"Manuel Carballal"

1. INTRODUCCIÓN
“La Huella del Crimen: Métodos y Técnicas de Investigación Criminal en España” http://lahuelladelcrimen.blogspot.com/ es el título del magnífico curso que ha organizado el Instituto de Criminología de la USC, desarrollado entre los días 9 y 13 de julio de 2007, y en el que se dieron cita 320 alumnos y casi medio centenar de ponentes de altísimo nivel procedentes, fundamentalmente, del ámbito universitario y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La calidad del contenido docente, la gran cantidad de materia impartida y el indudable prestigio de los conferenciantes, merecen un amplio texto recopilatorio que recoja el contenido de cada una de las ponencias, que podría servir de referencia de estudio para profesionales de las ciencias policiales.
Con el presente artículo, no pretendemos suplir la mencionada tarea recopilatoria, ni ofrecer una crónica cronológica exhaustiva del curso, ni realizar un mero resumen de las ponencias expuestas; queremos aprovechar esta magnífica oportunidad para, desde una perspectiva divulgativa, no exenta de cientificidad, mostrar algunos de los últimos avances en el terreno de la investigación criminal y repasar conceptos de interés para todos aquellos a quienes les interese la ciencia policial.
2. CRIMINALÍSTICA E IDENTIFICACIÓN
La Criminalística, término creado a finales del siglo XIX por el juez austriaco Hanns Gross, es definida por Nieto Alonso como “aquella disciplina encaminada a la determinación de la existencia de un hecho criminal, a la recogida de pruebas e indicios y a la identificación de los autores mediante la aplicación de métodos científicos de laboratorio, así como a la elaboración de los informes periciales correspondientes”.
.jpg)
Dentro de esta amplia definición, y dado que sería excesivamente ambicioso abordar, en el espacio que ofrece un artículo divulgativo, todas las técnicas criminalísticas posibles, nos centraremos en la identificación de personas, y para ello seguiremos, aunque de forma libre y no exhaustiva, la pauta marcada por algunas de las conferencias impartidas en el curso de Santiago.
Antón Barberá y de Luis y Turégano definen la identificación, en un sentido amplio, como “el empleo de un sistema o conjunto de conocimientos científicos, procedimientos técnicos u operaciones prácticas para constatar la existencia de una persona, conocerla, reconocerla con seguridad y vincularla de modo indubitable a sus actos, conducta y comportamiento”. Aunque lo más habitual es la identificación con fines de investigación criminal, las técnicas de criminalística se han aplicado, por extensión, a la identificación civil, es decir, a víctimas de grandes catástrofes, atentados terroristas, personas desaparecidas, etc.
La ponencia del comisario Francisco Celorrio Enciso, Jefe del Servicio Central de Identificación de la Comisaría General de Policía Científica, se centró en las nuevas tecnologías para la identificación policial, y puso un ejemplo de la importancia de la profesionalidad del personal humano en combinación con las diferentes técnicas
de             identificación criminalística: en el             atentado de Atocha del 11 de marzo             de 2004, gracias a la extraordinaria             labor de nuestra Policía Científica,             a las 36 horas ya estaban             identificados y entregados a sus             familiares 155 cuerpos, de entre las             víctimas del mismo; el porcentaje de             identificaciones en función de las             técnicas empleadas fue el siguiente:- 146 identificados mediante lofoscopia (76’84%).
- 4 identificaciones por odontología forense (2’11%).
- 22 identificaciones por ADN (11’58%).
- 18 identificaciones por datos antropométricos (9’47%).
A continuación, trataremos de forma genérica las principales técnicas biométricas, cuya avanzada tecnología informática para identificación de personas ha sido potenciada en los últimos años como mecanismo de seguridad debido a la alarma creada por los atentados de origen fundamentalista. También haremos mención a otros sistemas de identificación de personas, destacando especialmente la técnica del polimorfismo del ADN ─especialidad de moda en el terreno de la investigación forense─, y la Pericia Caligráfica, una veterana disciplina identificativa que sigue siendo necesaria para el desarrollo del sistema procesal.
3. IDENTIFICACIÓN BIOMÉTRICA
Heredera directa del sistema antropométrico desarrollado por Alphonse Bertillon en el siglo XIX, la Biometría es el estudio, mediante métodos automáticos, de uno o más rasgos físicos, o conductuales, para la identificación individualizada de personas. La identificación biométrica informática funciona mediante un sistema de captación y un software de medición que convierte en algoritmos matemáticos los valores obtenidos; dicho resultado se introduce en una base de datos, y el sistema procede al cotejo con los datos fehacientes existentes; busca la individualización y reconocimiento de una persona para permitir, o denegar, un acceso, para habilitar una determinada operación, o para reducir de forma rápida el radio de búsqueda entre múltiples sospechosos.
Francisco Celorrio destacó las siguientes técnicas como las más habituales en Biometría: la identificación dactiloscópica ─estudio de las crestas papilares de los dedos de las manos─, el análisis comparativo del ADN, la identificación morfológica de los rasgos de la cara, el estudio del dibujo de las venas de las manos, y el estudio de la retina y del iris. Las enumeradas, son técnicas biométricas basadas en elementos físicos o fisiológicos, pero podemos incluir en el apartado de técnicas basadas en características del comportamiento ─de mutabilidad constante─, el reconocimiento de la voz, de la firma o de la frecuencia de pulsación del teclado.
Anil K. Jain, experto en desarrollos biométricos de la Michigan State University, expone, en la siguiente tabla, el grado de validez de las principales técnicas de identificación biométrica:
           La Biometría busca            un alto porcentaje de identificación en            el menor tiempo posible; pero dicha            urgencia repercute en contra de las            debidas garantías que se suelen exigir            en los tribunales; es por ello, que            estos sistemas informatizados no tienen            validez pericial si no van acompañados            por un cotejo manual desarrollado por un            técnico y el correspondiente informe            pericial. Para algunas técnicas ─como el            ADN o la Grafocrítica, por ejemplo─, no            se han desarrollado soluciones            biométricas informatizadas eficaces para            la seguridad y el control de accesos a            recintos o sistemas; no obstante, su            empleo en investigación policial y su            uso como medio de prueba en el ámbito            procesal son muy habituales.
El comisario Celorrio destacó la validez y permanencia del veterano sistema de identificación lofoscópico, ante todo el dactiloscópico, por su efectividad, rapidez y escaso costo. Como prueba de dicha aseveración, España cuenta con una importante base de datos ─el SAID-21─ que almacenaba, según fuentes del año 2004, 1.563.000 reseñas decadactilares (más de 15 millones de dedos) y unas 235.000 huellas anónimas, aumento importantísimo si tenemos en cuenta que en el año 1992 contenía tan solo 380.000 tarjetas decadactilares. El SAID cuenta con dos virtudes fundamentales según Cueto Peruyero: precisión en la identificación de impresiones digitales y rapidez en el proceso de cotejo para presentación de una lista de candidatos. Sistemas como el EURODAC, archivan huellas dactilares de personas solicitantes de asilo en Europa y evita, por ejemplo, que un mismo individuo perciba subvenciones de diferentes países de la Unión Europea.
           Los otros métodos            de identificación biométrica presentan            diferentes inconvenientes; la            identificación facial es mutable, el            estudio del dibujo de las venas de las            manos está poco desarrollado y el basado            en el estudio de la retina y del iris es            muy intrusivo; pese a ello, el estudio            del iris, existente desde 1936 y con 226            puntos de referencia, ha sido impulsado            desde el 11-S, siendo utilizado ya            habitualmente en varios aeropuertos del            mundo (Amsterdam, Frankfurt, Charlotte            en Carolina del Norte y JFK en New York).
                                         
      
        4.            IDENTIFICACIÓN MEDIANTE ADN
        Maria Victoria Lareu Huidobro es experta            en Genética Forense, directora del            Instituto de Medicina Legal de la            Universidad de Santiago de Compostela,            expuso de forma clara y precisa los            aspectos más relevantes de la rama            estrella de la Criminalística de los            últimos años. Su ponencia fue un viaje            desde Mendel hasta el siglo XXI,            estableciendo los puntos básicos de la            genética aplicada a la identificación.            Las principales aplicaciones de la            Genética Forense, según la Dra. Lareu,            serían los siguientes:
           -            Casos forenses.
        - Investigación biológica del            parentesco.
        - Investigaciones históricas.
        - Investigación de personas            desconocidas.
        - Identificación en desastres de masas.
        - Bases de datos criminales.
      
        Polimorfismos del ADN
La Reacción en Cadena de la Polimerasa ─PCR─ ha sido uno de los grandes logros para el desarrollo de la Genética y sirvió a Kary Mullis para obtener el Premio Nobel en 1993. Este procedimiento para realizar miles de millones de copias de ADN se ha convertido en una técnica estándar y permite obtener secuencias específicas de ADN a partir de muestras biológicas muy pequeñas.
En Genética Forense, otro gran avance se produjo con el sistema de polimorfismos, siendo el pionero en esta técnica el profesor Alec J. Jeffreys que se apoyó en dos premisas fundamentales:
           1.            Un mismo individuo presenta una misma            secuencia de nucleótidos de ADN.
        2. La secuencia de nucleótidos de ADN de            un individuo es distinta a la secuencia            de nucleótidos de ADN de los demás            individuos.
Cada uno de nosotros posee una distribución única respecto a las secuencias de nucleótidos de ADN, tanto en forma de exones como de intrones. Disponemos, pues, de una huella genética personal ─el genoma humano─, un auténtico carnet de identidad cromosómico.
           El ADN nuclear            presenta como principales            características a efectos            identificadores, su individualidad            (excepto en gemelos univitelinos), su            igualdad en todos los tejidos del mismo            individuo, y su invariabilidad a lo            largo del tiempo.
La variabilidad generada por el número de veces que se repite una corta secuencia de ADN, los llamados STRs (Short Tandem Repeats) o secuencias repetidas en tándem, donde la unidad de repetición consiste generalmente en dos o cuatro pares de bases, han sido los principales marcadores genéticos empleados para identificación.
En los últimos tiempos, se ha incorporado a la Genética Forense una técnica complementaria a los STRs, los llamados marcadores SNPs (Single Nucleotid Polimorphisme), que en palabras de la Dra. Lareu son polimorfismos de secuencia que se encuentran tanto en el ADN nuclear como en el mitocondrial, fácilmente amplificables en múltiplex, que permiten obtener ADN de muestras muy degradadas o muy pequeñas ─es posible incluso extraer el ADN de algunas huellas dactilares latentes─, e incrementan las posibilidades informativas ─estudio del origen geográfico, por ejemplo─.
En la actualidad, los STRs siguen siendo los marcadores más empleados, y los SNPs se utilizan, ante todo, para muestras muy degradadas.
El estudio identificativo del ADN requiere dos muestras, una sospechosa y otra indubitada de comparación. Las nuevas técnicas tienden a la búsqueda de una especie de retrato robot, a partir del perfil genético, con una sola muestra biológica y sin necesidad de comparación, lo que facilitaría la tarea investigadora al reducir considerablemente el número de sospechosos. Por ejemplo, en palabras de la Dra. Lareu, se puede conocer el sexo del individuo, la zona geográfica de procedencia genética, el color del pelo ─sólo si es pelirrojo─, algunos rasgos faciales, color de los ojos...
           ADN mitocondrial y            del Cromosoma Y
        Vanesa Álvarez Iglesias, miembro del            Instituto de Medicina Legal de la USC,            complementó la ponencia de la Dra. Lareu,            con el estudio de polimorfismos en el            ADN mitocondrial (ADN-Mt) y el del            Cromosoma Y.
El ADN-Mt se transmite únicamente por vía materna y su poder de discriminación es mucho menor que el ADN nuclear, pero, en cambio, permite extraerlo en restos óseos antiguos, pelos sin bulbo y muestras degradadas y de escasa cantidad. Permite estudios histórico-genealógicos a partir de la vía materna, ya que se transmite íntegro e inalterable de madres a hijos.
El cromosoma Y sólo existe en los varones y sirve, fundamentalmente, para identificar linajes paternos. Se transmite de forma idéntica de padres a hijos. Según establece Andradas Heranz, además de para casos de paternidad, permite, en casos de agresiones sexuales, distinguir rápidamente el perfil genético del violador; o diferenciar, mediante el distinto linaje paterno, a más de un agresor sexual.
           El ADN como medio            de prueba en el Procedimiento Penal
        Conjugar la necesaria lucha contra el            crimen sin rebasar los límites del            derecho a la intimidad es un eterno            conflicto que se ha recrudecido con la            aparición, en la última década, del ADN            como eficacísima herramienta para la            Policía Científica. Esta cuestión se            encuentra en España en proceso de            regulación y el Proyecto de ley            reguladora de la base de datos policial            de ADN fue aprobado definitivamente en            el Senado el pasado 26 de septiembre de            2007. Dicha ley permitirá la unificación            de las bases de datos
            de todas las Fuerzas y Cuerpos de            Seguridad del Estado, y establece que            sólo podrán inscribirse los            identificadores de ADN que proporcionen            información sobre la identidad y sexo de            las personas. Vicente Guzmán Fluja,            catedrático de Derecho Procesal de la            Universidad Pablo Olavide de Sevilla            manifestó, en su conferencia, el alto            nivel de peligrosidad de este tipo de            ficheros, y la necesidad de un extremo            control de los mismos para evitar lo que            podría llegar a convertirse en un “Gran            Hermano Genético”. No obstante, Guzmán            afirma que sólo el 2% del ADN es            codificante y que el ADN que afecta a            las bases de datos es el no codificante,            pues facilita datos de identificación            pero no presenta información sensible            que pueda afectar a la intimidad del            sujeto, es una especie de            código de barras. 
           José Antonio            Lorente, experto genetista de la            Universidad de Granada y profesor en la            Academia del FBI de Quantico considera            que existe un error habitual cuando se            confunden las bases de datos de            identificación genética con los archivos            de ADN: “Una base de datos sólo contiene            eso, datos, una hilera de números que            representa el código genético, que es            como el teléfono que uno puede tener o            el número de la Seguridad Social ─pero            más largo─, el nombre y los apellidos, y            está ubicado en un ordenador. Un archivo            de ADN, por el contrario, es el almacén            que contiene las muestras de ADN,            muestras físicas, dispuestas para ser            analizadas o analizadas ya”. La Policía            en España dispone de dos bases de datos,            el ADN-Humánitas, para identificación            civil, y el ADN-Véritas, para            identificación criminal.                                  
La obtención de muestras de ADN del sospechoso para su posterior cotejo con el resto biológico obtenido en el lugar del delito, presenta dudas desde el punto de vista jurídico garantista. La profesora titular de Derecho Procesal de la Universidade de Vigo, Inés Celia Iglesias Canle, expuso en el curso de Santiago, que en caso de negativa por parte del sospechoso, se necesita la autorización expresa del Juez de Instrucción, siempre bajo la premisa de que la intervención corporal ha de ser necesaria, idónea, proporcional y la menos lesiva para la integridad física y moral del sujeto pasivo; no puede ser ni peligrosa para la salud ni degradante. Están prohibidas las diligencias prospectivas pre-delictuales, es decir, la extracción obligatoria de muestras de ADN a todo un pueblo o toda una comunidad.
           5. LA PRUEBA            PERICIAL CALIGRÁFICA: IDENTIFICACIÓN DE            AUTORÍA
        Disciplina científica con múltiples            denominaciones [Grafocrítica,            Grafoscopia, Documentoscopia, Grafística...],            utilizaremos el término de Pericia            Caligráfica, porque es la acepción que            se ha impuesto en el mundo procesal pese            a su incorrección etimológica. Es una            técnica de investigación criminalística            con dos fines esenciales: la            autenticación de documentos y la            identificación de la autoría de            escritos; dadas las características del            artículo que estamos desarrollando, nos            centraremos en el aspecto identificativo            de autoría a través de la escritura o de            la firma, si bien, la determinación de            autenticidad            o falsedad documental, es igualmente            importante a efectos cuantitativos y            cualitativos.
El comisario Antonio Vega Ramos, cuya conferencia [en el curso de Santiago] versó sobre aspectos genéricos relacionados con la estructura y operatividad del Cuerpo Nacional de Policía Científica, realizó unas muy interesantes aportaciones sobre Pericia Caligráfica merced a sus profundos conocimientos en esta materia, tras una brillante labor al frente del Servicio de Documentoscopia del CNP durante varios años; el comisario Vega hizo hincapié en la importancia de esta disciplina criminalística, en su validez como medio de prueba procesal, y en la necesidad de una constante innovación tecnológica y formación permanente de los expertos para combatir el fraude documental.
           La labor del            Perito Calígrafo se basa, ante todo y            como hemos dicho, en la autenticación de            escritos mediante la identificación de            su autoría, de lo que se ocupa la            Grafocrítica; pero son necesarios            conocimientos de Documentoscopia            ─físico-químicos, fundamentalmente─, de            Grafopsicología, de Grafopatología, de            Lingüística forense, así como nociones            jurídico-procesales para poder            desarrollar de forma amplia el ejercicio            de la profesión.                                  
                      Metodología
        La Grafocrítica como identificación de            un texto manuscrito o de una firma,            presenta elementos técnico-metodológicos            muy diferentes a los que aparecen en            otras disciplinas ya vistas, como la            Lofoscopia o la identificación por ADN.            Partimos de una premisa esencial: la            variabilidad natural de la escritura            humana. No se pueden realizar dos firmas            ni dos textos manuscritos exactamente            iguales; de ser así, uno de los            documentos es una copia o es falso.            Dicha variabilidad ha impedido la            creación de un software con un grado de            fiabilidad similar a otras disciplinas            biométricas; por el momento, sigue            siendo imprescindible la capacidad            técnica e interpretativa de un perito            que aplique de forma correcta una            metodología adecuada. 
El principio esencial que fundamenta la identificación de manuscritos es la individualidad de la escritura: el acto de escribir tiene directrices neurológicas y es la unión de pensamiento, lenguaje, psicodinamismo y gesto gráfico; cada persona tiene una escritura propia e individual. La labor del perito es averiguar cuáles son los elementos gráficos diferenciadores y para ello es preciso aplicar una metodología suficientemente amplia como para distinguirlos y proceder a una correcta identificación.
El Servicio de Documentoscopia de la Policía Científica emplea un sistema basado en el análisis y cotejo de los elementos constitutivos y estructurales de la grafía y un examen de detalle de gestos tipo concretos.
La tendencia actual más desarrollada, si bien un tanto laboriosa si se dispone de poco tiempo, consiste en el empleo de una metodología global que utiliza elementos de todos los sistemas válidos conocidos, aplicándolos a las necesidades de cada caso y descartando los aspectos sistemáticos que no se ajusten ─o sean innecesarios─ para el documento concreto que se está analizando.
           La conclusión se            basa en criterios interpretativos; la            gran cantidad de cotejos practicados y            el profundo conocimiento de los            documentos estudiados, debido a la            aplicación de la metodología completa,            permite alcanzar una conclusión            correcta, siguiendo criterios            interpretativos, pero sin necesidad de            recurrir a pautas estadísticas            establecidas en variables matemáticas,            no válidas para una disciplina con un            alto grado de variabilidad.
      
        6. OTROS MÉTODOS DE IDENTIFICACIÓN DE            PERSONAS
        Al margen de las mencionadas, también            tienen gran interés policial otras            técnicas de identificación de personas,            empleadas en Criminalística, como son la            Acústica Forense, la Antropología            Forense, la Odontología forense o la            Lingüística Forense.
Acústica Forense: La identificación de personas a través de la voz precisa un “método combinado” que es aquel en el que se relacionan tres sistemas clásicos: perceptivo-auditivo, acústico y fonético-lingüístico; ello nos lleva, entre otros análisis, a la elaboración del “pasaporte vocal” que suponga un auténtico perfil de identidad criminal. Uno de los principales inconvenientes que presenta la identificación por voz es la mutabilidad, ─la variabilidad intra-personal─ y la dificultad para obtener muestras indubitadas válidas. Pese a estas dificultades, podemos hablar de forma esperanzada de la evolución de sistemas automáticos de identificación por voz, aunque sigue siendo imprescindible la labor combinada con los diferentes técnicos especialistas en la materia.
           La Antropología            Forense tiene como finalidad el estudio            de los restos óseos esqueléticos, con            objeto de llegar a la identificación            personal y averiguar la causa de la            muerte, la data de la muerte, la edad,            sexo, raza, estatura, posibles marcas            profesionales, antiguas lesiones óseas,            así como el estudio de la cavidad bucal            (verdadera caja negra del cuerpo humano,            según el doctor Reverte Coma) y todo            cuanto sea posible para proporcionar            información a los investigadores            policiales para que puedan llegar a la            identificación de una víctima.                                  
           Fernando Serrulla            Rech, médico forense y responsable de la            Unidad de Antropología Forense del            IMELGA, basó su intervención del curso            de Santiago en la recogida de indicios            en la escena del crimen y en la labor de            las unidades de Antropología Forense;            estas unidades desarrollan un servicio            de asistencia a cadáveres complejos,            análisis de restos óseos, protocolos en            catástrofes y sucesos de múltiples            víctimas, así como docencia e            investigación. Las técnicas incluyen el            uso del geo-radar para búsqueda de            cadáveres enterrados, ortofotografía            para ubicación geográfica, fotogrametría            para mediciones, laser scanning,            microtomografía computerizada, técnicas            tafonómicas, etc. La Antropología            Forense ha aprovechado muchos de los            sistemas creados por la Arqueología, y            como ejemplo, el Dr. Serrulla habla del            uso de pasillos para preservar el            escenario del crimen.                                  
El Dr. Reverte Coma http://manuelcarballal.blogspot.com/2007/03/museo-de-antropologia-forense-reverte.html), describe la profesión en estos términos: "El antropólogo forense no es solamente un perito especializado en una difícil rama del conocimiento médico-legal, sino según nuestro criterio, es algo así como un Sherlock Holmes que tiene como especialidad el hacer hablar a los huesos, un verdadero colaborador de la Justicia, formando parte integrante de ella”.
La Odonto-estomatología Forense, para algunos autores rama de la odontología legal, tiene como objetivo primordial resolver determinados problemas judiciales mediante el aporte de los conocimientos odontológicos y estomatológicos. Especialidad en la que se estudia tanto la dentadura como las cavidades bucales, la información aportada por la misma puede tenerse en cuenta en procesos de identificación tanto de sujetos vivos como de cadáveres recientes, esqueletos o restos cadavéricos.
Disciplina muy vinculada a la Antropología Forense, permite un alto grado de reconocimiento e identificación en aquellas catástrofes en las que otros signos identificativos biológicos están destruidos o han sido muy deteriorados, dado que los dientes y sus restauraciones son materiales duros que pueden sobrevivir a la acción de elementos altamente destructivos como el fuego.
           La            odontoestomatología actúa desde una            doble órbita, absoluta y relativa, en            función de que existan o no muestras            indubitadas de cotejo; si no existieran,            se podría realizar un perfil que            establecería el sexo, la edad            aproximada, la raza, el origen e incluso            el estatus socio-económico. La            identificación relativa está basada en            la individualidad de cada dentadura, más            aún si se han producido implantes            protésicos. Para ello hay que            confeccionar, en la autopsia, un            odontograma postmortem que permita su            cotejo con datos extraídos ante mortem,            como la ficha dental, las prótesis,            radiografías maxilares, fotografías, o            mediante el empleo de sistemas de            clasificación dental sistema dígito 2,            sistema de Thompson, Sistema crucial...                                            
Esta especialidad permite otros usos identificativos más estrictamente criminalísticos, como son el estudio y comparación de las huellas dentales presentes en mordeduras muy efectivo en determinados tipos de agresiones, el] estudio de las rugas palatinas, de las marcas labiales [muy vinculado con la Lofoscopia], etc.
La Lingüística Forense también llamada Pericia Lingüística, Estilística de Atribución, Textología o Fraseología de Comparación, es una disciplina que podríamos considerar prima hermana de la Grafocrítica o incluso parte integrante de la Pericia Caligráfica. En un tiempo en el que lo manuscrito tiende a desaparecer [permaneciendo la firma como único buque insignia], y con la gran incidencia de intercambio de información por medio impreso o electrónico, toma fuerza la necesidad de proceder a la identificación de la autoría de un discurso anónimo (oral o escrito) empleando técnicas basadas en los usos y modismos lingüísticos particulares. A día de hoy, la probabilidad identificativa del autor de un texto transmitido por correo electrónico es mucho menor que la que se produce con respecto a manuscritos, ante todo por la posibilidad de falseamiento de identidad si se dispone de los conocimientos necesarios.
El estudio se plantea desde una doble sistemática partiendo de métodos cuantitativos, para lo que se emplearán aplicaciones de software ─programas como el Textor, o análogos─ que buscaría particularidades comparativas estadísticas; junto con métodos cualitativos, para los que se desarrolla un imprescindible análisis técnico lingüístico interpretativo practicado por un perito, buscando las variantes gramaticales y estilísticas, así como los posibles errores de todo tipo.
                      Viñals y Puente establecen una triple            dimensión metodológica para afrontar un            estudio de estas características:
        - Dimensión lingüística: análisis            sintáctico y semántico.
        - Dimensión socio-lingüística: estudio            socio-cultural del lenguaje.
        - Dimensión Psico-lingüística: análisis            de significados implícitos,            inconscientes, que permiten poner de            manifiesto el nivel de salud mental del            autor del mensaje.
      
                   7.            IDENTIFICACIÓN DE PERSONAS:            CONCLUSIONES.
        Con este artículo hemos pretendido una            aproximación a la situación actual de la            Criminalística y más concretamente a las            técnicas de identificación de personas.            Las ponencias del curso de Santiago            relacionadas con esta materia, la            bibliografía consultada, así como la            experiencia personal desde el ejercicio            profesional, nos han permitido            corroborar que, pese a los grandes            avances que la tecnología informática ha            desarrollado, no existe ninguna            disciplina única, exclusiva e infalible.            Tal y como señaló el comisario Celorrio,            la mejor técnica posible es la            combinación de varias de ellas, de tal            forma que se aprovechen las virtudes de            cada una de las disciplinas de            identificación, aplicadas al caso            concreto. Es conveniente huir de las            prisas y las urgencias a las que parecen            abocarnos series como CSI, que pese a su            calidad, no dejan de ser ficciones            televisivas en las que todo tiene un            principio y un final desarrollado en 55            minutos. 
           Una de las grandes            disquisiciones jurídico-criminológicas            de los últimos años, y que puede ir en            aumento, está en relación con el            equilibrio entre seguridad y libertad            individual. El recrudeci
miento            de la actividad del terrorismo            fundamentalista ─atentados del 11-S, del            11-M o del 7-J─ ha provocado un            incremento de las medidas de seguridad y            de control de los ciudadanos, y los            sistemas biométricos de identificación            de personas han adquirido un importante            protagonismo. Es necesario que los            ordenamientos jurídicos de los            diferentes países regulen adecuadamente            el uso de estas tecnologías, y            concretamente de las bases de datos que            generan, para evitar intrusismos e            injerencias en la libertad y en la            intimidad de las personas, y, a su vez,            para facilitar el buen funcionamiento de            estas eficacísimas herramientas de            prevención y lucha contra la            criminalidad. Se corre el riesgo de que            un exceso de celo en la aplicación de            medidas de seguridad concebidas para la            necesaria prevención criminal, lo            interprete la opinión pública como un            intento de control totalitario el famoso            Gran Hermano de Orwell, produciéndose un            indeseable efecto boomerang que conlleve            limitaciones al empleo policial de            técnicas eficaces de identificación            criminalística. 
La tecnología nos lleva a situaciones aparentemente prácticas e inocuas, como la identificación por radiofrecuencias en etiquetas RFid, etiquetas de bajo coste que van provistas de un chip y una antena, que pueden sustituir al código de barras y que incluso pueden incorporarse a documentos de identificación personal. Esta tecnología permite una acumulación de información y una capacidad de transmisión que optimizará los resultados del comercio, pero que, en manos equivocadas, podría afectar a la protección de datos o al derecho a la intimidad.
           En            España estamos lejos de llegar a            situaciones extremas, pero resulta            necesaria la creación de leyes            procesales adaptadas al siglo XXI, que            eviten tanto intrusiones estatales, como            también algunas prevenciones garantistas            extremadamente rigurosas, que han podido            interferir, entre otras cuestiones, con            el adecuado desarrollo de bases de datos            de interés policial ─el ADN, por            ejemplo. El riesgo no está en las            tecnologías, sino en el uso que se haga            de las mismas, y para ello, el arma más            eficaz en un Estado Democrático se            encuentra en los principios generales            del Derecho y, muy específicamente, en            el principio de proporcionalidad.
      
         
Artículo reproducido bajo la            autorización de Manuel Carballal            (Vicepresidente segundo CIAC)            
Gregorio Alonso Bosch ( Perito Criminólogo especialista en Documentoscopia)
Articulo publicado originalmente en la revista Ciencia Policial
1 comentario:
Profesora Iglesias Canle, gran procesalista
Publicar un comentario