó a su primer libro de perfil criminológico impartido "Criminología Aplicada", y durante 1971 se unió a un agente de Nueva York, Pat Mullany, para impartir cursos en todo el país. Mullany se encargaba de explicar la conducta anormal relacionada con el crimen, mientras que Teten se centraba en discutir cómo podía determinarse la evidencia de conducta anormal a partir del análisis de la escena del crimen.

En 1972 se creó la Unidad de Ciencias del Comportamiento (UCC), dentro del FBI, bajo la dirección del agente Jack Kirsch, donde Mullany y Teten impartieron muchos cursos hasta que se retiraron, en 1975 y 1978, respectivamente. A lo largo de 1990 la UCC sufrió varias transformaciones, y actualmente la unidad encargada de realizar los perfiles criminológicos opera bajo la dirección del Centro Nacional para el Análisis del Crimen.

Los perfiles de la UCC del FBI alcanzaron, al cabo de los años, una gran popularidad. A ello contribuyó una pléyade de libros escritos por agentes y ex agentes que narraban los casos más espectaculares con los que se enfrentaron, y que tuvieron la virtud de narrar acciones policiales mezcladas con historiales criminales y explicaciones acerca de la personalidad de los delincuentes. Estos libros seguían la estela del clásico de memorias escrito por el Doctor Brussel, "El fichero de un psiquiatra criminalista" (Casebook of a crime psychiatrist), publicado en 1968, y se convirtieron en un buen negocio cuando la película "El silencio de los corderos" se convirtió en un éxito mundial a comienzos del decenio de los noventa del pasado siglo. Podemos citar, a modo de ejemplo, las obras: "El que lucha con monstruos" (Whoever fights monsters), escrito por Robert K. Ressler y Tom Shachter (original de 1992), "El hombre del río: Ted Bundy y yo en la caza del asesino de Río Verde" (no traducido: The Riverman: Ted Bundy and I hunt for the Green River killer), de Robert D. Keppel y William J. Birnes (1995), y "El cazador de mentes: En el interior de la unidad de élite del FBI para asesinos en serie" (no traducido: Mindhunter: Inside the FBI elite serial crime unit), de John Douglas y Mark Olshaker (1995).

El FBI no es el único en desarrollar perfiles; siguiendo su ejemplo, muchas agencias estatales de policía de EE.UU. realizan esa misma tarea, y en otros países también han prosperado, caso de Canadá, Reino Unido, Australia y Holanda. En España, que nosotros sepamos, no existe tal unidad, aunque desde luego existen profesionales de la policía cualificados que pueden realizar esa tarea en un momento dado.

3. LAS ESCUELAS DEL PROFILING

Como ocurre con toda ciencia joven –o mejor, con una disciplina que todavía cabalga entre la ciencia y el arte— hay diferentes maneras de proceder que no siempre son compatibles entre sí. Aunque quizás sea prematuro hablar de "escuelas" –ya que esto supone un estadio de desarrollo institucional que es dudoso que se haya conseguido en el profiling— para nuestros propósitos tiene sentido distinguir entre dos grandes escuelas o sistemas de elaborar el profiling. Como suele ocurrir cuando dos sistemas se oponen en sus planteamientos fundamentales, la verdad en cuanto a la utilidad de ambas se queda en un punto de integración, donde el autor de este texto se posiciona.

3.1. La escuela inductiva y la deductiva en el perfil criminológico

La aproximación inductiva descansa en una premisa simple: si ciertos crímenes cometidos por personas diferentes son semejantes, entonces los delincuentes deben también compartir rasgos de personalidad comunes. La información reunida proviene de delitos pasados, delincuentes ya conocidos por la policía y los forenses, y otras fuentes de información como los medios de comunicación.

La ventaja de este método es su rapidez, pero en cambio no se basa en la integración de los desarrollos de los conocimientos de la criminología aplicables al caso (de la psicología, de la geografía, etcétera), ya que el perfil es el resultado de comparar los elementos que unen y separan a las escenas del crimen.

El método deductivo, por otra parte, se deriva de un estudio exhaustivo de la escena del crimen y de la evidencia dejada allí, esa evidencia es tanto física (todos los restos encontrados por los forenses y la policía científica) como psicológica (los actos del agresor). La victimología aquí cobra un papel esencial: "Cuanto más se conoce a la víctima, más se conoce al criminal", escriben Holmes y Holmes. El inconveniente de este sistema es que es más lento y laborioso.

Parece obvio que una combinación de ambos métodos resulta adecuada. Holmes y Holmes ponen el siguiente ejemplo de un perfil elaborado por esa combinación de sistemas:

Una anciana fue asesinada mediante golpes, en su casa. El asesino estaba en su casa cuando ella regresó por la noche, después de haber salido con dosamigas. Esto sugiere que quizás la iba espiando con anterioridad, o bien que supiera sus costumbres. Cuando se estaba desvistiendo en su dormitorio con las luces apagadas, el asesino llegó por atrás y la golpeó en la cabeza hasta matarla. A partir de la escena del crimen se supo que el agresor había estado en casa de la víctima un tiempo antes, ya que había una botella de vino abierta y medio consumida en el vestíbulo, algo que no encajaba con la anciana, una mujer limpia y escrupulosa. El asesino había tenido el tiempo y la tranquilidad suficiente para buscar la botella en la despensa, descorcharla y beberla en parte. Además, las fotos de la víctima y de sus nietos que estaban en el dormitorio habían sido colocadas boca abajo, lo que sugiere un intento de minimizar su empatía por la víctima.

En esta escena del crimen se ve la combinación entre la aproximación inductiva y deductiva. El emplear los conocimientos de la criminología sobre la personalidad de los delincuentes nos permite deducir aspectos relevantes sobre la psicología de este asesino. Pero, igualmente, podemos obtener una información inductiva valiosa mediante el conocimiento de otros casos en los que han sido asesinadas ancianas. Por ejemplo, dada la ausencia de motivación sexual, es más probable que el agresor conociera previamente a la víctima, que fuera un familiar o alguien implicado de algún modo en su vida. Esto último forma parte del método inductivo, porque la afirmación proviene del estudio comparativo de las escenas del crimen donde las víctimas son mujeres ancianas. Sin embargo, también se podía haber deducido que el asesino conocía las costumbres de la víctima, puesto que entró en la casa cuando ella no estaba y, tranquilamente, la esperó agazapado en su habitación hasta que llegara.

Por consiguiente, la parte del perfil que asegura que la víctima y el agresor estaban relacionados podía ser tanto una conclusión inductiva (las víctimas ancianas son asesinadas con mayor probabilidad por conocidos cuando no hay móvil sexual) como deductiva (los actos que llevó a cabo en la escena del crimen). Lo propio del método deductivo es la descripción previa de los movimientos del asesino: el análisis riguroso de la escena del crimen nos permite deducir el comportamiento que realizó en la misma. Aunque favorecemos esta postura mixta, ponemos el énfasis en la perspectiva deductiva: las comparaciones con promedios estadísticos o con tipologías extraídas de los estudios de otros delitos deben ser siempre secundarias a la interpretación correcta de los comportamientos que podemos deducir en la escena del crimen. Es en esta interpretación donde el perfil criminológico obtiene toda su fuerza cuando toma en cuenta todos los datos posibles reunidos por investigadores y forenses.

Por ejemplo, la diferencia existente entre un criminal "organizado" y otro "desorganizado" –según tipología célebre del FBI— es que el segundo es mucho menos cuidadoso que el primero con las huellas que deja en la escena del crimen, es más impulsivo, y sus actos violentos devienen más erráticos y grotescos. Lo vemos en este cuadro:

Cuadro 1

Delincuentes organizados y desorganizados en la violencia exhibida

ORGANIZADO

Mantiene control sobre su comportamiento agresivo.

Hay mayor probabilidad de que viole y torture a sus víctimas antes de morir.

Asesina a su víctima lentamente, de forma metódica y planificada.

DESORGANIZADO

Es incapaz de mantener el control.

Comete actos extremos de violencia, mutila y tiene actos sexuales postmortem con sus víctimas.

Asesina de manera rápida, mata instantáneamente.

Fuente: Morales (2003)


Esta clasificación la ha hecho célebre el FBI, pero con el tiempo ha tenido que crear la categoría de "asesinos mixtos", porque la realidad se niega a encajarse con las categorías ideales. ¿De dónde sacaron Ressler y otros agentes federales de EE.UU. esos dos tipos de asesinos? Lo hicieron comparando casos de psicóticos (como esquizofrénicos) y psicópatas, y viendo qué porcentajes de conductas "organizadas" y "desorganizadas" se podía atribuir a un grupo y a otro. Pero como los datos en los que se basaron para derivar ambos tipos eran pocos, y esos rasgos estaban muy inspirados por la visión y experiencia de los detectives (que no son universales), con el tiempo se dieron cuenta que muchos casos no se correspondían ni con el tipo organizado ni con el desorganizado.

De este modo, el análisis inductivo de una escena del crimen como de un tipo o de otro puede ser rápido, pero inexacto. Nunca debería primar la aplicación de una categoría o de un tipo sobre lo que está mostrando la escena del crimen.

Las comparaciones con promedios estadísticos o con tipologías extraídas de los estudios previos deben ser siempre secundarias a la interpretación correcta de los comportamientos que podemos deducir en la escena del crimen

Ahora bien, una pregunta relevante es: ¿sería mucho mejor el método inductivo si las estimaciones basadas en comparaciones de la escena del crimen –los tipos o categorías construidas— se basaran en estudios estadísticos y empíricos mucho más rigurosos que los llevados a cabo por el FBI?

Esta es, en esencia, la postura de Canter y la Escuela de Psicología Investigativa de la Universidad de Liverpool. David Canter es un psicólogo de formación metodológica, muy versado en estadística y psicología ambiental. Si bien en su obra más famosa de 1994 –Las sombras del crimen (Criminal Shadows)— no es muy crítico con el FBI, con el tiempo ha ido endureciendo su postura, y actualmente sostiene sin ambages que las tipologías del FBI sobre homicidas y violadores son poco útiles, ya que se obtuvieron a través de entrevistas que pueden ser objeto de manipulación por parte del delincuente. También les critica porque, según él, la información que se obtiene de la escena del crimen es poco fiable, ambigua e incompleta, lo que vicia las conclusiones a extraer.

Canter quiere elaborar también tipologías, pero lo hace siguiendo un método estadístico mucho más riguroso, en el que pueda probar su hipótesis principal, a saber, el de la consistencia entre el modo de cometer el crimen y la personalidad del criminal. En concreto, sus fundamentos aparecen en el cuadro siguiente:



La consistencia interpersonal significa que el delincuente tratará a una víctima del crimen mostrando aspectos que también manifiesta en el trato con otras personas en el mundo convencional, por lo que su impronta en su agresión será reconocible: él será consistente en su modo de tratar a las víctimas, porque también es consistente en el modo en que él trata a otras personas –como cualquiera de nosotros— todos los días. Así, escribe Canter en "Las sombras del Crimen":

Una extensión de esto puede denominarse el principio de la consistencia: la forma en que un delincuente trata a sus víctimas nos da mucha información acerca del modo en que trata a la gente con la que mantiene una relación significativa. Por ejemplo, el que un delincuente manifieste en sus delitos un claro deseo por controlar, por poseer sexualmente a una mujer, y que sea capaz de aproximarse a mujeres extrañas empleando un subterfugio, e incluso que pudiera hablar con ellas después del asalto, todo ello indica que hay una alta probabilidad de que el agresor está casado, de que disponga de una mujer sobre la que ejerza su control diariamente. Por el contrario, un hombre mayor con una historia de asalto sexual, pero sin otros delitos, que viola e incluso llega a matar, es generalmente soltero.

Este gráfico ilustra esa consistencia y el fundamento del perfil criminológico:

Figura 1. La consistencia en el actuar delictivo

Tanto el Modus operandi (MO, el "cómo" se lleva a cabo el crimen o la violación) como la "firma" del delincuente (los aspectos de la escena del crimen que revelan su motivación, el "por qué" de ese crimen) se pueden extraer en virtud de esa consistencia. Cuando decimos que el perfil criminológico se puede realizar porque "la escena del crimen refleja la personalidad del delincuente" (Holmes y Holmes), queremos decir que esa personalidad se hace presente en todo su actuar, ya sea éste criminal o no. Y debido a que es el mismo agresor el que actúa en cada crimen, su personalidad estará reflejada, dejará su huella –una huella de comportamiento o psicológica— en sus actos, los que ha impreso en la escena del crimen.

Todos los psicólogos y criminólogos están de acuerdo con esta premisa de la consistencia. Hay diferencias en el grado en que se pone el énfasis en la estabilidad, en la consistencia de los actos a través del tiempo, o bien en el cambio, en la capacidad que tienen los delincuentes para aprender y mudar su modus operandi. Canter quiere demostrar mediante estudios estadísticos rigurosos que esa consistencia es cierta, y por ello correlaciona actos en la escena del crimen, el modus operandi, con aspectos de los delincuentes (cuando son conocidos, por supuesto, y cumplen condena) como sus datos biográficos y antecedentes penales. De ese modo quiere demostrar la inferencia fundamental del perfil, en forma de que si alguien "hace tales actos en la escena del crimen entonces tenderá a tener las siguientes características". Su crítica al FBI es que esa inferencia no está hecha mediante estudios serios, él los hace, analizando a cientos de agresores, cumplimentando largas hojas informáticas de Excel, y luego haciendo los estudios estadísticos complejos apropiados.

Sin duda esto es un paso adelante con respecto al método "silencio de los corderos" del FBI, pero los que son firmes defensores del método deductivo –como Brian Turvey— se apresuran a decir que por muy amplio que sea el estudio estadístico, ninguna categoría previa (o tipo de delincuente) podrá sustituir a la comprensión clara de las evidencias físicas y de conducta que muestra la escena del crimen. Estamos muy de acuerdo con esta idea, pero tampoco sería justo negar el avance que supuso para el profiling toda la obra de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, por más que ahora se observen las goteras que hay en ese tejado.

3.2. Cualidades del autor del perfil criminológico o "perfilador"

¿Qué cualidades ha de tener el autor de un perfil criminológico? El público puede pensar que se trata, sobre todo, de "intuición", pero para Canter se hace necesario emplear un conocimiento más cabal del escenario del crimen, algo que puede entenderse como la habilidad de interpretar "temas" o "historias" (ver punto 4).

Y que consta de las siguientes dimensiones:
a) capacidad de percibir detalles
b) capacidad para percibir patrones de conductas delictivas
c) conocimiento extenso en el que poder comparar los patrones

La tarea de la investigación comportamental forense radica en reunir información para hacer más accesible el conocimiento de esos patrones, y para elaborarlos de modo más fiable, aumentando así la probabilidad de derivar un perfil definido del autor de un delito violento.

Por su parte, Turvey considera que es necesario adoptar una posición psicológica específica frente a la tarea cuando el profesional ha de realizar un perfil criminológico:

1. Procurar liberarse de los deseos y necesidades personales

2. Aceptar que cualquier conducta y sentimiento puede ser objeto de una fantasía de poder o de sexo

Es decir, el investigador ha de ser capaz de comprender desde qué ojos está observando el criminal la realidad, de la misma manera que deberá ser posible para él entender a la víctima de un modo plenamente humano, aun a costa de un cierto coste psicológico por su comprensión empática de su sufrimiento (ver capítulo de victimología).

4. EL CONCEPTO DE CRIMEN COMO NARRACIÓN DE UNA HISTORIA PERSONAL

Canter introduce un concepto elegante para comprender la tarea del perfilador, es el de historia personal: cada crimen es un capítulo de una historia que está narrando el asesino. Si somos capaces de leer correctamente cada capítulo, llegaremos a entender bien a quien lo escribe (su personalidad), y a partir de ahí podremos hacer una descripción de sus características que nos permitirá apresarlo. Escribe Canter que raramente los delitos violentos están al margen de la cólera y la frustración que sienten sus autores, aunque tales sentimientos pueden enmascararse gracias a los hechos realizados por el deseo de evitar la detección, o por la creencia que alberga el asesino de que, simplemente, lo que él está haciendo es obtener "simple justicia".

En efecto, a través de sus acciones el delincuente nos dice cómo ha elegido vivir su vida. El desafío está en sacar a la luz su destructiva historia de vida, descubrir la trama en la que el crimen parece jugar una parte significativa. Además, en los crímenes violentos necesitamos comprender el modo en que las acciones delictivas coexisten junto con el comportamiento cotidiano, no antisocial, del delincuente.

La persona es una consecuencia tanto de estados como de procesos, viviendo en una "estabilidad dinámica", la cual se forma, por una parte, con sus capacidades y su medio social, usualmente estables, y sus habilidades y percepciones, generalmente más dinámicas, ya que evolucionan a medida que el sujeto va relacionándose con el mundo.

¿Cómo interpretamos esta dualidad, cómo podemos formar una identidad de nosotros mismos? Varios psicólogos han argüido recientemente que esa paradoja entre la estabilidad y la evolución, esa raíz que permanece y al mismo tiempo evoluciona, es el resultado de nuestro proceso de construir historias. Nosotros inventamos narraciones autobiográficas en las que el carácter principal tiene unos rasgos estables.

Ahora bien, esas narraciones o historias que creamos para nosotros mismos, en la que nuestra biografía tiene sentido, pueden estar mal conformadas, preñadas de tensión y confusión. Estas tienen una gran probabilidad de romperse en relatos muy separados, diversos, posiblemente conflictivos. Igualmente, estas historias pueden sufrir cambios drásticos, si el personaje central (es decir, el yo de cada uno) sufre pequeños reveses. Quizá está aquí la clave de la naturaleza oculta de los relatos vividos por los delincuentes violentos: sus relatos dominantes son confusos, y resultan sensibles a episodios que la mayoría de la gente ignorarían; sus tramas resultan truncadas por experiencias que no serían notadas siquiera por sus familiares o amigos. Esto puede dar a los delincuentes violentos la experiencia de vivir diferentes vidas separadas. Como su relato no tiene ninguna coherencia, experimentan diferentes vidas, y no sólo una.

Por otra parte, es cierto que todos tenemos relatos ocultos, que palpitan detrás de los que se observan públicamente, que son la imagen de nuestra vida familiar y profesional. Pero tales relatos ocultos, o bien son consistentes con los públicos, o bien, si no lo son, se fundamentan en la fantasía, y nunca llegan a la realidad. Para los delincuentes violentos que matan y violan, la fantasía se convierte en acción. Muchos delincuentes violentos son conscientes de esa doble vida.

Por ejemplo, Andrei Chikatilo, el profesor de Rostov, asesino de 53 niños y chicas jóvenes, dijo: "Me he entregado a mi trabajo, a mis estudios, mi familia, mis hijos, a mis nietos, sin que cupiera nada más en mi vida; pero cuando me hallaba en un ambiente diferente, llegaba a convertirme en una persona completamente distinta, totalmente fuera de control, como si una fuerza demoníaca me controlara, frente a la cual nada pudiera hacer para resistirme" (el psiquiatra que le entrevistó dijo: "No siente ningún remordimiento por sus víctimas; sólo siente pena por él mismo").

5. EFICACIA DEL PERFIL EN LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL

Es difícil evaluar la eficacia de un perfil, porque aunque este sea de gran ayuda para resolver un caso, ¿cómo medir ese grado de éxito? Por ejemplo, en el estudio de caso de este capítulo, el lector verá que incluso en perfiles muy celebrados como el del Dr. Brussel para el "loco de las bombas" (mad bomber) y el de Canter para "el violador del ferrocarril", la colaboración del resto de la investigación fue absolutamente necesaria. Así, Brussel precisaba de la búsqueda que la policía ya estaba haciendo entre los antiguos empleados de la Compañía Edison, y de todo el análisis que los expertos en explosivos habían hecho del diseño de las bombas. Canter, por su parte, ayudó a definir un grupo menor de sospechosos entre los que ya se encontraba el violador y asesino Duffy (ver estudio de casos del capítulo dedicado al perfil geográfico).

Más notable es el resultado cuando el perfil resulta radicalmente falso, como aconteció con el caso el asesino en serie (en verdad una pareja) que asoló Washington y estados de alrededor en 2002 a través de sus disparos de rifle ("el francotirador de Washington"; ver el capitulo dedicado a los asesinos en serie).

Lo cierto es que se han hecho estudios simulados de laboratorio, donde se han comparado las habilidades de diferentes grupos de personas en la construcción de perfiles de delincuentes. Se han obtenido resultados diversos, y el éxito de estos estudios ha dependido de lo expertos que eran las personas encargadas de realizarlo. En su investigación del año 2000, Kocsis, Orwin y Hayes informaron que cuando compararon a cinco grupos diferentes de perfiladores —5 perfiladores profesionales, 35 policías, 30 psicólogos, 31 estudiantes y 20 autodeclarados "mentalistas" los más eficaces fueron los perfiladores, seguidos de los psicólogos; los peores fueron los mentalistas, también llamados los "detectives psíquicos".

Pero creemos que la cuestión debe de resumirse en una idea esencial: el perfil es valioso en la medida en que ayuda a canalizar la investigación hacia el camino correcto. Los buenos profesionales que trabajan dentro de un equipo pueden realizar una contribución eficaz. Actualmente hay una corriente muy crítica con el método del FBI porque todo el revuelto mediático de estos superpolicías no se ha visto corroborado por los hechos. Así, Keppel y Birnes, se interrogan de modo ácido del siguiente modo: "Dónde está la evidencia de que los perfiles elaborados en el pasado por los especialistas del FBI de verdad encajaran con los delincuentes finalmente convictos? (…) dicho sin ambages, los perfiladores del FBI suelen caer en una gran especulación, de forma muy parecida a los charlatanes que aparecieron en la televisión a propósito del caso del francotirador de Washington"

6. CONCLUSIÓN

La metáfora de la narración como herramienta explicativa de su actividad criminal es elegante y parsimoniosa, y puede ser adoptada por cualquier profesional del perfil criminológico, sea éste más partidario o menos del método deductivo o del inductivo.

El analista del comportamiento o perfilador trata de ubicar al asesino en la escena y en un punto en particular a lo largo de su cadena de asesinatos. La lógica subyacente para esta metodología es que, debido a que el asesino en serie representa la forma última del narcisismo patológico –él existe como una singularidad psicológica en un universo de uno–, éste ve a la víctima, al crimen y la escena del crimen a través del prisma de lo que es su realidad deseada. "Así –escriben Keppel y Birnes— la víctima, las escenas del crimen y las herramientas o armas empleadas por él son utilizadas como extensiones de sí mismo, como manifestaciones físicas de sus deseos. Dado que el asesino está satisfaciendo sus propias necesidades, no puede sino dejar su tarjeta de visita en la escena del crimen".

En la actualidad, además de las fuerzas policiales, hay agencias privadas que realizan perfiles criminológicos, particularmente en Estados Unidos. Huelga decir que no se trata de una carrera en sí misma, sino de una especialización que se deriva de haber aprendido otras disciplinas vinculadas con la aplicación de la criminología al mundo de la investigación criminal.

Las dos revistas científicas dedicadas al perfil criminológico son el Journal of Behavioral Profiling, en Estados Unidos, en la que Brent Turvey actuó como fundador, y el Journal of Investigative Psychology and Offender Profiling, perteneciente al grupo de la universidad de Liverpool, Inglaterra, liderado por David Canter.

Bibliografía

Garrido, V. (2003). Psicópatas y otros delincuentes violentos. Valencia: Tirant Lo Blanch.
Garrido, V. (2007). La mente criminal: La ciencia contra los asesinos en serie. Madrid: Temas de Hoy.
Garrido, V., y López, P. (2006). El rastro del asesino: la técnica del perfil psicológico en la investigación criminal. Barcelona: Ariel.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...