Los "narcotours" o recorridos turísticos por lugares característicos del narcotráfico no son algo nuevo, desde hace tiempo y por poco más de 100 dolares lo turistas pueden conocer la tumba de Pablo Escobar en Colombia o los lugares donde vivían algunos miembros del Cartel de Sinaloa en Mexico.


El tour finaliza en el cementerio frente a la tumba de Escobar. “Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo. Cuando veas a un hombre malo, examínate a tí mismo”, reza la lápida de Pablo y sobre la que cual, según el relato de Ernesto, el sepulturero, llegan extranjeros a posar delgados hilos del polvo prohibido, como un homenaje al gran capo de capos.
La presencia del narcotráfico en Sinaloa (Mx) data de principios del siglo XX. La vecindad geográfica con Estados Unidos, determinó el nacimiento de esas actividades en México.
Existe un paseo turístico que no figura en las guías, cuyos sitios imprescindibles son colonias como Tierra Blanca, Las Quintas, Chapultepec y la capilla del bandido "generoso" Jesús Malverde, convertido en santo de los narcotraficantes.
Lo han bautizado como el narcotur. Así como algunos habitantes invitan a sus huéspedes a las playas de Altata o de compras al centro comercial El Gran Forum, también los llevan a admirar las fachadas de fastuosas residencias de capos del narcotráfico.
Observar las ostentosas edificaciones, contiguas a las de políticos y prósperos agricultores y comerciantes, se ha convertido en un atractivo más de la ciudad.
La llamada "arquitectura de la delincuencia", de recargado estilo, es imitada lo mismo por vecinos pudientes que por habitantes de barrios humildes que buscan reproducir en pequeño los excesos de los jefes de las mafias.
En el recorrido, el improvisado guía baja la velocidad del automóvil y señala una serie de edificios con la pintura desteñida, pero con rasgos de la belleza que los distinguió en los años 80.
En esta ciudad, donde desde hace un siglo se han asentado mafias dedicadas a la venta de estupefacientes, sus huellas son visibles no sólo en las persecuciones policiacas y ejecuciones, sino en la cultura y la economía.

El visitante continúa en una especie de recorrido visual por la historio de las mafias del narcotráfico. En la colonia Tierra Blanca aún se encuentran propiedades que fueron de los primeros narcos famosos, como Ernesto Fonseca y Caro Quintero.
Se pueden observar también las residencias que comenzaron a construirse en los años 80, inmensas edificaciones con piscinas cubiertas, capillas, casas de muñecas, jardines, animales exóticos, todo tipo de capricho hecho realidad, como se exhibe cuando son decomisadas porque su propietario "cayó en desgracia".
Fuentes: La Jornada (Mx) Medellin Experience Clarín.com
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