El avance tecnológico de las nuevas redes de comunicación hace que las mismas también puedan ser utilizadas para cometer delitos -tradicionales o nuevos-. He aquí un buen análisis sobre el problema.
En estos meses, se han conocido hechos delictivos tales como: que un hombre en Inglaterra asesinó a su mujer porque en la página social de Facebook ella colocó que era soltera. Un joven neozelandés de 18 años fue detenido por el FBI, sospechado de dirigir una red de crimen cibernético internacional que aparentemente se habría infiltrado en 1,3 millón de ordenadores y robados 24 millones de dólares de las cuentas bancarias de sus víctimas.
Informaciones como las precedentes nos llevan a observar a Internet como un nuevo escenario donde se producen hechos delictivos de igual o mayor envergadura que en la sociedad real, solamente que cometidos en la sociedad virtual y de concretas consecuencias en el mundo real.
En Internet se entiende por red social: una red (network) conformada de forma virtual, por personas que comparten algún interés en común: amistad, profesión, negocios, etc. Suponen grupos de contacto que permiten reunir a las personas desde el anonimato, a los que no encuentran un lugar de pertenencia y comparten gustos, preocupaciones, se ayudan mutuamente. Mas como todo en la web, tiene sus ventajas y desventajas.
Los sitios electrónicos que ofrecen redes sociales comenzaron alrededor de 2001 y hoy, algunos de los más nombrados son Myspace y Facebook, con millones de usuarios.
Redes, menores, abusos…
Definiremos a los ciberdelitos o delitos informáticos como las actividades ilegales en las que intervienen medios electrónicos y nuevas tecnologías y dentro de ellos los clasificaremos en dos: delitos tradicionales concretados en la sociedad virtual mediante NTIC, ej: estafas, chantajes.
Y delitos nuevos, que se llevan a cabo desde la Red, de modo electrónico y atentan contra la confidencialidad, integridad y disponibilidad de información: delitos sobre datos personales, ciberterrorismo, abuso de personas; empleo de programas como los botnets, que extraen datos infiltrándose en computadoras remotas y sin autorización de los cibernautas, emplean sus terminales para suplantar identidades, generar spam, colapsar servicios; programas espías, etc.
Como podemos observar, de los ejemplos dados, las redes sociales abren el espectro a una gran cantidad de circunstancias, como siempre en la cibercultura, de polaridades. Por una parte acercan a personas con intereses comunes y por otra, son la puerta de entrada para que se cometan delitos como los mencionados.
Se hace necesario por ello plantear una nueva mirada sobre el universo que se desarrolla en Internet y como usuarios prestar atención a algunos detalles, que pueden hasta en algunos casos salvar la vida.
Recomendaciones
Instalada Internet, con ventajas y desventajas, con lagunas en ámbitos de legislación más profunda en algunos países que en otros, vuelve a ser la red de redes el ámbito para que delincuentes encuentren nuevos modus operandi a su accionar.
Por ello, y en vistas a las evidencias, es útil recordar que los usuarios deben contar en sus computadoras con eficientes programas antivirus; antiespías y mantenerlos actualizados; y que hay sitios confiables desde donde se pueden instalar de forma gratuita.
Además, evaluar las páginas adonde ingresan, observando quiénes las integran; si pertenecen a otro grupo o entidad, qué clase de datos personales les solicitan para acceder a formar parte de la Red y sopesar si en realidad son necesarios los mismos. No colocar números de documentos de identidad, de tarjetas de crédito o bancarias o sus números de clave, números telefónicos.
Todo lo que está en la web no es confiable, pertinente, seguro, científico. Despojarse de la ingenuidad al responder cuanto mensaje por correo electrónico reciben o por la prisa de encontrar un grupo de pertenencia virtual. Lejos de tener actitudes de exceso de desconfianza, es preferible tomarse el tiempo necesario para pensar en la relación costo-beneficio.
En cuanto a los progenitores, es necesario tomar recaudos sobre qué sitios visitan sus hijos, sobre todo aquellos niños y adolescentes que pasan hora tras hora frente al teclado de una pc conectada a Internet. Recordar que se pueden instalar filtros para inhibir las búsquedas de algunos sitios, que podrían ser perjudiciales a los hijos. Asimismo, que también los niños en muchos casos saben cómo desactivarlos.
Por lo tanto, la presencia de los padres es indispensable. Ellos deberían conocer las páginas electrónicas que visitan sus niños y enseñarles a usarlos, con responsabilidad, para contribuir a evitar que adultos inescrupulosos los hagan caer por ejemplo en sus redes de pornografía. Recordemos que en las redes sociales se comparte también fotos, música, información, y un largo etc.
Actualmente, ejecutivos de grandes empresas proveedoras de estos servicios de redes sociales se están reuniendo con policías y entidades no gubernamentales en diferentes países, para poner en ejecución medidas de seguridad contra estos ciberdelitos.
La Unión Europea tiene un nuevo sistema de alertas contra la pornografía infantil distribuida de modo electrónico.
Informaciones como las precedentes nos llevan a observar a Internet como un nuevo escenario donde se producen hechos delictivos de igual o mayor envergadura que en la sociedad real, solamente que cometidos en la sociedad virtual y de concretas consecuencias en el mundo real.
En Internet se entiende por red social: una red (network) conformada de forma virtual, por personas que comparten algún interés en común: amistad, profesión, negocios, etc. Suponen grupos de contacto que permiten reunir a las personas desde el anonimato, a los que no encuentran un lugar de pertenencia y comparten gustos, preocupaciones, se ayudan mutuamente. Mas como todo en la web, tiene sus ventajas y desventajas.
Los sitios electrónicos que ofrecen redes sociales comenzaron alrededor de 2001 y hoy, algunos de los más nombrados son Myspace y Facebook, con millones de usuarios.
Redes, menores, abusos…
Definiremos a los ciberdelitos o delitos informáticos como las actividades ilegales en las que intervienen medios electrónicos y nuevas tecnologías y dentro de ellos los clasificaremos en dos: delitos tradicionales concretados en la sociedad virtual mediante NTIC, ej: estafas, chantajes.
Y delitos nuevos, que se llevan a cabo desde la Red, de modo electrónico y atentan contra la confidencialidad, integridad y disponibilidad de información: delitos sobre datos personales, ciberterrorismo, abuso de personas; empleo de programas como los botnets, que extraen datos infiltrándose en computadoras remotas y sin autorización de los cibernautas, emplean sus terminales para suplantar identidades, generar spam, colapsar servicios; programas espías, etc.
Como podemos observar, de los ejemplos dados, las redes sociales abren el espectro a una gran cantidad de circunstancias, como siempre en la cibercultura, de polaridades. Por una parte acercan a personas con intereses comunes y por otra, son la puerta de entrada para que se cometan delitos como los mencionados.
Se hace necesario por ello plantear una nueva mirada sobre el universo que se desarrolla en Internet y como usuarios prestar atención a algunos detalles, que pueden hasta en algunos casos salvar la vida.
Recomendaciones
Instalada Internet, con ventajas y desventajas, con lagunas en ámbitos de legislación más profunda en algunos países que en otros, vuelve a ser la red de redes el ámbito para que delincuentes encuentren nuevos modus operandi a su accionar.
Por ello, y en vistas a las evidencias, es útil recordar que los usuarios deben contar en sus computadoras con eficientes programas antivirus; antiespías y mantenerlos actualizados; y que hay sitios confiables desde donde se pueden instalar de forma gratuita.
Además, evaluar las páginas adonde ingresan, observando quiénes las integran; si pertenecen a otro grupo o entidad, qué clase de datos personales les solicitan para acceder a formar parte de la Red y sopesar si en realidad son necesarios los mismos. No colocar números de documentos de identidad, de tarjetas de crédito o bancarias o sus números de clave, números telefónicos.
Todo lo que está en la web no es confiable, pertinente, seguro, científico. Despojarse de la ingenuidad al responder cuanto mensaje por correo electrónico reciben o por la prisa de encontrar un grupo de pertenencia virtual. Lejos de tener actitudes de exceso de desconfianza, es preferible tomarse el tiempo necesario para pensar en la relación costo-beneficio.
En cuanto a los progenitores, es necesario tomar recaudos sobre qué sitios visitan sus hijos, sobre todo aquellos niños y adolescentes que pasan hora tras hora frente al teclado de una pc conectada a Internet. Recordar que se pueden instalar filtros para inhibir las búsquedas de algunos sitios, que podrían ser perjudiciales a los hijos. Asimismo, que también los niños en muchos casos saben cómo desactivarlos.
Por lo tanto, la presencia de los padres es indispensable. Ellos deberían conocer las páginas electrónicas que visitan sus niños y enseñarles a usarlos, con responsabilidad, para contribuir a evitar que adultos inescrupulosos los hagan caer por ejemplo en sus redes de pornografía. Recordemos que en las redes sociales se comparte también fotos, música, información, y un largo etc.
Actualmente, ejecutivos de grandes empresas proveedoras de estos servicios de redes sociales se están reuniendo con policías y entidades no gubernamentales en diferentes países, para poner en ejecución medidas de seguridad contra estos ciberdelitos.
La Unión Europea tiene un nuevo sistema de alertas contra la pornografía infantil distribuida de modo electrónico.
Marisa E. Avogadro - Consultora en comunicación estratégica y seguridad
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