martes, 30 de junio de 2009

PROYECTILES DE USO POLICIAL Y SUS COMPORTAMIENTOS


Por Ernesto Pérez Vera

Los cartuchos que generalmente usan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FYCS) en España para las misiones o servicios ordinarios, son cartuchos que montan proyectiles de plomo, semiblindados o blindados/encamisados, estos son los más comunes y habituales en el quehacer diario de un agente de policía español. Todos los referenciados anteriormente poseen algo en común, y es el uso del plomo, en unos como núcleo, en otros como base total del cuerpo del proyectil.

Es sabido por todos, que el proyectil blindado o encamisado, también llamado FMJ (Full Metal Jacket) posee un alto poder de penetración y bajo poder de deformación al impactar en un cuerpo humano o incluso en casi cualquier objeto del entorno cotidiano. Esa propiedad para perforar o penetrar, se la facilita la envuelta o camisa de metal que recubre al núcleo de plomo, envuelta que suele ser de latón.


Cartucho de proyectil blindado, el más común en las FYCS de España


Dicha penetración provoca la llamada sobrepenetración, es decir, que después de alcanzar a su objetivo, el proyectil aún posee energía bastante para atravesarlo y continuar hasta otro punto de impacto, ésta vez sin el deseo del tirador, pudiendo ello provocar un daño colateral, o sea, que esa punta acabará donde NO queríamos que acabara. Dicho de otra forma, SI UN PROYECTIL NO IMPACTA DONDE QUEREMOS, IMPACTARÁ DONDE NO QUEREMOS.



Plomo y Semiblindada, mejor que FMJ


Muchos son los que para evitar esa sobrepenetración, recurren al uso de otras puntas, como por ejemplo las de plomo macizo mezclado con antimonio, o recurren a las semiblindadas, que son aquellas que exteriormente y en sus paredes, poseen envuelta metálica, generalmente de latón, pero que sin embargo en el extremo superior de la punta permiten observar como asoma un poco de plomo desnudo.



Cartucho de 9 m/m Parabellum con punta troncocónica semiblindada seguido de uno con punta de plomo grafiteada para reducir la fricción y el emplome.


Los que recurren al uso de las puntas de plomo o de las puntas semiblindadas, lo hacen con la convicción de que dichos proyectiles se van a deformar al impactar en el cuerpo o en el blanco deseado y que dicha deformación propiciará una mayor transferencia de energía sobre los órganos que se vean afectados por el impacto, y con ello alcanzar la puesta fuera de combate del sujeto alcanzado. Sí eso ocurriera, sería una gran ventaja sobre los proyectiles blindados, pues estos como se dijo antes, no se suelen deformar, y transmiten poca energía en el impacto, y debido a su dureza provocan con facilidad rebotes o sobrepenetraciones que pueden herir a un tercero una vez que el la punta atraviesa el cuerpo impactado.

Pues bien, ese mito de que los proyectiles de plomo y los semiblindados aportan esas ventajas para los usuarios de armas de defensa y/o seguridad, no es más que eso, un mito. Lo que es cierto, y hay que admitirlo, es que en cierto grado se reduce el riesgo de rebote, pero no anula o elimina ese riesgo (como muchos creen) y según que órgano del cuerpo humano sea alcanzado o blanco sea impactado, se podrá producir cierta deformación, pero esto no es algo siempre asegurado.


La otra solución, quizás la mejor, la PUNTA HUECA


Son proyectiles de Punta Hueca, aquellos que poseen una oquedad en su extremo superior, dicha oquedad facilita la deformación del proyectil en el instante del impacto.

Dos son las ventajas que más se pueden destacar de este tipo de cartuchos frente a los usados de modo tradicional en nuestras FyCS. El más ventajoso de los factores es el de la mayor Transferencia de Energía al cuerpo impactado, entendiendo por Transferencia de Energía, la capacidad que tiene un proyectil de transferir toda su energía al cuerpo contra el que impacta.

Dos imágenes de proyectiles de Punta Hueca

A mayor transferencia más deformación del proyectil (variación de su forma) y a más deformación de ese proyectil, más masa será destruida en el cuerpo impactado y mayor será la herida provocada en el impacto y durante la penetración.

Es un error muy común, creer y decir que la Punta Hueca es más perjudicial o decir aquella frase que a veces se oye en prensa y que viene a decir eso de “la Punta Hueca MATA más..”. Digo que es un error porque si usamos Punta Hueca de calidad en un caso de defensa legítima amparada por nuestro ordenamiento jurídico, y siempre que ese o esos disparos se coloquen en la zona del cuerpo deseada, es más que probable que con pocos disparos dejemos fuera de combate al agresor, quizás con uno o dos disparos, mientras que con proyectiles de plomo, blindados o semiblindados y situando los impactos en la misma zona, es probable que el sujeto continúe en su intento de abatirnos y debamos seguir disparando contra él; por ello a veces para derribar y neutralizar la agresión se deben hacer demasiados impactos contra el atacante mientras en la mayoría de ocasiones en que se usó proyectil de Punta Hueca, con pocos disparos se pudo neutralizar el avance lesivo del atacante.

Como muestra de ello, los siete impactos que un atracador recibió en un enfrentamiento con la Policía Local de Petrer (Alicante) en noviembre de 2008 y que pudo ser grabado por un video aficionado y televisado posteriormente. Los cartuchos usados no eran de Punta Hueca y siete son muchos disparos, aunque a mi entender fueron necesarios y proporcionados.

La segunda ventaja que aporta la Punta Hueca frente a las tradicionales puntas blindadas, las semiblindadas y de plomo, es la menor sobrepenetración de la que ya hemos hablado al inicio del artículo.



Cuadro aclaratorio y básico del comportamiento de la Punta Hueca.


Las Puntas Huecas dada su mayor facilidad de deformación al impactar y durante la transferencia de energía, no suelen abandonar el cuerpo impactado, quedando normalmente alojados en algún órgano del sujeto que recibió el disparo y en los casos en que sí abandonan el cuerpo impactado, suelen hacerlo ya con poca capacidad lesiva, evitando con ello daños colaterales o lesiones a terceros.


Prueba de Laboratorio


He podido participar en pruebas de balística usando como “cuerpo” a impactar, dos bloques de Gelatina 250A, que rebajada al 10% y a 4ºC de temperatura, proporcionan una textura muy similar a la de un cuerpo humano vivo, alcanzando dicha gelatina una densidad media muy similar a la de músculos, huesos, piel, vísceras y otros órganos.

Tras poner dos bloques de la mencionada Gelatina uno junto al otro, ambos bloques se colocan de modo que simulan dos cuerpos humanos puestos uno junto al otro como si dos personas estuvieran posicionadas hombro con hombro. Tras los bloques se colocó una tabla que haría de testigo en caso que los proyectiles atravesaran los dos bloques y continuaran camino hacia el parabalas.


Una vez acabado ese trámite, se efectuaron varias pruebas balísticas, efectuando varios disparos precisos sobre la gelatina. Se hicieron con suma precisión para evitar que las trayectorias o cavidades temporales y permanentes de los primeros disparos fueran “cruzadas” por los siguientes disparos, de ocurrir eso, el trabajo quedaría desvirtuado.

Pues bien, los proyectiles empleados en la prueba fueron los siguientes: Blindado de Geco, Semiblindado Remington, Plomo Fiocchi, Frangible de Remington, Golden Saber punta hueca de Remington, Hydra Shock de Federal,Glaser Slug, SeCa de Ruag, QD-2 de Men, Silvertip de Winchester, THV y alguno más.



Dos cartuchos de 9mmP, respectivamente con proyectil Frangible y QD-2 seccionado para estudio (AMBOS, USADOS EN LA PRUEBA BALÍSTICA REFERIDA)

Las conclusiones fueron asombrosas para muchos de los presentes, otros esperábamos un resultado muy parecido al que se produjo finalmente. Así pues se puede aseverar que los proyectiles blindados, los de plomo, semiblindados y los frangibles, se comportaron exactamente igual. Atravesaron el primer bloque de Gelatina y provocaron sobre penetración, llegando a atravesar total y completamente el segundo bloque y continuando después su camino hacia el parabalas de la galería.

Del resto de proyectiles empleados en la prueba, se sacaron conclusiones diversas, por ejemplo el THV que sale del cañón con una velocidad inicial de algo menos de 600 m/s, podemos decir que tuvo un escaso poder de penetración, no llegando ni a la mitad del primer bloque de gelatina y siendo recuperado el proyectil con nula deformación, por consiguiente no transfirió energía suficiente como para provocar lesiones relevantes que a su vez pudieran provocar la parada o detención del agresor.





Cartucho de 9mmP de alta velocidad THV (Muy Alta Velocidad, USADO EN LA PRUEBA REFERIDA)

El SeCa (SEcurity CArtridges) se comportó de un modo muy acertado y esperado, atravesó totalmente el primer bloque de gelatina, se deformó completamente y por consiguiente transfirió toda su energía al blanco impactado. Al atravesar el primer bloque, salió del mismo y golpeó el segundo bloque sin provocar en él perforación alguna, cayendo al suelo.

De las puntas huecas usadas en la prueba (Golden Saber punta hueca de Remington), Hydra Shock de Federal, Silvertip de Winchester) el que mejor se comportó fue el Hidra Shock, el cual penetró en el primer bloque con total deformación, se detuvo a aproximadamente 28 centímetros del orificio de entrada en el bloque. El Golden Saber llegó a sobrepenetrar en el segundo bloque, si bien fue poco lo que penetró, se deformó totalmente y transfirió toda su energía. El Silvertip se deformó por completo, trasfirió toda su energía pero penetró menos de los 28 centímetros deseados.


Proyectiles de Punta Hueca que se han recuperado durante la prueba referida, el primero es Silver Tip y el segundo un Golden saber.


Según estudios científicos del FBI norteamericano, un proyectil de defensa debería tener la capacidad de perforar un cuerpo humano entre 28 y 35 centímetros, pues hay que tener en cuenta que en los enfrentamientos no siempre recibirá nuestro atacante los disparos de modo frontal en su cuerpo, hay que pensar que los proyectiles que le disparamos pueden entrar en otros ángulos, por ejemplo de modo lateral y de tal forma que los impactos entren por un hombro o brazo, teniendo entonces que atravesar esas zonas del cuerpo antes de entrar en el torso por la zona lateral y aún así debería de tener capacidad para continuar hasta tocar órganos vitales.


Proyectiles Especiales para casos muy concretos


Existen otros proyectiles dentro del mercado policial y militar, son proyectiles denominados especiales, pues son usados para misiones muy concretas, entre ellos encontramos a los perforantes, los trazadores, los explosivos o los incendiarios.

Los perforantes son aquellos proyectiles cuyo núcleo es macizo de acero al tungsteno, material este, sumamente duro y que no se deforma con facilidad, teniendo que ser recubierto el acero del núcleo con una capa de silicona para que sea la silicona la que haga fricción en el cañón durante el recorrido, de ese modo el acero del proyectil no roza el ánima del arma y no provoca su desgaste. Este tipo de proyectiles podría atravesar un chaleco antibalas con relativa facilidad, siempre que el chaleco sea un nivel de protección medio-alto y no muy alto. También son recubiertos por otros materiales pero concretamente a nivel policial se usa la silicona en color verde, el más común es el KTW. Las tres letras son las iniciales de los especialistas médicos y policiales norteamericanos que lo diseñaron.


Cartucho de 9mmP con proyectil KTW.


Los proyectiles trazadores son aquellos que se emplean para orientar o guiar al tirador, de ese modo en determinadas circunstancias (principalmente en oscuridad), el tirador podrá ir focalizando la dirección de sus disparos y podrá hacer las correcciones que estime oportuno. Su uso más frecuente se da en el ámbito militar y más concretamente por las ametralladoras, en cuyas cintas de alimentación o cargadores, se intercala un cartucho trazador cada 4 ó 5 ordinarios.

La capacidad trazadora la aporta al proyectil, una mezcla de productos químicos que se alojan en el culo o base del proyectil, que a esos efectos se encuentra hueco. Así pues en dicha oquedad se deposita magnesio y fósforo, los cuales al producirse el disparo y al estar en contacto directo esa base del proyectil y la pólvora que se está quemando para provocar la salida del proyectil por la boca de fuego, hace que el fósforo y el magnesio se enciendan y provoquen una incandescencia que es la que deja ver el recorrido o traza que describe el proyectil en su vuelo al objetivo.

Algo similar a lo antes descrito, ocurre con los proyectiles incendiarios y explosivos, siendo en estos casos otros los productos químicos que se alojan dentro del proyectil, estando estos más limitados aún en su uso, siendo de más necesidad en misiones militares que en las policiales.


Concluyendo


Podríamos decir que los proyectiles blindados, semiblindados y de plomo, deberían no ser usados más que para el adiestramiento en galerías, dejando los frangibles para uso en lugares cerrados y con paredes y/o suelos especialmente duros, como por ejemplo buques o fábricas, donde esos frangibles si que podrían cumplir correctamente su cometido que no es otro que en esos lugares de paredes especialmente duras, provocar la destrucción completa del proyectil y evitando el rebote, dado que se convierten en polvo (la configuración del proyectil es mezcla de polvos/partículas metálicos compactados). Yo personalmente los he probado varias veces sobre planchas de acero y contra maquinaria industrial pesada como por ejemplo excavadoras, tractores, etc, y puedo asegurar que los proyectiles disparados a 1 metro de distancia se fulminaban y disipaban pasando a ser nubes de polvo.

Recorrido de un proyectil FMJ Geco 9m/m P, cruza los dos bloques de gelatina. Podemos ver el impacto en la tabla trasera. La prueba se repitió con plomo, semiblindada y frangible, CON IDÉNTICO RESULTADO( imagen tomada durante la referida prueba balística).

Lo ideal sería usar proyectiles deformables al impacto en el cuerpo, para asegurar una gran transferencia de energía y destrucción de masa, así pues los de punta hueca y los SeCa son los más interesantes, pues además reducen en cierto modo la posibilidad de rebote. Personalmente aconsejo el uso de los SeCa y de casi cualquier punta hueca antes que usar los convencionales.

Cartucho SeCa del grupo Ruag, el proyectil fue recuperadodurante las pruebas en Gelatina que antes se han referido

Quizás con algunos de esos proyectiles deformables podamos provocar la neutralización del agresor con un número menor de disparos que si tuviéramos que usar para el mismo fin los proyectiles blindados, plomos o semiblindados. No obstante no debemos sobredimensionar las posibilidades de los proyectiles por muy bien que se comportaran en las pruebas balísticas, pues para que se comporten como se desea y como se espera de ellos, se deben dar ciertos factores favorables que no dependen del usuario.


Tampoco se le escapa a nadie que los bloques de Gelatina Balística no son la panacea, naturalmente todos sabemos que un cuerpo humano ante un enfrentamiento o situación de riesgo experimenta de modo automático una serie de cambios psicológicos y fisiológicos que modifican cualquier conclusión o estudio, teniendo que estar a cada caso, y lo que un ser humano no soportó, otro lo podría soportar de modo casi sobrenatural.


La Gelatina no deja de ser un buen “cuerpo” inanimado y carente de sentimientos, pero por ahora parece que es lo mejor que tenemos para seguir experimentando.■


Ernesto Pérez Vera
Instructor de Tiro Policial y Defensivo




PUBLICADO EN REVISTA ARMAS.ES Nº14

jueves, 25 de junio de 2009

Enemigos Públicos



Este verano llega a las pantallas españolas una película que nos trasladará a la época de la Gran Depresión Norteamericana. El film cuenta la vida del legendario bandido John Dillinger y la creación del FBI.

Título: Enemigos Públicos
Título original: Public Enemies
País: USA
Estreno en USA: 01/07/2009
Estreno en España: 14/08/2009
Productora: Forward Pass
Director: Michael Mann
Guión: Michael Mann Reparto: Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard, Channing Tatum, Giovanni Ribisi, Stephen Dorff, Jason Clarke, John Ortiz, David Wenham, Stephen Graham, Billy Crudup, Stephen Lang, Emilie De Ravin

Drama basado en el libro de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43", (Enemigos públicos: La mayor ola criminal en los Estados Unidos y el nacimiento del FBI, 1933-34) . Narra la historia de Melvin Purvis el agente del FBI que lideró la búsqueda del famoso atracador de bancos John Dillinger y su banda.

El film cuenta la historia del legendario bandido de la época de la Gran Depresión, el carismático atracador de bancos que se convirtió en el objetivo número uno del incipiente FBI de J. Edgar Hoover y de su mejor agente, Melvin Purvis y en un héroe popular para el sufrido pueblo.


Nadie era capaz de detener a Dillinger y a su banda. No había cárcel que se le resistiera. Gracias a su encanto personal y a sus osadas fugas era aplaudido por casi todo el mundo, desde su novia Billie hasta el hombre de a pie que no sentía simpatía alguna por los bancos que habían hundido el país en la depresión.

Las aventuras de la banda de Dillinger, que posteriormente incluiría al psicópata Baby Face Nelson y a Alvin Karpis, entretenían a la mayoría, pero J. Edgar Hoover tuvo la idea de servirse de la captura del bandido para empezar a transformar su "Bureau of Investigation" (Oficina de investigación) en lo que sería el FBI. Convirtió a Dillinger en el "enemigo público número 1 de América" y lanzó a Purvis, el apuesto "Clark Gable del FBI", tras él.

Pero Dillinger y su banda siempre pudieron con los hombres de Purvis en alocadas persecuciones y tiroteos. Para apresar a Dillinger y a sus hombres, Purvis acabó contratando a un equipo de ex policías de la costa oeste (a los que llamaron agentes) y recurriendo a traiciones épicas, una de ellas protagonizada por la notoria "Dama de rojo" y otra por Frank Nitti, el jefe mafioso de Chicago.



John Herbert Dillinger (22 de junio de 1903 – 23 de julio de 1934) fue un asaltante de bancos de Estados Unidos, considerado como uno de los tantos iconos de la cultura popular en ese país. Su fama se debe a la idealización que se ha hecho de sus procedimientos como ladrón, y a la manera ridiculizar a la policía y a los poderes públicos.

Sus hazañas, junto con las de otros asaltantes de la época, como Bonnie & Clyde o Kate "Ma" Baker, llamaron la atención de la prensa estadounidense durante los años 30. Sus historias eran seguidas como si se tratara de los protagonistas de un serial radiofónico. Su popularidad lo ha convertido en leyenda, a pesar de haber sido uno de los ladrones más buscados de su tiempo.



domingo, 21 de junio de 2009

Rasgos grafológicos diferenciadores entre el suicidio y la tentativa acabada de homicidio


Por Rubén Dario Avalos


Trabajo elaborado por dicho autor y presentado en el Primer Congreso Internacional de Ciencias Forenses, el Primer Foro Nacional de Criminalística del Paraguay, y la Primera Jornada de Criminalistica y Psicología Forense, Asunción, Paraguay, 2009.

INTRODUCCIÓN

Es sabido que la verdad no es fácilmente asequible, (el ámbito jurídico – criminalístico no es ajena a esta realidad) para acercarse o en algunos casos para llegar a la verdad, se deben necesariamente recurrir a métodos y técnicas validadas por la comunidad científica.

El problema que se plantea en el estrado judicial, cuando el criminalista se encuentra con un recado póstumo consiste en la urgencia de determinar de forma objetiva si, ha sido un suicidio, u homicidio. La diferencia que existe entre uno u otro tipo penal radica en que desde el punto de vista de la política criminal, cuando el Juez en su leal saber y entender, considera que ha ocurrido un homicidio, entonces ahí se inicia y se establece el centro de todo el proceso de investigación, en tanto, si considera el hecho como un suicidio entonces ahí termina todo el proceso de investigación criminal.

Sobre este punto, la grafología aplicada al ámbito forense, se configura como una herramienta confiable y válida para determinar con rigor científico el modo de realización de los hechos punibles, desde el punto de vista escritural de la víctima.

RASGOS GRAFOLÓGICOS DIFERENCIADORES ENTRE EL SUICIDIO Y LA TENTATIVA ACABADA DE HOMICIDIO

1. La Ciencia

La ciencia trata de la actividad humana, emprendida de modo rigurosa, sistemática, objetiva, precisa, reiterativa, con la finalidad de determinar en forma veraz la esencia de la causa que subyace al problema, objeto de la actividad humana intencional.

Con respecto a la finalidad de la ciencia, se recurre a la perspectiva de uno de los más destacado exponente de la filosofía de la ciencia contemporánea, que sostiene:

“Sin duda no es inexacto decir que la ciencia es un instrumento cuya finalidad es predecir experiencias futuras a partir de otras inmediatas o dadas, incluso gobernar aquéllas hasta donde sea posible”. (Popper, K. 1973: 95)

Siguiendo al mismo autor, con respecto al rol del científico manifiesta que:

“El hombre de ciencia ya sea teórico o experimental, propone enunciados – o sistemas de enunciados – y los contrasta paso a paso”. (Popper, K. 1973: 27)

En tal sentido, una discusión interesante expuesta por el filósofo Kierkegaard, plantea cuanto sigue:

“Partamos del principio de que todo problema científico ha de tener, dentro del amplio campo de la ciencia, su lugar determinado, su objetivo y sus límites propios; de esta manera armonizará perfectamente con todo el conjunto y nos dará una sintonía apropiada de lo del conjunto expresa.
[....] Este principio constituye además el interés de toda investigación especializada. Por eso, cuando ésta olvida el lugar que le es propio, acontece también – cosa que el lenguaje expresa de un modo automático y con una muy certera ambigüedad- que la misma investigación se olvida de sí misma.” (Kierkegaard, S. 2004: 11).

En cuanto a la concepción del desarrollo científico, el destacado filósofo argentino, Mario Bunge, advierte que:

“La ciencia debe concebirse pues como un sistema conceptual, compuesto por subsistemas, que son las ciencias especiales y las interdisciplinas tales como la biofísica y la psicobiología. Por consiguiente el estado en que se encuentre cada ciencia especial depende del estado de otras ciencias. Por ejemplo, la psicología no pudo avanzar mientras no se desarrolló la neurofisiología, la que a su vez necesitó del desarrollo de la neurofísica y la neuroquímica, que dependen tanto de la física y la química como de la biología celular y molecular. La interdependencia de la ciencia de las ciencias particulares se refleja en su evolución: cada una de ellas coevoluciona con las demás”. (Bunge, M. 1988: 48-49)

Finalmente, en torno al mejoramiento continuo de las teorías, Kuhn, considera que: “A menudo se considera que una teoría científica es mejor que sus predecesoras, no tan solo en el sentido en que es un instrumento mejor para descubrir y resolver enigmas, sino también porque, de alguna manera, constituye una representación mejor de lo que en realidad es la naturaleza.

..... las teorías sucesivas crecen aproximándose cada vez más a la verdad”. (Kuhn, T. 2004: 314).

2. El estudio científico de la escritura manuscrita

La escritura manuscrita es el resultado de la actividad psicofísica del hombre. En donde se implican desde la perspectiva psicológica, los procesos mentales basados en los datos que describen o explican la situación pasada, presente así como la idea que se tiene del futuro. Y desde la perspectiva física se materializa la inscripción de la onda gráfica mediante el recorrido que realiza el elemento inscriptor sobre el soporte (generalmente papel).

Con respecto a la escritura manuscrita, la escuela italiana de grafología científica sostiene que:

“La escritura es movimiento y constituye un aspecto de la actividad expresiva del hombre. Como tal, median no solamente la mano y los dedos, sino que se requiere la participación de toda la persona, que canaliza allí la propia energía consciente e inconsciente” (Torbidoni L. y L. Zanin. 1991: 21).

Por otra parte, el insigne Maestro de la Grafología Científica, el Profesor Augusto Vels, afirma que:

“La escritura es, por tanto, un acto neurofisiológico y psíquico que permite la representación de palabras e ideas a través de símbolos gráficos,. Éstos constituyen una línea formal (onda gráfica), que tiene como base el trazo y éste en su desarrollo por las distintas dimensiones: la horizontalidad, verticalidad, profundidad y velocidad, va trazando las curvas y rectas, los perfiles y los plenos, los óvalos y palos”. (Vels cit. In Viñals, F. y M. Puente. 2001: 21).

Y, actualmente los máximos representantes de la grafología científica española, Doctores Viñals y Puente; afirman:

“Igualmente la escritura se convierte en una acto psíquico, al revelarnos la cosmovisión del sujeto, es decir, cómo se estructura su Yo y su interacción con el medio. En la acción de escribir, un hecho en apariencia inocente, seesconde un conflicto instrapsíquico, la hoja en blanco, y este estímulo desencadena la proyección del caudal psíquico.” (Viñals, F. y M. Puente. 2001: 21).

Los mismos científicos de la escritura; agregan que:

“Aunque inconscientemente no nos damos cuenta, estamos transmitiendo gráficamente sobre el papel los mismos registros internos que nos condicionan la comprensión de las coordenadas Espacio, Tiempo y Movimiento”. (Viñals, F. y M. Puente. 1999: 85).

Otro destacado científico de la escritura manuscrita, explica que: “Esta habilidad neuropsicológica, la escritura, actualizada en el desarrollo de cada individualidad mediante la oportuna instrucción y entrenamiento a partir de un modelo, esquema o patrón caligráfico, constituye desde una perspectiva psicológica y caracterológica una manifestación más del conjunto o repertorio de conductas característico de cada persona”. (Moreno, M. 2008: 17).

3. La Grafología, ¿puede ser considera una ciencia en sentido estricto?

La grafología es una ciencia, y para que sea considerada como tal, cumple con los requisitos establecidos por el positivismo; vale decir que es una disciplina científica cuyo objeto de estudio es el hombre, ¿pero qué es el hombre?; “el hombre es conciencia, es razón, es pasión, es existencia pura”. (Francovich, G. 1973: 72).

Ahora bien, por qué se considera a la grafología como ciencia: “Se afirma que la grafología es una ciencia puesto que cumple tres requisitos imprescindibles:

- delimitar la materia en sí, su campo de acción: el grafismo
- definir el objeto de su conocimiento: el estudio sobre el individuo; ser objeto de tratamiento científico: la identificación de las manifestaciones gráficas con sus contenidos médico; psicológico, etc., se realizan a partir de criterios rigurosos, al margen de impresiones intuitivas y más allá de la observación directa, se utilizan protocolos científicos para la verificación de presupuestos grafológicos”. (Peugeot cit. In Viñals, F. y M. Puente. 2001: 20).

Pero, como ocurre con las demás disciplinas científicas, (psicología, neurología, etc) el grafólogo científico debe ser coherente y consecuente en su quehacer profesional, y debe ser lógica y sistémica en la elaboración de los informes o dictámenes.

Al respecto advierte el eminente psicólogo francés, Binet: “El control científico de la grafología es una de las experiencias más hermosas que pueda anhelar un psicólogo.

Ofrece una preciosa ocasión de demostrar cómo se aplica el método experimental a fenómenos que siempre parecen escapársele: los fenómenos morales”. (Binet, A. 1965: 7).

Pero al mismo tiempo: “Las leyes grafológicas aplicadas a la pericia no consideran tanto la interpretación psicológica como la formación de la escritura, su desarrollo, organización, coherencia, singularidad”. (Venturini, O. 2005: 19).

Retomando, la posibilidad de la materialización de las ideas, o para expresar en un sentido técnico, el cerebro emite una señal en donde se implican la conciencia y la inconciencia, esa señal se dirige finalmente hasta los dedos, no sin antes pasar por el cuello, antebrazo, brazo y la mano; mediante un elemento inscriptor, que como se ha señalado, es apoyado sobre un soporte, generalmente una hoja en blanco, en donde primero se recurre a las letras (también pueden ser números, signos, símbolos o caracteres especiales, etc). Luego se agrupan esas letras para conformar las palabras, posteriormente se configuran las frases, los párrafos hasta completar el texto, al respecto la filosofía rusa, expone:

“En el proceso de surgimiento de una formación material, a consecuencia de la interacción de ciertos elementos se establece determinado sistema de conexiones, de relaciones entre esos elementos, que otorga a la formación que ha surgido la necesaria estabilidad y compleción. El conjunto de conexiones y relaciones, relativamente estables, que constituyen la cosa, dentro de cuyos límites se efectúan sus interacciones y los cambios correspondientes, es la forma de la cosa”. (Sheptulin, A. 1983: 117).

Entonces, los rasgos observados en el grafismo constituyen los efectos expresados a través de la materialización del conflicto intrapsíquico en una hoja mediante la inscripción de la onda gráfica, mediante el bolígrafos o lápiz, en donde:

“Es inevitable derivar ..... una conclusión, una exigencia para el sujeto cognoscente: cuando se estudia cualquier formación material es preciso descubrir su causa, o sea, la interacción de los elementos que han determinado su aparición, funcionamiento y desarrollo; cuando se trata de explicar cualquier propiedad de la formación material que se investigue es preciso revelar la causa que la ha hecho surgir, es decir, las correspondientes interacciones de los elementos que la componen, y además de la acción recíproca de la misma con otras formaciones materiales”. (Sheptulin, A. 1983: 112).

3. El Suicidio

El suicidio es un acto en donde la persona causa su propia muerte, por tanto se subentiende que se trata de una decisión personal, en la mayoría de los casos. Se hace ésta aclaración en razón de que, también ocurren hechos de suicidios colectivos. En este sentido, una de las tantas perspectivas válidas para abordar el tema, desde una postura objetiva, podría ser que:

“El modo con el cual el hombre alcanza un resultado no es arbitrario ni casual; responde necesariamente al contenido del objetivo que se ha propuesto. El objetivo determina como una ley la actividad del hombre”. (Sheptulin, A. 1983: 7).

Pero, ¿a qué se debe?, una explicación, o por lo menos intento de explicación sostiene que:

“Para los hombres no es posible permanecer estáticos ni aún dentro de la perfección. El hombre tiene que progresar o degenerar. (Whitehead cit. In Francovich, G. 1973: 119).

Como desagregación de la cita anterior se puede añadir que:

“Desde el punto de vista de la psicología ortodoxa, existen dos fronteras entre lo mental y lo físico, a saber, la sensación y la volición. Sensación, puede definirse como el primer efecto mental de una causa física, y volición como la última causa mental de un efecto físico”. (Russell, B. 1992: 51).


3.1. El Reflejo de la Tendencia Suicida en la Escritura


El grafólogo español, Simón, sostiene al respecto que:

“Los Suicidios se producen de tres maneras fundamentales: reflexivamente (con todo planificado), impulsivamente (casi sin pensar), o bien en un estado de confusión mental.

Existen tres fases en un proceso de suicidio: la inicial, en que se empieza a pensar sobre ello, una ambivalente, en la cual se duda, y la final, en que se decide.

Los sistemas más utilizados son el ahorcamiento, tirarse al vacío o dispararse. Los motivos son muy variados, desde problemas económicos hasta los conflictos personales o amorosos, pasando por el paro, las enfermedades crónicas dolorosas o terminales.

Las causas profundas de las tendencias suicidas pueden encontrarse en un ambiente familiar propicio; por ejemplo, si se habla favorablemente de la posibilidad del suicidio en caso extremos, como salida a una situación desesperada. También pueden ser causantes las propias tendencias depresivas de la persona, sin que existan una verdadera justificación”. (Simón, J. 2003: 114 – 115).

En tanto que para el Profesor Pedro José Foglia, el más original de los grafólogos argentino:

“El sentido inconsciente del suicidio es la liberación de la culpa mediante la muerte”. (Foglia, P. 2002: 139).

Con relación a la conciencia documental de la escritura del suicida es oportuno enfatizar que :

“La nota suicida se define como una comunicación, usualmente documental, escrita personalmente por el suicida, que específica o al menos refleja intenciones suicidas, y que es oportuna al eventual acto o evento suicida. Esta discusión incluye la investigación de otros documentos que con frecuencia tienen importancia en el suicidio, por ejemplo asientos falsos en cuentas financieras, documentos que revelan historias criminales o presunciones de falsa identidad y carta que dan cuenta de aventuras de mala conducta, homosexualidad, reveses económicos, enfermedad física o fatiga mental”. (Conway, J. 2008: 53 ).


3.1.1. Rasgos Grafonómicos

Se hace la aclaración que como respeto por la labor intelectual, y el consiguiente aporte social que han brindado a la comunidad científica en general, y a la comunidad forense en particular, se presentan los rasgos suicidas según la perspectiva de los autores: FOGLIA, SIMÓN, y ALLENDE DEL CAMPO, sin agregar, ni sintetizar nada, como una forma de destaque a sus trayectorias.

Entonces, específicamente, el científico de la escritura, cuando observa una nota suicida, desde el punto de vista grafológico, puede encontrar los siguientes rasgos:

“Trazos muy extensos en Zona Inferior.
Letras con arpones (Rasgos de Escorpión) .
Óvalos Congestionados.
Líneas rectas horizontales para llenar los espacios vacíos.
Disminución de la dimensión de las palabras a medida que se avanza en el escrito.
Grafismos realizados con cierto descuido.
Símbolos gráficos del masoquismo.
Dificultad para conservar la horizontalidad de los desplazamientos.
Dirección: descendente o cóncava.
Forma: semiangulosa o redonda.

Presión: floja.
Irregularidad en el tamaño de las letras.
Escritura rápida, filiforme, nerviosa y agresiva.
Anulación del nombre en las firmas”.
(Foglia, P. 2003: 230).

“Todo tipo de descensos, tanto en líneas, como en las firmas, finales de líneas o de palabras o incluso en determinados puntos concretos (descensos súbitos).
La presión pastosa y/o fusiforme.
Las torsiones en las crestas.
La inclinación variable.
Los óvalos pinchados.
Las puntas a la izquierda.
Los retoques, las tachaduras y las enmiendas.
El margen derecho grande y el izquierdo ausente.
La letra muy pequeña, invertida, sobrealzada, con mayúsculas muy grandes y primeros rasgos mayores que los segundos (En M , H, V, LL, y otros).
Los ángulos en la zona inferior.
La escritura espaciada en general (sobre todo lo que se refiere a las palabras).
Los puntos y líneas innecesarios.
La firma en la zona izquierda.
La rúbrica con puntas a la izquierda.
Las letras de la firma muy grande.
Los puntos en forma de círculo y la rúbrica con zona inferior desarrollada, protegiendo ostensiblemente la firma”.
(Simón, J. 2003: 115).

Dirección: (en el momento definitivo puede ascender todo).
Descendente, o caída aunque ascienda, o en escalera, súbitas al final de la palabra o inesperadas en trazos.

Firma descendente.

Márgenes:
Izquierdo y/o derecho irregulares (insuficiencia
traumática emotiva de los medios de adaptación).
Ausencia de márgenes (querer serlo y ocuparlo todo).

Firma:
Centrada o a la izquierda (situación vital de huida, retirada o derrota).
Mayor que el texto o mayúscula de la firma sobrealzadas en exceso (orgullo autovalorativo superior a la capacidad de acción real).

Rúbrica:
Tachando (introyección de la crítica paterna recibida en la infancia).
En punta aguda hacia la izquierda.

Punto final innecesario que cierra la firma o hace de rúbrica (tendencia a cortar tajantemente situaciones tirantes. Este decir: hasta aquí hemos llegado; en determinados momentos sin otra salida puede tener sólo una: acabar).

Desplazamiento de la parte más vacía hacia el cuadrante inferior derecho, máxime si se une a jambas sin bucle (simplificadas): tendencia a conductas peligrosas para el Yo (“conducir a grandes velocidades”, por ejemplo): suicidio inconsciente.

Presión:
Torsión sobre todo en hampas.
Presión débil o caídas de presión (poder que fallece).
Pastosidades, emborronamientos, tachaduras y enmiendas.
Alfileres en vertical: si el palote se tuerce en las jambas: somatizaciones.
Puntas (alfileres, ángulos, etc.) acentuados hacia la izquierda.
Alfileres desde arriba hacia la letra siguiente (le pinchen o no) (agresión al inferior y al propio Yo cuando se lo “ve” inferior.

Inclinación:
Regresiva (fijación en experiencias pasadas negativas; rumia derrotista.
Trazos lanzados (agresividad impulsiva).
Arpones (aferramiento, intenciones fijas).

Ovalización:
Escritura apretada.
Óvalos pinchados y/o cegados (autopunición u obnubilación de conciencia psíquica.

Otros rasgos:
Símbolo de la guadaña (amargura, ante la crítica paterna + autoagresión culpabilizante.
Tildes altas y grades, puntos de la altos, en acento.
Gestos tipo de la petulancia o barras de la o trazos superiores, acerados hacia la izquierda”.
(Allende del Campo, J. 2007: 153 – 154).


4. El Reflejo de la Coacción en la Escritura de la Víctima

4.1. Concepto de Coacción

Para comenzar, resulta ineludible precisar desde el ámbito jurídico el concepto abordado en este apartado, por tanto se entiende por coacción, aquella:

“Situación en que se halla quien, por medios violentos o coactivos, materiales o morales, se ve obligado a hacer o no hacer determinadas cosas, siendo el constreñimiento tal, que no pueda evitarse de ninguna manera, anulando la libertad y voluntariedad del sujeto para actuar, lo que excluye la imputabilidad y por tanto la responsabilidad penal a consecuencia de la falta de dolo”. (Miller, G. 1981: 218).

La pregunta, que surge en esta cuestión consiste en: ¿es posible evidenciar los hechos de coacción en la escritura de la víctima?, en este sentido la Experta Honoraria en Escrituras en la Corte de Apelaciones de París, afirma que:

“La escritura responde, sin duda, a una necesidad universal e instintiva: el deseo de manifestar, los sentimientos íntimos, para expresarse, para marcar una impronta, como un grito que perdurará en el tiempo”. (Sedeyn, M. 2003: 21).


4.2. La Escritura Atormentada:

Es sumamente necesario aclarar que desde el punto de vista grafológico, se denomina según Vels , “escritura atormentada”, a la escritura anuscrita de la persona victima de un hecho de coacción. Que pueden casos tales como:

asalto a mano armada, abuso sexual, abuso psicológico, tentativa de homicidio, amenazas, extorsión, etc.

Al respecto, se advierte que la experiencia recomienda, que para encarar una investigación de ésta naturaleza, resulta apropiado permitir la participación de un equipo de grafólogos, preferentemente con formación universitaria, y con experiencia en la investigación criminalística, al respecto el Maestro Vels, especifica que:

“Es difícil de definir por la cantidad de accidentes gráficos que puede presentar (inhibiciones, perturbaciones de ritmo, inseguridad de marcha, vacilaciones, temblores, sacudidas, desigualdades de todo tipo e incluso incoherencia en la inclinación y a veces en la dirección, con roturas muy frecuentes en la continuidad, desigualdades de cohesión, etc).

La escritura atormentada es el producto de tensiones emocionales con carga de angustia, inseguridad, temor e inquietud que generan un estado interno que produce la dificultad de avance del grafismo con libertad, seguridad y aplomo. El sujeto no puede mantener un control eficaz del movimiento, del espacio y de las formas.

La escritura atormentada refleja una situación vaga de peligrosidad sin que el sujeto tenga la posibilidad de dominarla.

Esta situación interna actúa de manera conflictiva o perturbadora de equilibrio normal de la personalidad.

Suele ser producido por causas que han provocado o están provocando angustia, como puede ser cualquier temor profundo con respecto a la propia vida o de seres queridos (amenaza de muerte, enfermedad grave o cualquier otra causa que impacte el ánimo en forma de angustia concreta).

El estado interno del sujeto puede oscilar entre la inquietud y la fatiga, la impulsibilidad y la sensación de impotencia, la inseguridad y la rabia, el abatimiento y el intento de lucha, pero, en la mayor parte de los casos, el sujeto está agarrotado por la angustia, el miedo, la culpabilidad o la sensación de impotencia.

La escritura atormentada puede producirse también por el efecto perturbador de fuertes vientos o tempestades, en alturas superiores a tres mil metros, en cuevas de gran profundidad”. (Vels, A. 2000: 42 – 43).

Además los destacados; Del Picchia, aclaran que :

“La escritura sufre la influencia de nuestros estados emotivos (exaltados o depresivos).

No se debe negar el hecho, comprobado por la experiencia. [....]
En los estados depresivos resultantes, sea del miedo, la debilidad o la coacción, la escritura disminuye de calibre y el descenso se manifiesta en la dirección.

Corresponde, empero, tener en cuenta las características normales del grafismo. [....].
.... comúnmente se nota cierta desconexión, llevando al escritor a utilizar una forma y luego otro tipo de letra introduciendo principalmente algunas reminiscencias gráficas.

Por lo expuesto, se verifica la necesidad que el técnico, de conocer profundamente las variaciones consecuentes de los estados de ánimos. Eso ocurre, en principio, cuando los materiales gráficos destinados específicamente al cotejo son realizados delante de magistrados, policías o en situaciones forzadas.

Los grafotécnicos, sin embargo, no deben confundir las variaciones dependientes de causas involuntarias, con las originadas en causas premeditadas (disfraces). (Del Picchia, J. et al. 2006:

5. Aporte de las Expresiones Criptográficas

Como una de las herramientas válidas, para encarar la investigación de muestras escriturales, consiste la denominada: “Escritura Inconsciente” o “Expresiones Criptográficas”.

Se trata de una línea de investigación sorprendente, en donde el escribiente proyecta de manera asequible, los registros de las emociones más fuerte que ha tenido en los últimos 15 días. En cuanto al origen de ésta técnica se remonta a :

“Werner Wolf, en su obra Diagrama de inconsciente editada en New York en el año 1948, describe las tendencias inconscientes al realizar figuras o imágenes de los temas que más preocupan en ese momento al escribiente [...] Se conoce como criptografía, al arte o técnica de escribir con una clave determinada, de manera que sin ella sea imposible descifrar el significado del escrito. [...] La expresiones criptográficas, se producen de manera inconsciente, el individuo se encuentra en un estado de hipersensibilidad propenso a la depresión o a la euforia. El centro del conflicto es el motivo, es graficado de alguna forma en aquellas palabras reflejas que se relacionan con el mismo”. (Foglia, P. 2005: 213 - 214).

6. Finalmente

Para concluir se vuelve a precisar que la escritura manuscrita se inicia en la mente del escribiente, en donde:

“La mente humana no es suficientemente poderosa para que en un solo acto pueda relacionar cualesquiera dos términos del pensar, aunque éstos sean relacionables entre sí; ni tampoco es hasta tal punto deficiente que deba desesperar de relacionarlos porque no pueda hacerlo en un solo acto; hay un término medio que es propio del pensar humano, proceder a relacionarlos por medio de un proceso de relaciones que sirvan de medio para obtener la relación deseada, raciocinar; es una actividad que tiene por punto de apoyo inmediato o próximo no ya el concepto, sino el juzgar; se trata de un proceso, mediante el cual se puede llegar a un juicio, al cual no se podría llegar sino por medio de otros juicios”. (Font Puig, P. 1949: 185).

Al respecto, otro de los grandes maestros, iniciador de la escuela grafológica científica, denominada “grafología emocional”, explica que:

“Mediante la pluma, prolongación de la mente y órgano ejecutor de la voluntad reflexiva, el hombre proyecta gráficamente sus sentimientos, emociones e ideas sobre el papel. Pero al mismo tiempo, y sin percatarse de ello, libera una especie de lastre psíquico emocional inconsciente, de cualquier índole. [...] Para el observador intuitivo, cada escritura tiene una fisonomía propia, un determinado rostro individual. Pero también puede decirse que cada expresión gráfica tiene dos personalidades: la común, a la vista de todos, y la escondida.” (Honrot, C. 1962: 97).

Al tiempo que desde el punto de vista del derecho procesal penal, se especifica de la manera más estricta que:

“En todo asunto judicial hay una víctima (o alguien que se presenta como tal) y un culpable, o si se prefiere, alguien que está equivocado y alguno que tiene razón. Al momento de abrir un expediente, no sabemos, de antemano, cuáles podrán ser nuestras conclusiones, de manera que cada uno de los protagonistas tiene derecho al mismo respeto, en circunstancias siempre importantes para ellos”. (Sedeyn, M. 2006: 115).

Por último, la advertencia para el grafólogo que se desempeña en el ámbito forense:

“Existe, por supuesto, la remota posibilidad de que una nota suicida sea un documento falsificado con la intención de encubrir un homicidio”. [....] Las notas de suicidio deberían ser examinadas sistemáticamente (por un perito en documentos capacitado) así también su autenticidad para eliminar la posibilidad de una interpretación equivocada al responder a la pregunta:

¿asesinato o suicidio?”. (Schneickert cit. In Conway, J. 2008: 56)

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Allende del Campo, Juan, (2007). Grafopatologías. Lasra. Buenos Aires. Argentina.
Binet, Alfred, (1965). Grafología y Ciencia. Paidós.Buenos Aires. Argentina.
Bunge, Mario, (1988). Ciencia y Desarrollo. SigloVeinte. Buenos Aires. Argentina.
Conway, James, (2008). Investigaciones de NotasSuicidas. Ediciones la Rocca. Buenos Aires.Argentina.
Del Picchia, José, et al. (2006). Tratado de Documetoscopía. Ediciones la Rocca. Buenos Aires. Argentina.
Foglia, Pedro José, (2005). Grafología General. Lugar Editorial. Buenos Aires. Argentina.
Foglia, Pedro José, (2003). Grafología Forense. Lugar Editorial. Buenos Aires. Argentina.
Foglia, Pedro José, (2002). Grafología Infantil Pedagógica. Lugar Editorial. Buenos Aires. Argentina.
Font Puig, Pedro, (1949). Introducción General Lógica y Psicológica a la Filosofía. Atlántida S.A. Bacelona. España.
Francovich, Guillermo, (1973). Toynbee, Heidegger y Whitehead. Plus Ultra. Buenos Aires. Argentina.
Honrot, Curt. (1962). Grafología Emocional Objetiva. Troquel. Buenos Aires. Argentina.
Moreno, Manuel, (2008). Grafología Psicológica. Ediciones Obelisco. Barcelona. España.
Miller, Gill. (1981). Diccionario Jurídica Penal. Ediciones Librería del Profesional. Bogotá. Colombia.
Russell, Bertrand. (1992). El Conocimiento Humano. Planeta – Agostini. Barcelona. España.
Sedeyn, Marie – Jeanne, (2003). Introducción a la Investigación Objetiva de los Manuscritos. Ediciones la Rocca. Buenos Aires. Argentina.
Sedeyn, Marie – Jeanne, (2006). Delitos de Escritos. Ediciones la Rocca. Buenos Aires. Argentina.
Sheptulin, A. (1983). El Método Dialéctico del Conocimiento. Cartago. Buenos Aires. Argentina.
Simón, José Javier, (2003). Cómo hacer análisis grafológico. Planeta DeAgostini. España.
Torbidoni Lamberto y Livio Zanin, (1991). Grafología. Ediciones Tantin. Santander. España.
Popper, Karl, (1973). La Lógica de la Investigación Científica. Tecnos. Madrid. España.
Kierkegaard, Sören, (2004). El Concepto de la Angustia. Ediciones Libertador. Buenos Aires. Argentina.
Kuhn, Tomas, (2004). La Estructura de las Revoluciones Científicas. Fondo de la Cultura Económica. Buenos Aires. Argentina.
Vels, Augusto, (2000). Grafología de la A a la Z. Herder. Barcelona. España.
Venturini, Oscar, (2005). Pericia Caligráfica Grafológica. Instituto EOS y Ediciones Xandró. Madrid. España.
Viñals, Francisco. y Mariluz Puente. (1999). Psicodiagnóstico por la escritura. Herder. Barcelona. España.
Viñals, Francisco. y Mariluz Puente. (2001). Pericia Caligráfica Judicial. Herder. Barcelona. España.

Artículo publicado en la revista del ICG y reproducido con la autorización de su autor y de la revista del Instituto de Ciencias del Grafismo


Rubén Dario Avalos

Profesor Universitario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...