sábado, 28 de enero de 2012

Un nuevo "Guy Georges" siembra el terror en París


“Mi lema es: róbalos a todos, viólalos a todos, mátalos a todos”.
Carl Panzram

La policía francesa busca al peligroso violador en serie que aterroriza la ciudad de París desde hace semanas. Se trataría de un hombre de raza negra de unos 30 años, al que se ha apodado como "El Nuevo Guy Georges", por las similitudes que guarda con el asesino en serie que violó y estranguló a siete mujeres entre 19991 y 1997 en la ciudad del Sena.


La policía busca a un hombre africano, de unos 30 años, un 1.70 metros de estatura, cabeza rapada y rostro ovalado y que a menudo suele estar fumado o en estado de embriaguez".

En cinco días ha consumado tres crímenes, dos de ellos en pleno corazón de la ciudad, y ha burlado la vigilancia de los 2.000 policías que han sido movilizados para cazarle.

Su repetido "modus operand" le ha hecho ganarse el apodo del "nuevo Guy Georges", en referencia al violador en serie que actuaba en París en los años 90. Su discípulo sigue a las víctimas por la calle hasta sus casas, les roba las tarjetas bancarias y después las viola. Si alguna se le resiste no duda en sacar la navaja. La policía cree que el hombre en búsqueda y captura es responsable de al menos tres violaciones.

La primera de ellas tuvo lugar en víspera de Nochebuena, en el céntrico distrito III de París. La joven agredida fue apuñalada 20 veces y, aunque el agresor la dio por muerta, la joven sobrevivió milagrosamente y permanece ingresada en un hospital de la ciudad. El segundo delito tuvo lugar horas después, mientras que la Policía cree que otra violación cometida cinco días después en el departamento de Essonne, en la región parisina, es obra del mismo depredador.


En este caso el agresor intentó ahogar a su víctima, una niña de 15 años. Según ha declarado una de las fuentes de la investigación al diario 'Le Parisien' el nuevo Guy Georges "pide perdón a sus víctimas después de haberlas violado y apuñalado". Entre los testimonios de las jóvenes y las grabaciones recogidas por las cámaras de seguridad de un cajero automático donde el verdugo obligó a una de sus víctimas a sacar dinero, la policía ha armado un retrato robot del peligroso individuo.

En el momento de las agresiones el sospechoso vestía blusón de cuero negro, vaqueros y zapatos oscuros. Los investigadores recuerdan que el individuo "tiene cicatrices visibles en la cara". "Se expresa en un francés casi perfecto, no se le nota el acento", añade la policía, que califica al perseguido como un "depredador extremadamente peligroso".

Además del retrato robot, las autoridades han lanzado un llamamiento para pedir la colaboración ciudadana. La masiva respuesta muestra la psicosis que viven muchos de los vecinos de París: miles de llamadas, tweets, mensajes de Facebook. Los agentes reciben una media de 50 llamadas al día. "Al principio registramos un pico de 100 alertas, aunque ahora ha bajado a 25", asegura uno de los investigadores al diario 'Metro'.

La psicosis se vive sobre todo en los colegios e institutos, pues, según la Policía, los padres asustados llaman para dar detalles sobre posibles sospechosos y la mayoría de éstas son falsas.

Los investigadores cuentan con varias pistas más fiables, como una muestra de ADN, pero a pesar del despliegue policial, aún no han dado con el individuo. Han interrogado a tres sospechosos, todos liberados por falta de pruebas.

Fuente: Elmundo.es

jueves, 26 de enero de 2012

Enriqueta Martí, el monstruo de Barcelona

¿Por que no lo puedo matar? Si de todas maneras vamos a morir” Mary Flora Bell


Autor: Salvador García Jiménez
Catedrático de Lengua y Literatura y académico numerario de la Real Academia Alfonso X El Sabio

Entre los asesinos en serie españoles, la historia de Enriqueta Martí el "Monstruo de Barcelona" ocupa un lugar preferente con una biografía que parece el argumento de una película de terror.


Con la historia de Enriqueta Martí, sucedida realmente en la Barcelona de 1912, se podría componer un guión gore del cine más rabiosamente actual. Entre todos los ejemplares de nuestra fauna, ella destaca por ocupar con su biografía de leyenda una columna en la enciclopedia de los asesinos en serie. De los sobrenombres que le dedicaron (mala dona, bruja, sacamantecas, celestina...), se ha perpetuado con mayor fama el de vampira: La vampira del Raval, La vampira de Barcelona o La vampira del carrer Ponent.

Todo se inició con la misteriosa desaparición de la niña Teresita Guitart durante el anochecer del 10 de febrero de 1912 en la calle de San Vicente. El misterio se prolongaría por espacio de más de quince días. Caminaba de la mano de su madre cuando, en el momento en que se detuvo ésta para hablar con una conocida, la niña se alejó, siendo infructuosas las pesquisas que se realizaron para dar con su paradero. Se ofreció hasta un premio en metálico a la persona que llegase a averiguar el lugar donde la pobre criatura había ido a parar. No pocos la daban ya por muerta. Por fin, un martes se desvaneció el misterio que rodeaba la extraña desaparición.

En el piso de la calle de Poniente, número 29, vivía Enriqueta Martí en compañía de su padre, anciano de ochenta años, y de la niña de cinco años que había raptado. Su solitaria existencia era bastante sospechosa para la vecindad: ni se trataba con nadie, ni recibía visitas. Cuando salía por las mañanas iba astrosa, mugrienta, como una mendiga de la peor laya; y por las tardes, vestida de seda, con plumas en el sombrero. Un sábado, la vecina de su piso vio en el balcón de Enriqueta a una niña desconocida que jugaba con su supuesta hija y, como aquella noche y al día siguiente la oyese llorar, aprovechó la primera ocasión que se le presentó para preguntarle a Enriqueta quién era la cría. Tras dudar de la veracidad de las respuestas, su denuncia a la policía ayudó a descubrir a Teresita Guitart.

El aspecto casi ridículo que iba tomando el asunto comenzaba a fatigar a la opinión pública. La familia de Teresita Guitart había batido el récord de celebridad, llevando a su hija a todas partes como mono de feria: Anoche se dio en el teatro Tivoli una función a beneficio de Teresita, y, al presentarse en un palco, fue aplaudida; se exhibió después con su padre en el escenario y recorrió palcos y butacas recogiendo donativos.


La otra niña rescatada, Angelita, afirmó haber visto cómo mamá (así llamaba a Enriqueta, que se hacía pasar por su madre) había matado con un cuchillo a un niño de cinco años, llamado Pepito, en la mesa del comedor, como si Hansel y Gretel hubiesen tomado carne de realidad en este viejo folletín: Enriqueta convirtió la mesa del comedor en un matadero donde perdieron la vida sus inocentes víctimas. Si la secuestradora hubiese vivido en tiempos más remotos, hubiera tenido, sin duda, un amante a quien querría más que a Baquer: Herodes [Salvador Baquer, amante de Enriqueta Martí].

A partir de la puesta en prisión de la secuestradora de niños, Barelona iba a destapar uno de los episodios más macabros de su historia, tres años después de la sangre derramada en la represión de la Semana Trágica. Enriqueta Martí robaba niños en los mercados para prostituirlos y después los mataba para elaborar con su sangre mantecas y tuétanos, pócimas que compraban los burgueses para curarse de la tuberculosis (ella misma consumía sangre fresca en la creencia de que era fuente de eterna juventud).

Ni qué decir tiene que la fantasía del pueblo trabaja de firme y que los detalles en apariencia más insignificantes se convierten, al pasar por los labios de la gente, en otras tantas pruebas terroríficas, que adaptan maravillosamente las formas más extrañas y caprichosas.

La única verdad comprobada es prosaica: Enriqueta Martí (San Feliu de Llobregat, 1898 – Barcelona, 1913) ejerció la prostitución siendo adolescente, regentó un burdel, fue curandera, estuvo procesada por corrupción de menores y se casó con Juan Pujaló, pintor bohemio y herbolario. Éste decía que una vez, viendo una alcachofa, se le ocurrió pintarla, y entonces comprendió que tenía un artista dentro. Uno de los testigos del juicio que declaró en el proceso de Enriqueta Martí contaba que le trajo un día un cuadro de flores que daba miedo: Quería encajármelo a toda costa. Según la crónica negra que se iba forjando, ella asesinaba en el barcelonés barrio del Raval: secuestraba niños y bebés para matarlos y elaborar con sus restos pócimas que vendía por grandes sumas de dinero a las clases pudientes de la ciudad. La sangre, la grasa, los cabellos y el esqueleto de sus indefensas víctimas eran la base de filtros, ungüentos y cataplasmas con supuestos poderes medicinales que los ricos compraban para consumir la temida tuberculosis.


Desde el principio estuvo demostrada, comprobada hasta la más indiscutible certeza, la existencia de hechos delictivos (secuestros, raptos, suplantación del estado civil, falsedad en documento público, etc.); pero sin ninguna prueba de asesinatos. Existían presunciones, hasta indicios quizás, de que hubiera cometido uno o varios infanticidios; mas ningún dato evidente que no diera lugar a dudas había llegado a conocerse: Estamos hoy, como hace algunos días, en la misma ignorancia acerca de los crímenes que la imaginación popular atribuye a Enriqueta Martí; crímenes que se presumen; pero que —es hora ya de decirlo— no se llegan a demostrar en modo alguno.

Todos temían que Enriqueta Martí muriera en uno de los reales o fingidos síncopes cardíacos que superaba o de sus chapuceros intentos de suicidio. La indignación popular continuaba suponiendo implicadas en este asunto a importantes personalidades por lo que de exageración en exageración se ha llegado a creer y a propalar entre ciertas gentes que había decidido interés en eliminar a Enriqueta, en “quitarla de en medio” para que no hable y, por tanto, para que no aparezca la responsabilidad de esas personas. Hasta del rey Alfonso XIII se llegó a decir que bebía la sangre que le vendía como a sus demás clientes Enriqueta Martí para curarse de una enfermedad misteriosa.

El rumor de que era una intermediara en las monstruosidades atribuidas a individuos de la buena sociedad barcelonesa hizo que un periodista la emparentase con la misma Celestina, de la que también se decía y los untos y mantecas que tenía, es hastío de decir: Es indudable que los crímenes y delitos que haya cometido la Enriqueta Martí obedecen a ese curanderismo, seductora profesión para una legí¬tima nieta de la Celestina, hábilmente explotada —¡tantos años!— a despecho de las autoridades.

Los secuestros de Enriqueta Martí mantuvieron en vilo a la ciudad, a Cataluña y a España entera. La prensa local publicó durante un mes las novedades sobre el caso bajo los titulares: Un proceso sensacional, Secuestro de niños, Roba-niños, Crímenes contra la infancia. Su figura absorbió la atención general con aquella tiranía de los enigmas tenebrosos, de los desenlaces imprevistos que se solían creer reservados a la novela folletinesca o al melodrama de arrabal. El aforo del Palacio de Justicia resultó escaso para dar cabida a la multitud de profesionales y curiosos que lucharon por entrar durante el proceso. Por ello, la condenada Enriqueta Martí, la mujer de los misterios, pasó a la historia como la secuestradora de niños más famosa de España.

Pronto, al cabo aproximadamente de un mes, el asunto de la secuestradora aburrió a la gente. Pasado el primer momento de estupor por lo imprevisto del dictamen sobre el análisis de los huesos y el reconocimiento de Enriqueta, empezó a desvanecerse la creencia en los crímenes perpetrados por la procesada. La opinión reacciona, pues hasta ahora está comprobada la existencia de delitos; pero no de los crímenes en que se creía.

Enriqueta no podía vender sus pócimas fabricadas con las entrañas y la sangre de los niños por grandes sumas de dinero a las clases pudientes de Barcelona porque vivía en un ambiente de miseria. Podemos saber cómo se encontraba su último domicilio gracias a los periodistas que lo visitaron para saciar con su descripción la morbosidad del lector. Tras abrir una puertecilla sórdida, había que trepar veinte escalones para llegar a la estancia, en un ambiente misérrimo y un olor nauseabundo. Tras acceder al hogar de la vampira, el empapelado de su mejor salón se hallaba roto y lleno de rasguños. Había en él un sofá verde, por cuyo reps brotaban las tripas de lona y de lana. También se observaban montones de trapos y papeles por doquier. Al fondo estaba la alcoba. Todo era asqueroso en ella, colgando ropas hediondas de una percha. El corresponsal de ABC concluye después de visitar la casa: Jamás he contemplado nada tan miserable ni tan repulsivo.

Enriqueta Martí raptaba a los pequeños, de pobres familias también, para explotarlos en la mendicidad o venderlos a otros granujas que se dedicaran también a lo mismo que ella. Los tenía en su casa como si fueran gatos. Tras explotar las truculencias del suceso, los reporteros se atrevieron a publicar sus dudas sobre la autenticidad de aquel monstruo: El dictamen de los catedráticos y médicos forenses que examinaron los huesos hallados en los domicilios de Enriqueta, concluye afirmativamente que no son humanos.


Los forenses acabaron por contradecirse porque en los primeros momentos afirmaron que eran de niños, ¡de cuatro niños! (convirtiendo en necrópolis el patio de la casa), de seis a ocho años de edad, por lo que el comentarista de los infanticidios se preguntaba: ¿Es posible que un técnico, un doctor en medicina, confunda el cráneo de un conejo con el de un niño? La torpeza, la ignorancia, el error de los forenses, engañando a los reporteros de prensa, había enfadado al público. Cada día surgía un nuevo dato en el fantástico proceso que venía a echar por tierra las conjeturas que se iban formando con los conocidos anteriormente. Si en principio pusieron al público expectante con los esqueletos infantiles descubiertos, las correcciones posteriores de que eran de conejo, de pollo o de gato (como se hicieron eco diferentes crónicas periodísticas), acabaron con el retorcido entusiasmo.

Al caso de Enriqueta Martí se le exprimió hasta la última gota de sangre para obtener réditos económicos. Los mismos teatros de la avenida del Paralelo quisieron aprovecharse de los abundantes temas que la secuestradora les proporcionaba para provocar pesadillas en sus fieles espectadores. Así ya se anuncian en el Español y en el Apolo [teatros del Paralelo] dramas terroríficos sobre la niña secuestrada y otros incidentes de los misteriosos hechos descubiertos.

Ni los periodistas ni los novelistas, casi cien años después de que se fraguara la leyenda de Enriqueta Martí, han investigado para escribir su verdadera biografía, como demuestra este final en la cárcel que narran de la vampira: Pero al fin murió linchada por sus compañeras. Circuló antes la versión de que había sido envenenada. Porque Enriqueta sabía demasiado y era peligrosa para mucha gente. Enriqueta Martí murió linchada por sus compañeras de prisión en la cárcel Reina Amalia, aunque otra versión afirma que para entonces ya había sido envenenada.

Otra de tantas falsedades como demuestra la consulta de su obituario el día 12 de mayo de 1913: Ha muerto, a consecuencia de un cáncer en la matriz, la secuestradora Enriqueta Martí. La prensa comenzó a fantasear, a convertirla en un monstruo, en una superstar del crimen como Jack el Destripador. Y la hipérbole se representó en dos portadas de las revistas de Barcelona con graciosas caricaturas que explotaban mayormente su perfil de secuestradora. Hoy, casi cien años después, cuatro escritores han convertido en argumento de sus novelas el aspecto más fantástico y macabro de la vida de Enriqueta Martí. Buscando la verdad sobre la vampira, Pierrot publicó Los diarios de Enriqueta Martí: La vampira de Barcelona; Marc Pastor, La mala dona; Elsa Plaza, El cielo bajo los pies; y Fernando Gómez, El misterio de la calle Poniente. Todo un mito que ahora rompe las tablas de su ataúd y crece como una serpiente entre los cascarones de su huevo.

En el pozo de nuestra investigación, Enriqueta Martí se refleja como una pobre diablesa a quien el pueblo, los medios de comunicación y los plumíferos coronaron en el trono de un infierno que se habían inventado. Sin haber derramado ni bebido una gota de sangre humana, quedó convertida en una de las grandes estrellas rojas de nuestro vampirismo. Sus huellas han borrado la frontera entre ficción y realidad. Comidos por las ratas seguramente los 1.800 folios de que constaba su proceso, el fantasmal personaje se ha quedado anclado en el mundo de la novela.

N. del D.: El caso de Enriqueta Martí forma parte del libro “Vampirismo ibérico. Bebedores de sangre, sacamantecas y curanderos” escrito por Salvador García Jiménez y publicado por la editorial Melusina (www.melusina.com), con diseño de Miguel Brieva, y en "QdC". A todos ellos les agradecemos la cortesía de permitirnos su difusión.

miércoles, 18 de enero de 2012

La evidencia conductual y su relevancia en la investigación policial

“Los demonios me protegían, no tenía por qué temerle a la policía” David Berkowitz

Supongamos el caso de un triple homicidio. Tres personas aparecen asesinadas en su domicilio, cada uno en una habitación distinta, cada uno con una cantidad y calidad de heridas diferentes. La investigación policial buscará en un primer momento averiguar la identidad de las víctimas e indagará en su entorno para inferir el posible móvil de la agresión, con el que elaborar hipótesis sobre los principales sospechosos.

Al mismo tiempo, especialistas forenses tratarán de dar respuesta a las causas de la muerte de cada una de las víctimas, analizando sus heridas, datando en la medida de lo posible el momento en que se produjo, buscando indicios, vestigios o huellas que puedan haber sido dejados por el agresor o los agresores en la escena, etc., al objeto de proporcionar a los investigadores policiales datos concretos sobre lo que en el domicilio en cuestión sucedió y que serán utilizados para elaborar un teoría plausible y que, acompañada de indicios sólidos, podrá convertirse en una reconstrucción coherente del delito, identificando y deteniendo al presunto autor de los hechos y poniéndolo a disposición de la autoridad judicial.

Si los especialistas obtuvieran de la escena del delito huellas dactilares, perfiles de ADN que llevaran a los investigadores a identificar a un sospechoso al que le incautaran un arma que conserva indicios biológicos de las víctimas, así como otros efectos pertenecientes a éstas, además de vinculaciones directas en cuanto al móvil supuesto en la investigación, sustentado además todo el progreso de la investigación por la confesión del sospechoso al ser enfrentado a las evidencias, el caso será esclarecido plenamente. Es evidente que esta situación planteada en el ejemplo es ideal. Los hechos reales no siempre se dan en estos términos; sin embargo, el enfoque tradicional de la investigación policial tratará de seguir el citado esquema para intentar esclarecer cualquier delito, puesto que el método se ha declarado válido en la mayoría de los casos.

No obstante, siempre habrá un reducido número de delitos -que no por reducido será menos relevante- en los que el método tradicional será insuficiente para llegar al esclarecimiento total de lo ocurrido. Ante las dificultades, los investigadores redoblarán los esfuerzos en la realización de diligencias de investigación sobre las víctimas y su entorno, mientras que los especialistas forenses harán lo propio dentro de su campo en busca de un indicio que arroje algo de luz a lo ocurrido. El tiempo transcurre y el caso queda sin esclarecer. En estas situaciones, es pertinente considerar otro tipo de evidencias, como pueden ser las evidencias conductuales o psicológicas. Actualmente, la conciencia sobre el valor de las evidencias conductuales no es la misma que para las evidencias físicas. Se piensa que con éstas es suficiente para el esclarecimiento de los delitos y eso es cierto en un altísimo porcentaje de casos investigados; sin embargo, en muchos otros no resultan suficientes, teniendo en cuenta que los delincuentes perfeccionan cada vez más sus actuaciones y toman mayores medidas para evitar dejar muestras de sus actos.

Las evidencias conductuales o psicológicas (en adelante conductuales) son vestigios psicológicos que quedan reflejados en el modo en que el agresor cometió sus delitos o en cómo reacciona ante la investigación policial y que van desde el tipo de víctima elegida, la elección de los lugares donde abordarla y consumar la agresión, el tipo y orden de heridas o el modo en que declara ante los investigadores, por poner sólo unos ejemplos. La evidencia conductual es más sutil que la evidencia física, y fundamentalmente se detecta mediante la observación y la inferencia, mientras que la evidencia física, por su evidente naturaleza, requiere de procedimientos físicos de detección, recogida y análisis.

Como concepto, la evidencia conductual es cualquier acto u omisión indicativo de un patrón de conductas del autor del delito. La principal ventaja de este concepto frente al de evidencia física es que mientras que éstas pueden eliminarse, intencional o accidentalmente, las conductuales, no. El agresor puede usar guantes para evitar dejar huellas, pero sus acciones habrán provocado unas consecuencias a partir de las cuales inferir qué comportamientos realizó y qué pudo motivar esas acciones. Como desventaja queda el hecho de que el peso probatorio de las evidencias físicas frente a las conductuales es, sustancialmente, mucho mayor, de tal modo que podemos llegar a considerar a las evidencias físicas como un medio de prueba, mientras que las evidencias conductuales serán, fundamentalmente, una herramienta de investigación.

Siguiendo el ejemplo planteado al inicio de este artículo, serían evidencias conductuales el tipo, número y orden de las heridas infligidas a las víctimas o las diferencias entre esos patrones de heridas en cada una de las víctimas, de las que inferir, por ejemplo, a cuál de las víctimas pretendía el autor causar un mayor sufrimiento, a quién atacó en primer lugar y a quién en último; lo que, a su vez, puede llevar a elaborar determinadas hipótesis dirigidas a un tipo de agresor especialmente motivado.

Indudablemente, y al igual que las evidencias físicas, ninguna evidencia conductual puede analizarse aisladamente, puesto que todas ellas conforman un relato en el que cada variable depende de e influye en todas las demás, de tal modo que ese relato adquiere cierta coherencia. Pongamos por caso que en el citado domicilio se encuentran huellas de pisadas ensangrentadas atribuidas al autor de las muertes, pero no se encuentra ninguna huella en el exterior del domicilio. Podemos inferir, al menos, tres evidencias conductuales a partir de ese dato: primero, que se cambió de calzado antes de salir del domicilio utilizando algún calzado presente en el domicilio, lo que nos indicaría qué posibles números calzaría y su estatura consiguiente; que llevara su calzado protegido por algún tipo de funda que retiró al salir del domicilio o que portaba un segundo calzado consigo que sustituyó antes de marcharse, infiriéndose en estos dos últimos casos que el autor portaba un equipo adecuado a las acciones previstas; es decir, que había preparado meticulosamente su actuación para evitar dejar huellas, lo que resulta un indicador de su experiencia, de su inteligencia y de sus conocimientos en investigación forense.

Exactamente igual que la evidencia física, la conductual debe ser reconocida, identificada, recogida, documentada, individualizada, comparada y reconstruida para un tratamiento adecuado y conforme al método científico. Del mismo modo, todo investigador policial, independientemente de su especialidad, debe ser entrenado en la observación encaminada a la detección de evidencia conductual, al objeto de -una vez detectada- documentarla de tal modo que le permita realizar inferencias válidas que sustenten teorías fuertes acerca de los hechos investigados.


Las fuentes de evidencia conductual más comunes son:

- Las que se extraen de las declaraciones de víctimas, testigos y sospechosos, que se recomienda que sean grabadas en soporte audiovisual para su análisis repetido y exhaustivo.

- La información derivada de la documentación recogida acerca de la escena del delito, como mapas, croquis, fotos, vídeo.

- La información conductual derivada de las evidencias físicas existentes y su documentación en foto y vídeo.

- Las heridas de la víctima y su documentación.

- La victimología; es decir, ocupación de la víctima, actividad, biografía, edad, características físicas, etc.

Además, las evidencias conductuales se pueden clasificar en función de hacia qué tipo de actividad están orientadas, lo que resulta fundamental en los delitos violentos. Así, encontramos las evidencias conductuales orientadas a satisfacer fantasías o motivaciones personales y las orientadas a la ejecución exitosa del delito; es decir, dependientes del sello personal y del modus operandi, respectivamente.

Dentro de las evidencias conductuales orientadas a la satisfacción de fantasías tenemos:

- Generales: datos sobre la víctima, como su edad, historia, etc.; el lenguaje empleado por el agresor durante el hecho; los datos tomados de la escena que implican interacción entre humanos y que nos llevan a inferir qué aspectos tienen un significado especial para el agresor.

- Sexuales: golpes o caricias, actos sexuales en general, el orden en el que se llevaron a cabo, si hubo o no eyaculación, lo que nos lleva a inferir qué comportamientos son más relevantes y de qué modo para el agresor.

- Físicas: heridas a la víctima, naturaleza de la fuerza empleada, respuesta del agresor a la resistencia de la víctima, cautiverio e interacción durante el mismo, lo que nos lleva a inferir de modo similar al caso anterior.

Dentro de las evidencias conductuales orientadas al modus operandi tenemos:

- Localización: métodos de entrada, recorrido efectuado por el delincuente, lugar de salida, variables temporales del delito como la hora o el día, si se trata de una de abordaje o donde se comete el hecho o donde simplemente se abandona a la víctima, la secuencia de los hechos acaecidos, el tipo de lugar (edificio, solar, vehículo), riesgo para la víctima para llegar a serlo o para el agresor para ser detenido o identificado, objetos adquiridos en la escena del delito o materiales dejados en la misma.


- Transporte: vehículos utilizados o la no utilización teniendo en cuenta si el hecho delictivo podría haberse cometido con o sin vehículo, la ruta tomada, la distancia recorrida, en su caso, desde la escena primaria, lugar de acometimiento, y la escena secundaria, lugar de comisión efectiva del delito y la escena terciaria, lugar de abandono de la víctima, si es el caso.

- Control de la víctima: tipo de ataque empleado (sorpresivo, con engaño), armas utilizadas, disfraces, conductas de disminución del riesgo a ser identificado (cubrir los ojos de la víctima, uso de preservativo).


Toda esta información es necesaria para realizar la reconstrucción del hecho delictivo investigado. La documentación completa, exhaustiva y adecuada acerca de la escena del delito es fundamental para ello. Los pasos a seguir para realizar la reconstrucción del hecho delictivo serían:

- Reconocer la evidencia: cualquier evidencia presente que no es reconocida supone una pieza del puzzle que no se recoge y sin ella no es posible elaborar una imagen coherente y completa del hecho que se investiga. Además, la ausencia de determinados datos puede llevar fácilmente a elaborar hipótesis equivocadas.

- Documentar la evidencia: es necesario para realizar los análisis pertinentes de las evidencias reconocidas en otros momentos y lugares adecuados y como soporte a emplear durante el proceso judicial.

- Recoger la evidencia: para su estudio y análisis mediante las técnicas adecuadas.

- Evaluar la evidencia: la evidencia es examinada para extraer de ella toda la información posible.

- Elaborar la hipótesis: se formula un relato sobre cómo pueden haber ocurrido los hechos.

Es importante tener en cuenta la sutileza de las evidencias psicológicas y que, en ocasiones, su relevancia estriba no tanto en lo que se observa sino, precisamente, en lo que no. Pongamos por caso un asaltante a un domicilio armado con un martillo que amordaza a uno de los moradores mostrando una actitud iracunda y amenazando con destruir la vida del propietario de la vivienda, pero que se marcha del lugar habiendo sustraído únicamente cierta cantidad de dinero en efectivo que se encontraba en la casa momentáneamente para efectuar un pago, sin haber cometido ningún daño en el resto de propiedades y enseres del lugar. Si asociamos la ira, la motivación de venganza y el ir armado con un martillo, lo esperable sería hallar destrozos provocados por el agresor; sin embargo, al no producirse ningún daño, la conducta manifestada no parece coherente con la conducta esperada. El investigador podría, en este caso, elaborar una hipótesis en el sentido de que quizá el asalto haya sido simulado por alguien del entorno familiar que sabía de la existencia de ese dinero únicamente para sustraerlo, con lo que las pesquisas policiales se dirigen hacia ese entorno en particular y no hacia el entorno personal, social o laboral de la persona amenazada.

En cualquier caso -y como se ha señalado anteriormente-, la detección de las evidencias conductuales requiere un adecuado entrenamiento y teniendo siempre en cuenta que estas evidencias funcionan esencialmente como generadoras de hipótesis acerca de lo ocurrido; son una herramienta de investigación que proporciona sugerencias que los propios investigadores deberán comprobar. Son, en definitiva, un complemento a los métodos tradicionales de investigación policial.

Autor: Juan Enrique Soto Castro
Inspector Jefe, Jefe de la Sección de Análisis de Conducta Unidad Central de Inteligencia Criminal de la Policía Nacional
Fuente: madridiario.es

lunes, 16 de enero de 2012

1ª Edición. Taller de Psicología Criminalística

“Mírame con desprecio, verás un idiota. Mírame con admiración, verás a tu señor. Mírame con atención, te verás a ti mismo” . Charles Manson

Aula Virtual de la Fundación Universidad-Empresa de Valencia nos informa del comienzo de un curso muy interesante impartido por Jorge Jiménez (Miembro de International Academy for Investigative Psychology (IAIP) . Se trata del “Taller de Psicología Criminalística"



1.ª Edición

FEBRERO 2012 - ABRIL 2012

Este taller está dirigido a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, criminólogos, psicólogos y psiquiatras , y pretende introducir al alumno en la Psicología Criminalística

MÓDULO 1. INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA CRIMINALISTA

1.1 LA PSICOLOGÍA CRIMINALÍSTICA: UN NUEVO ENFOQUE
1.1.1 La Psicología criminalística subdisciplina de la Psicología Jurídica
1.1.2 Psicología Policial
1.1.3 Un nuevo enfoque: La Psicología Criminalista
1.2 ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA CRIMINALISTA
1.2.1 Áreas Operativas de actuación del Psicólogo Criminalista
1.2.2 El modelo de asesor de UK

MÓDULO 2. OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN POLICIAL

2.1. EL TESTIGO EN LA INVESTIGACIÓN POLICIAL
2.1.1 Fases de la Investigación Policial
2.1.2 El testigo como elemento de investigación
2.2 PSICOLOGÍA DEL TESTIMONIO
2.2.1 La memoria del testigo
2.2.2 Errores e influencias sobre el proceso de rememorar
2.3 INTERROGATORIO
2.3.1 El interrogatorio dentro de la Investigación Policial
2.3.2 Características y formación del Interrogador
2.4 ESTREVISTA COGNITIVA
2.4.1 Fundamentos de la EC
2.4.2 La EC mejorada
2.5 AUTOPSIA PSICOLÓGICA
2.5.1 Características de la A.P
2.5.2. Método de Autopsia Psicológica Integral (MAPI)

MÓDULO 3. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN POLICIAL

3.1 CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO
3.2 TÉCNICAS DE ANÁLISIS DE CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO
3.2.1 Análisis de la validez de las declaraciones (SVA)
3.2.2 Reality Monitoring

MÓDULO 4. ANÁLISIS DE COMPORTAMIENTO CRIMINAL EN LA INVESTIGACIÓN POLICIAL

4.1 PERFIL CRIMINOLÓGICO
4.1.1 Introducción al Perfil Criminológico
4.1.2 Elementos de Análisis del Perfil
4.1.3 El Perfil Criminológico en la Investigación Policial
4.2 EVALUACIÓN DE RIESGO DE VIOLENCIA
4.2.1 Violencia, peligrosidad y reincidencia
4.2.2 Métodos de evaluación de peligrosidad
4.2.3 Peligrosidad y Psicopatía

MÓDULO 5. INTERVENCIÓN EN SITUACIONES DE CRISIS

5.1 INTERVENCIÓN CON VÍCTIMAS
5.1.1 Psicopatología de la victima
5.1.2 La entrevista con la victima
5.2 INTERVENCIÓN EN NEGOCIACIONES CON TOMA DE REHENES
5.2.1 La intervención en crisis. Operativa y rol del psicólogo
5.2.2 La Negociación. Aspectos básicos
5.3 INTERVENCIÓN EN GRANDES CATASTROFES
5.3.1 Principios y objetivos de la Intervención
5.3.2 Apoyo psicológico a los profesionales de las FCS
5.4 INTERVENCIÓN EN TERRORISMO
5.4.1 Teoría explicativas del fenómeno terrorista
5.4.2 Perfil psicológico del Terrorista

Organización:

ADEIT. Fundación Universitat Empresa de València

Dirección:

Jorge Jiménez
Responsable de Formación SEIPC.
miembro de International Academy for Investigative Psychology (IAIP)

Duración:

20 horas. Febrero - abril 2011. A distancia a través de internet. Aula Virtual de la Fundación Universidad-Empresa de Valencia

Matrícula:

290 €.

Preinscripción:

Hasta el 25/01/2012.

La admisión al curso es por riguroso orden de inscripción y matrícula.

Antes de comenzar el curso, si se encuentra entre los alumnos admitidos, recibirá un correo electrónico en el que le indicaremos el procedimiento para realizar la matrícula.
Enlace
Una vez comprobado que se ha realizado el pago le enviaremos un correo electrónico con los datos para que pueda acceder al Aula Virtual.

Más info: http://www.adeit.uv.es/av/info/index.php?codigo=psicologiacriminal




viernes, 13 de enero de 2012

Sherlock Holmes está de moda

 "Soy un cerebro, Watson, el resto es mero apéndice". Sherlock Holmes

Y es que este mes han sido estrenadas dos novedades sobre el legendario detective, se trata de la serie inglesa "Sherlock" para la televisión, y el film  "Sherlock Holmes: Juego de sombras" para la gran pantalla.

Antena3 estrenó anoche "Sherlock",  una producción de  la BBC que transporta al mítico personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle al Londres del siglo XXI.  Esta primera temporada de la serie cuenta con tres capítulos, en Reino Unido van por la segunda temporada , también de  tres capítulos.


El popular personaje se ha modernizado, ahora usa su smarthpone con gps, envía sms a la prensa o al inspector Lestrange de Scotland Yard, rastrea por internet utilizando el gps para localizar el lugar del crimen, y hasta tiene su propia página web.

Este Sherlock Holmes (Benedict Cumberbatch),  de unos rasgos faciales algo extraños, se denomina "detective asesor" de la Policía y goza  resolviendo los crímenes mas complicados gracias a su astucia, memoria,capacidad de observación y razonamiento deductivo. Sus colegas piensan que están ante un psicópta, pero el se define como un sociópta.

Ahora  Holmes  ya no es un adicto a las drogas ,  nos encontramos con un personaje con intenciones más saludables, que incluso utiliza parches de nicotina para dejar de fumar. Pero sigue siendo el engreído y misógino de siempre, amante del violín y brillante detective enamorado de los casos imposibles.

Como siempre Holmes estará acompañado  por su fiel colega, el  Dr. John H. Watson (Martin Freeman), que en esta versión es un doctor militar retirado tras ser herido en Afganistán. Sin saber porqué y gracias a la casualidad, Watson se verá compartiendo piso con Holmes en el 221b de Baker Street y comenzará  a participar en las  aventuras del  excéntrico detective.

En este ‘Sherlock’  que nos presenta la BBC las nuevas tecnologías están a la orden del día, ahora el Dr. Watson tiene un Samsung Galaxy Ace y escribe en su propio blog (Blog personal del Dr. John H. Watson) y  hasta Holmes tiene su propia página web (La ciencia de la deducción).

En este primer capítulo la policía investiga la muerte de varias personas que se han suicidado tomando una pastilla venenosa.  Sherlock Holmes, el asesor "no oficial" de la policía piensa  que se trata de un asesino en serie

Tampoco nos íbamos a olvidar del malo de la película, el Profesor James Moriarty, eterno enemigo de Sherlock Holmes, que si bien no aparece en este primer capítulo, se verá que es el verdadero cerebro de los asesinatos cometidos en este episodio.



La otra novedad es  "Sherlock Holmes: Juego de sombras"



Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.) siempre ha sido el más listo de todos… hasta ahora. Y es que hay una nueva mente maestra del crimen suelta, el profesor Moriarty (Jared Harris), quien no sólo está a la altura intelectual de Holmes, sino que posee también una capacidad para el mal, combinada con una absoluta falta de escrúpulos, que bien podrían darle una ventaja sobre el afamado investigador. La investigación se torna aún más peligrosa cuando lleva a Holmes y Watson (Jude Law) a recorrer el continente desde Inglaterra hasta Francia y posteriormente a Alemania para terminar finalmente en Suiza. Pero el astuto Moriarty siempre va un paso por delante y va tejiendo una red de muertes y destrucción, todo ello dentro de un plan más grande que, de tener éxito, cambiará el curso de la historia.

Notas de Producción:Secuela del film 'Sherlock Holmes', dirigido en 2009 por Guy Ritchie.

Ahora disfruten y veremos cual de las dos es la que  más les gusta..

martes, 10 de enero de 2012

Investigación forense en redes sociales

 "Si el contenido es el rey, la conversación es la reina" John Munsell



       Autor:  Gustavo Daniel Presman  
         
INTRODUCCION 

El análisis Forense tradicional consiste en la obtención de imágenes forenses de las computadoras y demás objetos que almacenan evidencia digital, para luego ser procesada en búsqueda de artefactos forenses que permitan confirmar una actividad realizada o bien desestimarla . Es fundamental en estos casos  tomar los recaudos para garantizar el resguardo correcto de la prueba y la continuidad del mismo durante todo el proceso  , de esta forma se asegura a las partes la inalterabilidad del objeto  y  por ende la garantía de un proceso pericial sobre el objeto  en el estado exacto en que se recolectó. 

Las redes sociales han irrumpido fuertemente en la sociedad y su uso está altamente difundido, especialmente en la franja eraria de jóvenes y adolescentes al punto tal que el uso de las mismas está desplazando otras vías de comunicación como la telefonía e incluso los tradicionales servicios de mensajería instantánea come el MSN Windows Live Messenger . La portabilidad extrema a la que se han llevado servicios como Facebook , Twitter y Linkedin , entre otros se ha extendido de manera tal que es muy común encontrar que los usuarios utilizan estos servicios desde sus teléfonos móviles inteligentes (smartphones) como Iphone , blackberry y otros con plataforma Android . Rápidamente se están comenzando a adoptar las tabletas con acceso a Internet a través de WiFi o la red celular , augurándonos un futuro explosivo en el uso de las redes sociales desde dispositivos móviles.

Por que resulta tan atractiva la utilización de estas aplicaciones ?  Una respuesta posible es que los usuarios pueden mantener en un único centro de control  y diversión todas sus actividades cotidianas dentro de su grupo de pertenencia. Las aplicaciones para este entorno crecen día a día  y la convergencia de las plataformas de estas redes sociales atrae y mantiene al usuario dentro de la misma incorporando día a día nuevas funciones para las que hoy necesita aplicaciones diferentes.

Frente a este escenario es importante conocer como y donde reside la información que se almacena y circula por las redes sociales para poder acceder a la misma en caso de ser necesario resguardarla con fines probatorios.

En este punto es importante comprender que el usuario que utiliza estos servicios interactúa con servidores de aplicaciones y con otros usuarios, siendo su principal interlocutor el servidor de almacenamiento de la red social, es decir que la información viaja de la computadora del usuario hacia los servidores de aplicación que se encuentran en algún lugar del Internet. 

Este esquema, brindado por todas las redes sociales  es conocido como computación o servicios en la nube. De esta forma entendemos que el contenido de las redes sociales puede encontrarse o bien en las computadoras o dispositivos móviles de los usuarios participantes como material generado o descargado de estos nodos o mayoritariamente almacenado en los servidores de aplicación de la red social , en algún lugar de la nube...

En el siguiente gráfico se observa como los integrantes de una red social intercambian información , pudiendo estar en línea o desconectados , utilizando diferentes dispositivos de conexión como computadoras , celulares , encontrándose en el centro de todas esas comunicaciones los servidores de las redes sociales. 
 En el siguiente gráfico se observa como los integrantes de una red social intercambian información 



RECOLECCION DE EVIDENCIA EN LAS REDES SOCIALES  

Para describir la metodología  de obtención de evidencia de las redes sociales  debemos separar la obtención de evidencia en los extremos y en los servidores.

Evidencia de  Servidores de Redes Sociales: Para recolectar evidencia que reside en los servidores de las redes sociales será necesario solicitarla por vía judicial ya que como es usual estos servidores se encuentran fuera de la jurisdicción de nuestro país. En este caso será necesario conocer cuales son las políticas unilaterales establecidas por los administradores de cada red social respecto de cual es el contenido que ellos almacenan y durante cuanto tiempo se encuentra disponible. Hésete ultimo punto es fundamental a la hora de establecer si la recolección será efectiva o puede tornarse ilusoria para el caso en que el trámite judicial demore más tiempo que el de retención establecido por la red social. 

En todos los casos será necesario consultar las guías para  fuerzas de la ley que cada red social posee y sortear otros aspectos judiciales como la existencia de un domicilio de notificación en el país o la constatación del tipo de pieza procesal requerida para la solicitud.  

Usualmente para la obtención de datos de tráfico , es decir para conocer logs de conexión u otros que contengan la dirección IP que permita llegar a un domicilio desde donde se efectuó alguna comunicación desde o hacia la red social , es suficiente con un oficio del juez interviniente. Si se trata de obtener contenido de las comunicaciones o contenido almacenado en los servidores de la red social, el mismo solo se encuentra disponible para jueces de la jurisdicción donde se encuentra la administración de la red social (Estados Unidos mayormente) por lo que un juez local deberá realizar un exhorto internacional por la vía diplomática, proceso que puede demorar un lapso incompatible con la política de retención de la red social.

Evidencia en los extremos: Del funcionamiento de las redes sociales sabemos que el material almacenado se encuentra en los servidores y su recolección ya fue explicada en el parágrafo anterior, no obstante resulta posible encontrar evidencia en las computadoras y dispositivos móviles que se utilizaron para subir material, descargar o bien realizar otras actividades como búsquedas o comunicaciones por mensajería instantánea .

Para el resguardo de la evidencia que permita el análisis posterior se requiere la realización de imágenes forenses del contenido de computadoras, smartphones y tabletas involucradas en el uso de las redes sociales. 

Un punto a considerar es si las imágenes forenses deben ser de la totalidad del contenido de los elementos digitales involucrados, es decir imágenes forenses físicas o por el contrario solo sería suficiente con una imagen lógica de aquellas áreas que puedan contener evidencia de utilización de la red social. En es sentido se destaca que la evidencia de redes sociales queda almacenada en el caché de Internet del navegador utilizado para  acceder a la red social o del aplicativo específico, el cual usualmente trabaja interrelacionado con el navegador.

La recolección de imágenes forenses  de la totalidad de las unidades físicas permitirá que el investigador pueda analizar artefactos de las redes sociales que pudieran haber sido eliminados como parte del proceso de depuración del navegador utilizado facilitando el acceso a datos con mayor antigüedad. Por el contrario la  imagen forense lógica que solo contenga el caché reciente se realizará en un tiempo sustancialmente menor pero sin chance de obtener objetos eliminados. Naturalmente esta será una decisión del investigador o perito forense, teniendo en cuenta las características puntuales de la investigación que esté realizando.

La obtención de imágenes forenses del contenido de dispositivos móviles como teléfonos celulares o tabletas, requerirá de equipamiento específico para el bloqueo de señales del sistema de telefonía celular, así como también para la extracción de datos por tipo de dispositivo, teniendo en cuenta la gran variedad de arquitecturas propietarias de hardware así como también la diversidad de sistemas operativos.

Un punto importante a  considerar es la gran cantidad de imágenes que circulan en las redes sociales, situación que puede incrementar la recolección de evidencia digital, incluyendo cámaras fotográficas y tarjetas de almacenamiento donde pueden residir imágenes, activas o borradas por el usuario, cuyos metadatos pueden asistir a la investigación en curso.

El proceso investigativo que lleva a la recolección de evidencia en los servidores y en los extremos  muchas veces se origina con la obtención de información de logs de conexiones de los servidores que permite llegar a los domicilios donde se encuentran  las computadoras , dispositivos móviles y cámaras fotográficas a las que hice referencia en este apartado.

Un aspecto que puede asistir a la investigación es la obtención de imágenes forenses de la memoria RAM de los dispositivos involucrados. Estas imágenes pueden contener evidencia en tanto y cuanto se haya accedido a las redes sociales desde el momento en que el dispositivo fue encendido hasta su recolección con herramientas específicas. Naturalmente este tipo de recolección de evidencia solo es viable si el dispositivo se encuentra encendido al momento de la captura de los datos. En esta línea de trabajo  suele ser de utilidad el de análisis forense de archivos de paginación o particiones de intercambio  (swap) tanto de computadoras como de teléfonos inteligentes y tabletas.

Una alternativa final en la recolección de evidencia es la captura de tráfico en la línea de conexión a Internet de un usuario final. Este procedimiento consiste en capturar y almacenar el tráfico en un medio de almacenamiento intermedio, el que posteriormente se autenticará como una evidencia lógica y podrá ser procesado mediante una herramienta que permita la reconstrucción de paquetes de datos. 

Esta técnica permite la presentación más completa y amigable pero solo puede ser empleada para el análisis de la actividad en redes sociales “a futuro”, es decir a partir de un determinado momento y nunca puede obtenerse evidencia de actividades pasadas.

Los métodos de recolección descriptos pueden aplicarse de manera complementaria, según los objetivos de la investigación forense y el mejor criterio del perito informático interviniente.

ANALISIS DE  EVIDENCIA EBN REDES SOCIALES

El análisis de la evidencia es la etapa donde se buscará a través de los artefactos de cada tipo de red social información de interés para los hechos investigados.

Este trabajo es introductorio y no pretende ser exhaustivo describiendo cada una de las redes sociales, siendo el objetivo sentar las bases para el entendimiento de los tópicos relacionados, por lo que describiré los  artefactos y protocolos que son comunes a prácticamente todas y cada una de las redes sociales actuales.

Entre los artefactos comunes a las redes sociales podemos destacar:

- Comentarios (posts): subidos por miembros de la red social que pertenecen a los contactos del usuario comentado. Estos pueden contener archivos adjuntados con carácter multimedial (archivos de video, audio e imágenes) con metadatos propios.
- Mensajería instantánea (chat) : Comunicaciones con la lista de contactos 
- Búsqueda de contactos : Actividad de búsqueda de nuevos contactos para invitarlos y agregarlos a su lista actual
- Publicación de eventos : Actividades de interés que pueden publicarse en un área especial 
- Envío de notificaciones al correo electrónico: Son enviadas a los miembros cada vez que son mencionados en la red social.

Con relación a los protocolos empleados  nos referimos al lenguaje con que se intercambian los mensajes entre los servidores de las redes sociales y los extremos. Estos pueden variar según el tipo de red social y el dispositivo de conexión empleado para conectarse a la misma , no obstante en todos los casos se utilizan variables del HTML.

Particularmente suele utilizarse el formato JSON  (Java Script Oriented Notation) por ser liviano y no requerir XML (eXtensible  Markup Language) para el intercambio de datos .

Las redes sociales suelen almacenar , en los extremos participantes , es decir en los equipos utilizados para conectarse a ellas , fragmentos de los intercambios correspondientes en formato JSON dentro de archivos de texto plano  TXT .

El análisis forense requiere la identificación de estos archivos y luego el análisis (parsing) de su estructura, teniendo en cuenta los estándares definidos por la organización que sustenta JSON y que se encuentran publicados en www.json.org  así como las implementaciones de cada red social considerada.

EJEMPLO DE ANALISIS DE  EVIDENCIA 

Para concluir este trabajo mostraré como se identifica un fragmento de una conversación de chat de FACEBOOK , para lo cual se requiere de una herramienta forense capaz de identificar y decodificar los archivos TXT en protocolo JSON . En este caso se utilizó EnCase Forensic versión 6.19.

En la siguiente imagen se observa un archivo TXT conteniendo un fragmento de una conversación por mensajería instantánea de facebook : 

En la misma se identifican los participantes, el texto intercambiado y otros datos adicionales como el horario de envío y recepción del mensaje según se aprecia en la siguiente imagen:

Para las variables que indican la fecha y la hora de envío del mensaje TIME y CLIENT TIME , las mismas están expresadas en Tiempo Unix o Tiempo POSIX el cual se define como la cantidad de segundos transcurridos desde las cero horas del  1 de enero de 1970 , de modo que para conocer el tiempo expresado de manera usual es necesario efectuar la conversión. 
En la imagen siguiente se observa  el horario en que fue enviado ese fragmento de conversación, en Tiempo Unix y se muestra en el recuadro la conversión indicando  la fecha y hora real: 

 
CONCLUSIONES

• El análisis forense en los servidores de las redes sociales requiere información almacenada en el titular de la red social. Su obtención puede ser tediosa y hasta ilusoria, teniendo en cuenta los tiempos procesales.

• A pesar de lo anterior , resulta posible recolectar evidencia de redes sociales en las computadoras , celulares, y otros dispositivos digitales que el participante haya utilizado

• También resulta posible recolectar evidencia a futuro , capturando el tráfico de Internet de un participante determinado .



Autor: Gustavo Daniel Presman.- Ingeniero Electrónico  egresado en 1987 de la Facultad de Ingeniería UBA . Master Executive en TICs del Programa Gadex , España. Posee las certificaciones Internacionales  CCE ( Certified Computer Examiner) , EnCE (Encase Certified Examiner) , FCA (Forensic Computer Advisor) y NPFA (Network Packet Forensic Analyst).  Profesor de la Maestría en  Seguridad Informática de la UBA y de los posgrados en seguridad de la Información de la USAL y  Derecho Informático de la UNSL.  Consultor en Investigación corporativa y entrenador de Fuerzas Armadas, Poderes judiciales provinciales y Policías de la Argentina y de varios países latinoamericanos en Investigación Forense Informática. Miembro de las principales asociaciones internacionales de Investigadores y peritos Informático Forenses como HTCC y HTCIA.

domingo, 1 de enero de 2012

"La comisaría del norte" en ebook


 "El mal es vulgar y siempre humano, comparte nuestra cama y come en nuestra mesa." W.H. Auden


Después de la exitosa novela "Siempre quise bailar como el negro de Boney M" llega el ebook "La comisaría del norte" . Su autor , José Luis Romero es miembro de la Guardia Urbana de Barcelona y graduado por la Universidad de Barcelona en Criminología, Investigación Privada y Dirección de Seguridad.

En "La comisaría del norte", José Luis nos cuenta como el subcomisario Sebastián Orozco es trasladado a la Comisaría del Norte, situada en un barrio conflictivo de Barcelona donde no quiere ir nadie. La comisaría está emplazada  en lo que fuera una de las mayores instituciones mentales de Europa de primeros de siglo. Orozco, cuyo horizonte está más próximo a la jubilación, se ve forzado a aceptar el nuevo destino. Nada más poner los pies allí un agente es asesinado de forma brutal. Las pesquisas conducen a un callejón sin salida, el asesinato del policía, a la desmoralización de sus hombres.

De la mano del protagonista, una especie de gurú, indagaremos en la naturaleza de los policías como personas y como profesionales, hombres y mujeres corrientes, con sus preocupaciones, sus virtudes y sus vicios. Orozco resolverá el misterio que oculta el viejo edificio, cuyas raíces se extienden hasta la potencia militar más poderosa de mundo.

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